Por Ramiro Melucci

Tras su último desayuno en Mar del Plata con el intendente Guillermo Montenegro, el fin de semana pasado, Horacio Rodríguez Larreta no anduvo con vueltas: le apuntó sin disimulo a Axel Kicillof. “Coincidimos con Guillermo en que habría que evaluar si los hospitales de Mar del Plata debieran ser municipales, porque a nivel de la Provincia no funcionan”, fustigó mediante un comunicado que envió a los medios.

Aunque el gobierno local luego transmitió por lo bajo sus precauciones respecto a semejante definición, e incluso admitió la imposibilidad de que eso ocurra porque los hospitales Interzonal y Materno Infantil atienden a pacientes de toda la zona, la frase sirve para ilustrar un propósito de Juntos por el Cambio: ubicar a la gestión del gobernador en el centro de sus críticas. 

El desconcertante planteo por la municipalización de los hospitales, retoño de los cuestionamientos por la falta de gas en el Interzonal, llegaba al cabo de una semana en que los intendentes del PRO, con Montenegro como protagonista, habían renovado su embestida por la coparticipación que recibió La Matanza a partir del censo 2010.

A los reclamos de obras y de fondos que acostumbra hacer el jefe comunal se suman pleitos con la Provincia por la salud y la educación. Solo queda al margen la seguridad, testimonio de labor conjunta por el vínculo que mantiene Montenegro con Sergio Berni.

En ese escenario, el gobernador no encontró mejor aporte a los festejos de Mar del Plata que firmar el mismo día del aniversario 149° el contrato de la primera etapa de la circunvalación. Unos días antes había enviado al director general de Cultura y Educación, Alberto Sileoni, a anunciar el desembolso de $ 250 millones para 29 obras en escuelas del distrito. “El gobierno de Kicillof invierte como nunca antes en la educación pública”, elogió el senador Pablo Obeid (Frente de Todos).

El oficialismo local siempre lamentó el tiempo que medió entre el primer anuncio y las definiciones de la circunvalación y, cuando Kicillof promocionaba las nuevas escuelas provinciales, se preguntaba cuáles eran las de Mar del Plata. “Negar la realidad no es compatible con trabajar para mejorarla. Faltan respuestas, faltan edificios. Los tiempos de la Provincia no son los de las comunidades educativas”, espetó tras los anuncios de Sileoni la consejera escolar Carina Cermesoni (Juntos por el Cambio).

Unos días antes, el concejal radical Daniel Núñez presentó pedidos de informes sobre el servicio alimentario escolar, a cargo del gobierno bonaerense. Y sus pares de la Coalición Cívica reclamaron información sobre el proceso licitatorio de la escuela especial 504.

Son precedentes de una campaña que tendrá, quizá más que otras, un amplio capítulo provincial. Porque los dirigentes de máxima confianza de Fernanda Raverta y Montenegro son senadores bonaerenses. Porque la relación de Montenegro y Kicillof está marcada por el recelo. Porque el anhelo reeleccionista del gobernador podría actuar como dique de contención ante una gran ola amarilla. Y porque, a fin de cuentas, la provincia de Buenos Aires es clave para ganar la Nación.

Ya habrá tiempo para lo estrictamente local. En las grandes coaliciones, la falta de definiciones y la fuerte disputa interna en el plano nacional ponen en espera a los municipios. La mesa del Frente de Todos, convocada para el próximo jueves por el presidente Alberto Fernández, sacude a las distintas tribus del oficialismo. El enfrentamiento entre Larreta y Patricia Bullrich hace otro tanto en el PRO y, por extensión, en todo Juntos por el Cambio.

Después de lo que dijo Raverta en el último plenario del Frente de Todos local se escucharon las primeras repercusiones. “Que ella sea la candidata en Mar del Plata ordena la interna”, comentó un referente del Frente Renovador. “Es bueno que los que quieran ser candidatos lo digan, genera certidumbre. La mejor forma de confirmarlo después es a través de las PASO, incluyendo a todos los que quieran participar. Con lo que hay hoy no alcanza”, apuntaron en el Movimiento Evita. “No podemos volver a padecer maniobras discriminatorias, de expulsión a propios compañeros. Hay que buscar unidad a partir de la inclusión y los consensos”, pidió el director del Correo, Rodolfo “Manino” Iriart, al celebrar la convocatoria del Presidente para fijar las reglas electorales de la coalición que gobierna la Provincia y la Nación.

 

Las autoridades municipales analizan, con suma reserva, un boceto del bloque radical para modificar el proyecto de la Coalición Cívica sobre las plataformas de transporte.

 

En la agenda cotidiana, la tensión de los taxistas con el municipio no cede. La manifestación que realizaron frente al Polideportivo mientras se desarrollaba la ceremonia de los Estrella de Mar indica que poco o nada ha cambiado desde que comenzaron las medidas de fuerza. La protesta fue la reacción al silencio con que el gobierno local respondió al pedido de un encuentro “urgente” que le habían formulado una semana antes los sindicatos y las empresas de taxis.

Montenegro volvió a aludir al asunto el viernes. Ratificó que el ámbito de debate sobre el servicio es el Concejo Deliberante. Puntualizó que en la Justicia se dirimirá “la duda en cuanto al cumplimiento o no de la ordenanza” vigente. Recordó su disgusto por los “métodos” de los taxistas.

Mientras, las autoridades municipales analizan, con suma reserva, un boceto del bloque radical para modificar el proyecto de la Coalición Cívica relacionado con las plataformas de transporte. El objetivo es que pase a ser una iniciativa integral, que no solo regule el funcionamiento de las aplicaciones, sino que además haga concesiones al sector en conflicto. Una de ellas apuntaría a una posibilidad que ya han musitado las bancadas opositoras: el otorgamiento de nuevas licencias de taxis y remises.

Las áreas técnicas del municipio por el momento no han vuelto a opinar en el expediente del Concejo. Aguardan que mengue la controversia y que el debate halle un rumbo. Pero ya tienen escrito un cálculo: por el crecimiento poblacional, se necesita un 25% más de vehículos de alquiler en las calles de Mar del Plata. Un porcentaje que puede alcanzarse con nuevas licencias o con la regulación de las plataformas. O con una combinación salomónica de ambas.