Los reclamos de secesión crecen en otras zonas de Ucrania

En varias ciudades del este del país pidieron que se celebren referéndums como el que convocó la región de Crimea
Miles de manifestantes prorrusos reclamaron ayer en ciudades del sur y el este de Ucrania la celebración de un referéndum como el de Crimea, que el próximo domingo decidirá si se une a la Federación Rusa, una polémica iniciativa que ha generado uno de los mayores choques entre Rusia y Occidente desde el fin de la Guerra Fría.

En Lugansk, en el este del país, miles de activistas prorrusos asaltaron la sede del gobierno local y expulsaron al gobernador. Muchos manifestantes llegaron en colectivos desde Rusia atravesando la frontera, y el gobernador, nombrado hace una semana por el presidente interino, abandonó la sede del gobierno entre insultos. Tras ello, los activistas izaron en el edificio la bandera rusa y la multitud congregada entonó el himno nacional ruso.

En Donetsk, bastión del depuesto presidente Viktor Yanukovich, unos 1500 manifestantes pidieron que se celebre un referéndum sobre la adhesión a Rusia. Bajo la bandera rusa, los manifestantes bloquearon un acto por la unidad de Ucrania en el que tenía previsto hablar el líder opositor Vitali Klitschko, cuyo partido, Udar, exigió hoy el cierre de la frontera ucraniana con Rusia y el cierre del espacio aéreo de la ex república soviética.

También en el puerto más importante del país, Odesa, miles de personas reclamaron más derechos para las regiones y un referéndum sobre la futura política exterior del país.

Pero también miles de personas salieron a la calle en Kiev y en otras ciudades como Sebastopol para apoyar la soberanía del país, mientras el primer ministro, Arseni Yatseniuk, afirmaba que Ucrania no cederá "ni un centímetro de su territorio" a Rusia y anunciaba una visita pasado mañana a Estados Unidos para reunirse con el presidente Barack Obama.

La alta tensión continuaba en la península de Crimea. En Sebastopol, puerto que alberga el cuartel general de la flota rusa del Mar Negro, prorrusos atacaron los servicios de seguridad de una manifestación de pocos centenares de partidarios de las nuevas autoridades ucranianas.

Unos cien hombres armados con palos atacaron a la seguridad de la marcha acusada de pertenecer al Pravy Sector, movimiento ultranacionalista que estuvo en primera línea en Maidan, epicentro de la protesta que terminó con el derrocamiento de Yanukovich dos semanas atrás.

"Voy a Estados Unidos para participar en reuniones de alto nivel con el objetivo de resolver la situación en Ucrania. Es nuestra tierra. No cederemos ni un centímetro. Que Rusia y su presidente [Vladimir Putin] lo sepan", había declarado Yatseniuk al inicio de la manifestación.

A pesar de las intensas consultas de los últimos días, en el frente diplomático occidentales y rusos no lograron encontrar una salida a la peor crisis en sus relaciones desde la caída de la Unión Soviética, en 1991.

La canciller alemana, Angela Merkel, volvió a hablar ayer con Putin y le advirtió que los planes de realizar un referéndum en la región ucraniana de Crimea sobre una incorporación a Rusia son ilegales y violan la Constitución de su vecino país.

Putin, en tanto, evaluaba la formación de un grupo de contacto para establecer conversaciones directas con Ucrania, confirmó ayer el gobierno británico tras una conversación telefónica de Putin con el premier David Cameron.

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