Ariel Maciel

El ministro Sergio Massa buscará reponerse del doble revés que recibió en Brasil, luego de no haber logrado activar el financiamiento, ni el pago en moneda local para las importaciones que llegan a la Argentina desde ese país vecino y, especialmente, de haber visto devaluada su imagen de candidato en el Frente de Todos. La contrapartida, que espera tener en los próximos días, llegará con el llamado desde Estados Unidos, para visitar Washington y destrabar el adelantamiento de los desembolsos que el Fondo Monetario Internacional debe hacer en lo que resta de todo el 2023. También sueña con un nuevo gesto del kirchnerismo, que lo devuelva al ring electoral, mientras muestra músculo político de cara a un armado nacional.

Fuentes del entorno del jefe del Palacio de Hacienda confiaron a PERFIL que tiene preparadas las valijas para volver a pisar tierras estadounidenses, apenas su viceministro, Gabriel Rubinstein, y su jefe de asesores, Leonardo Madcur, tengan a la firma el enésimo nuevo acuerdo con el FMI. La promesa de una intervención clave de Estados Unidos la recibió desde el corazón de la administración del presidente estadounidense Joe Biden, quien busca terminales fiables para frenar el avance de China en negocios clave, no sólo desde lo económico, sino especialmente desde la estratégica geopolítica.

 

Por el momento, la Argentina intentó balancearse en la guerra comercial que disputan los gigantes económicos. Pocos días atrás, Alberto Fernández se mostró con Biden y Massa pactó la asistencia en yuanes de China. La visita del primer mandatario argentino a Brasil, con un Luiz Inácio Lula Da Silva cumpliendo un rol determinante en la región en favor de China y Los BRICS, y el feeling de Massa con Estados Unidos, invirtió los roles. Pero, lejos de una estrategia, esos vaivenes “esconden desconfianza” entre la Casa Rosada y el Palacio de Hacienda, según admitieron fuentes gubernamentales consultadas por este medio. El martes próximo, el ministro confirmó su participación en el Amcham Summit 2023 que organiza la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina.

El mal paso en tierras brasileñas

Massa había viajado a Brasilia anunciando, entre sus allegados, la certeza de estar frente a una oportunidad de reducir el riesgo cambiario y, a la vez, evitar la profundización de la crisis de las reservas. En el entorno ministerial quedó la sensación de que el ministro asistió a una suerte de “emboscada”, porque el acuerdo económico para distender la demanda de dólares nunca estuvo cerrado y, encima, debió compartir la foto con otros funcionarios que tienen aspiraciones presidenciales, envalentonados por el propio presidente Fernández. “Sergio está poniendo su capital político para salvar una situación muy compleja, por lo que tiene otra dimensión su figura. Exponerlo en la misma línea de partida con los demás parece poco pertinente”, se quejó un allegado massista.

Sucede que la presencia en el viaje del embajador Daniel Scioli, del jefe de Gabinete, Agustín Rossi, y de la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, configuró un cuadro de posibles precandidatos, que se completó con Massa, y que encaja de manera perfecta con la aspiración de Alberto Fernández de forzar una disputa interna en las primarias del Frente de Todos. Esa idea no sólo es resistida por el kirchnerismo, sino que es la opción más lejana que tiene el jefe del Palacio de Hacienda, que espera como devolución de favores por hacerse cargo del Titanic económico la concentración del poder electoral, en una lista de unidad.

“La foto que hace circular Presidencia de la Nación, con Scioli y Tolosa Paz no es casual. Alberto (Fernández) quiere a Vicky (Tolosa Paz) dentro de la fórmula presidencial. La impuso en las elecciones legislativas del 2021 y ahora va a querer tener su participación dentro de la competencia de las PASO”, analizó un dirigente del peronismo, con cercanía al kirchnerismo. La posible participación de Rossi “es resultado de un pedido del Presidente, que quiere llenar de candidatos la previa a las primarias para tornar inevitable una contienda interna”, alertó la misma fuente.

Alerta: reservas negativas

Massa deberá surfear por las olas cada vez más altas de la presión devaluatoria. El adelantamiento de los casi USD 10.800 millones correspondientes a los desembolsos del acuerdo con el FMI servirá como un respaldo a la gestión económica. En los hechos, esos fondos deberán utilizarse para calzarlos con los pagos que el país tiene que afrontar con el mismo organismo multilateral de crédito por la devolución del préstamo de USD 44.000 millones en el 2019. “Cuando esté cerrado el acuerdo, Massa viajará a Washington para la firma”, confirmaron fuentes oficiales.

Este viernes, el Banco Central comenzará la jornada con reservas negativas. Sucede que debió afrontar un pago al FMI de USD 750 millones en conceptos de intereses, que se sumó a la sangría de USD 18 millones que debió utilizar ante la demanda del mercado. La consultora Eco Go había calculado un total de reservas netas de USD 6 millones, antes del derrame del jueves. Con la performance de ayer, el terreno en rojo es una realidad y ahora lo que se espera que no perfore el piso de USD 34.000 millones de reservas brutas. Hoy están a sólo 136 millones. En el equipo económico esperan que el campo ratifique la liquidación del jueves, cuando vendió por US$ 153,4 millones y mermó la racha negativa.

El ministro consiguió que la vicepresidenta Cristina Kirchner le diera un respaldo estratégico, durante su reaparición en el Teatro Argentino de La Plata. Ni la jefa del Instituto Patria, ni la agrupación La Cámpora, que conduce Máximo Kirchner, cuestionaron la gestión económica en las críticas habituales que le dedican a la administración de Alberto Fernández. Y si bien ese gesto tiene un valor muy alto en el massismo, en el equipo económico esperan que en los próximos días exista un guiño que lo empodere políticamente, así puede sortear las urgencias económicas y reenfocarse en su ambición presidencial de la unidad oficialista. La foto con el díscolo gobernador peronista de Santa Fe, Omar Perotti, le devolvió el perfil de dialoguista y federal. Pero, todavía le tocará enfrentarse al mal dato de inflación que el Indec difundirá la semana próxima y que estará precedido por las expectativas de remarcaciones del mercado, cuando esta tarde el BCRA publique el REM.