Ricardo Darín: "Raúl Alfonsín fue el mejor presidente desde la vuelta de la democracia"

Ricardo Darín:

El admirado actor habló con Infobae sobre su nueva película "Truman", y reconoció que lloró durante la filmación de esta tragicomedia acerca de un hombre diagnosticado con cáncer terminal

 

¿Lloraste mucho durante la filmación?—Sí, fue doloroso hacerla, pero luchábamos contra eso. Nos escudamos bastante en nuestro sentido del humor, un poco lo que pasa adentro de la película. Pero sí, fue duro.

En esta suerte de despedida que va transitando tu personaje hay algo de humor también.—Sí. Hay un humor intrínseco que tiene que ver con la acidez del personaje. Julián es muy ácido en sus apreciaciones, en su mirada. Es lo mismo para consigo mismo, no se perdona una, está en un período en el que se supone que está diciendo todo lo que se le cruza por la cabeza casi sin filtro, lo cual lo coloca en un personaje medio border, dispuesto a patear el tablero todo el tiempo.

Vi que te emocionaste mucho hablando de la muerte de Troilo, el perro de la película. ¿Sos perrero?—Sí, tremendamente perrero y además me puso muy triste porque tuve una relación con él muy fuerte. Los perros que se utilizan para filmaciones o publicidades, normalmente vienen con un entrenador, aparte del dueño y hay todo un protocolo que seguir. Cuando lo conocí, me di cuenta de la clase de perro que era y tuve una serie de charlas con su dueño, y llegamos a la conclusión de que no necesitábamos un entrenador en el rodaje. Le dije: "Dejamelo. Dejá que nos relacionemos". No necesitábamos nada en especial del animal, sólo que parezca mío. Soy de los que creen que esa cuerda únicamente se consigue con el contacto, con la relación. Eso fue lo que hicimos y a los 10 días él llegaba a las reuniones de producción y entre 50 o 60 personas que había ahí, el tipo miraba y cuando me veía a mí, empezaba a mover la cola.

La muerte está muy presente en la película ¿le tenés miedo?—No sé si miedo. Me parece que todo lo que rodea a la muerte es más oscuro que la muerte en sí misma. No hay forma de tener miedo hacia algo que realmente es desconocido para nosotros, pero que es ineludible. Lo que hay es una gran incertidumbre, una gran incomodidad, y además creo que en gran medida se debe a cuál será la forma en que nos retiremos de acá. Las cosas que normalmente se suelen decir cuando perdemos a alguien y son una especie de bálsamo: "Bueno, por lo menos no sufrió", "Se fue en el momento en el que se tenía que ir"... hay una serie de cosas que condiciona. Le tengo todo el miedo que se le puede tener a algo desconocido, todo el respeto, pero al mismo tiempo también me da la sensación de que todo lo que lo rodea lo convierte en una cosa muy oscura y no creo que necesariamente tenga que ser así.

En la conferencia de presentación de la película dijiste a que no leés diarios. ¿Es verdad?—No, no es verdad. Suelo decir ese tipo de tonterías cuando no sé de qué me están hablando. (risas). Hay gente que considera que vos tenés que leer exactamente todas las cosas que ellos leyeron, y como no ocurre así, suelo ir por el atajo.

¿Pero estás informado?—Sí, trato. No mucho últimamente porque estoy filmando una película en San Antonio de Areco, y a pesar de la proximidad, increíblemente gracias a la falta de presupuesto que hay con las telefonías celulares no siempre estamos conectados. Así que muchas veces no me entero de cosas.

¿Cuál fue, para vos, el mejor Presidente desde la vuelta de la democracia?—Yo me quedo con Alfonsín, definitivamente, pero tengo una distancia como para poder analizarlo. Todavía no tengo la necesaria distancia como para analizar en términos técnicos cómo fue toda esta década. Realmente, no lo sé.

Si te regalan 24 horas de impunidad, ¿qué harías?—Exactamente lo mismo que hago ahora. Además nadie te regala nada.

¿No harías nada distinto a la vida que tenés hoy?—Creo que no. Si consigo 24 horas trataré de estar con mi familia, que es lo que últimamente me escasea.

Estás por viajar, ¿se van con vos?—Sí, un poquito sí, un poquito no. Flor me acompaña todo lo que puede.

Si te encuentro dentro de cinco años y salió todo fantástico, ¿cómo vas a estar?—Me vas a encontrar probablemente un poco más relajado, con unos períodos de tiempo entre trabajo y trabajo más amables, últimamente no los tengo mucho, y más viejo.

¿En lo profesional te falta algo? ¿Hay algo que no haya sucedido y ambiciones mucho?—Me gustaría más adelante poder dirigir una película que yo arme, dibuje y diseñe, digamos.

¿Hay algo en vista o todavía no?—No, hay cosas sueltas, pero nada que esté lo suficientemente articulado como para que se convierta en una historia que uno quiera filmar.

Comentá la nota