Una reaparición rodeada de trabajadores

Una reaparición rodeada de trabajadores

La reunión sirvió para curar viejas heridas entre la senadora y el líder camionero. Ambos coincidieron en la necesidad de construir un espacio nacional, popular y democrático que triunfe en las elecciones en 2019.

El centro recreativo que el Smata tiene en la localidad bonaerense de Cañuelas fue el escenario elegido para el reencuentro de viejos aliados que las diferencias políticas los había distanciado. El titular del gremio de los mecánicos, Ricardo Pignanelli, Hugo Moyano de Camioneros y la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner se juntaron bajo el pretexto de participar en un curso de formación de delegados del gremio de los mecánicos. CFK habló de política internacional ante la dirigencia intermedia del Smata pero en la charla previa, los tres dirigentes renovaron su relación con el compromiso de trabajar en la conformación de un espacio nacional, popular y democrático que compita en las próximas elecciones. A la salida, Moyano sintetizó la cumbre al sostener que “lo que nos hace acercar son las políticas del Gobierno”.

En la reunión previa, realizada en una las casas que tiene el centro recreativo “Dirck Henry Kloosterman”, también estuvieron Vanesa Siley de Sitraju (judiciales) que llegó junto con CFK, el secretario adjunto del Smata, Mario “Paco” Manrique y uno de los promotores del reencuentro, Omar Plaini de canillitas. 

Hacía siete años que Cristina no se encontraba con Moyano y hace casi dos años que reconstituyó su relación con Pignanelli, que hasta ahora se había mantenido casi en secreto. Moyano y Plaini llegaron primero y compartieron una comida con el líder de los mecánicos que, dicho sea de paso, también retomó su vínculo con el camionero. Cuando llegó CFK el saludo con Moyano consistió en una sonrisa, un beso y el habitual “hola Hugo” que tuvo como respuesta un “hola Cristina”. Luego, con café y agua de por medio, la charla discurrió larga y tendida donde la senadora y Moyano recordaron las buenas viejas épocas, los motivos del distanciamiento aunque, como señalaron testigos de la charla, sin reproches. Por último todos realizaron un análisis de la política actual, el rol de los grandes medios de comunicación, el perjudicial plan económico y lo que definieron con “la verdadera pesada herencia” que enfrentará el próximo gobierno. 

Durante la conversación, a la que no tuvieron acceso los colaboradores, surgió la pregunta sobre el futuro político de CFK. La ex presidenta reiteró aquello de que la vida le dio mucho más de lo que había soñado y que su rol de estos tiempos será el de trabajar para conformar un espacio lo más amplio posible, que sea nacional, popular y democrático pero agregó algo que disparó la sonrisa de los presentes: “Incluso habrá sumar fuerzas políticas que tal vez no fueran populares pero sí democráticas” para recuperar el gobierno. En un contexto de recuperación del poder, Cristina les señaló que serán años complicados donde todos los sectores, trabajadores y empresarios tendrán que resignar posiciones para recuperar el nivel de ingresos de años anteriores. Al mismo tiempo recordó que los empresarios siempre se quejan pero durante su gobierno ganaron mucho dinero fruto de la capacidad de compra de la población. Rodeada de sindicalistas y en una atmósfera de cordialidad advirtió también el peligro que significa la dolarización de la economía que lleva adelante el gobierno de Mauricio Macri. “El año que viene van a tener que discutir paritarias cuando todos los precios están en dólares y los trabajadores cobran en peso”, les dijo.

El curso de formación del Smata no se organizó de un día para otro pero, según relataron algunos de los presentes en esa reunión, fue el pretexto perfecto que encontró Pignanelli para hacer pública su renovada relación con la senadora y la invitó. Luego de que ella aceptara el convite fue Plaini quien propuso otorgarle un valor agregado al encuentro al sumar a Moyano. Fueron varios meses de conversaciones y reuniones que derivaron en el cónclave de ayer.

Ante los casi 800 delegados y delegadas, donde Pignanelli se comprometió a incrementar la participación de mujeres en los cuerpos orgánicos del gremio, Cristina habló junto a Siley y Manrique. En la primera fila, Moyano junto a Plaini escucharon el discurso y las preguntas siguientes de los participantes que llevó algo más de dos horas. “Moyano escuchó sentado como en los viejos tiempos”, aseguró entre risas uno de los presentes en la conferencia. En esas primeras filas se acomodaron el titular del PJ bonaerense, Gustavo Menéndez, el intendente de Cañuelas, Gustavo Arrieta, el ex diputado Julián Domínguez (organizador del curso de formación), el ex intendente de Tres de Febrero, Hugo Curto, el ex embajador en el Vaticano, Eduardo Valdez, entre otros

Delante de los delegados CFK habló de política internacional pero también avanzó sobre la economía e incluso recordó algunos aspectos de su gobierno. Por caso, se refirió al conflicto por el impuesto a las ganancias pero no le reprochó nada a Moyano. En todo caso se refirió al rol de los medios de comunicación. “No sería yo si no si no hablo de ganancias”, dijo a modo de introducción y señaló que “la televisión nos metió en la cabeza que ese impuesto le quitaba dinero a los salarios más alto para mantener a los vagos de la Asignación Universal por Hijos. Lo que no decían que ese dinero le permitía a los padres de esos niños comprar en el almacén y al almacenero comprase un auto nuevo porque la economía se movía”. Ya en el momento de las preguntas, una delegada le preguntó si cree que “el sueño de Néstor Kirchner” puede realizarse. La pregunta bien pudo haber sonado a la búsqueda de una posible confesión de volver a ser candidata pero la ex presidenta reiteró la necesidad de construir un espacio nacional y popular para ganar las elecciones de 2019, su intención de ser parte de ese armado en cuanto a la búsqueda de coincidencias y, de paso, les indicó que como integrantes de un sindicato deberían todos trabajar por la unidad del movimiento obrero.

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