Randazzo expuso las crecientes internas dentro del Gabinete

Randazzo expuso las crecientes internas dentro del Gabinete
Dijo que no consultó con nadie la decisión de estatizar el ferrocarril Sarmiento; así dejó mal parado a Boudou, en ejercicio del Ejecutivo, e indirectamente a Abal Medina; el apoyo clave de Zannini

Las fuertes peleas internas en el Gobierno afloraron ayer en ausencia de l a presidenta Cristina Kirchner por su obligado reposo médico. El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, aseguró que la decisión de estatizar la operación del ferrocarril Sarmiento la tomó en soledad, sin consultar con el vicepresidente a cargo del Poder Ejecutivo, Amado Boudou. En forma indirecta, también devaluó el rol del jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, supuestamente su superior inmediato.

"No voy a hacer una asamblea. El tema ya se venía hablando hace tiempo y ahora se concretó. Las decisiones las tomo yo", aseguró Randazzo. Además, anteayer reveló que la Presidenta "no está anoticiada" del accidente de la formación Chapa 5 en la terminal ferroviaria de Once, el sábado último.

Según confiaron a LA NACION fuentes gubernamentales, "Randazzo seguramente no lo consultó con Boudou, pero sí con [Carlos] Zannini, con quien tiene buena relación". En las esferas oficiales se interpretó esta insistencia en señalar su independencia de Boudou como un intento de desgastar premeditadamente al vicepresidente en ejercicio de la Presidencia.

Boudou debería haber sido informado, aunque sea para guardar las formas, y se enteró por televisión. El secretario legal y técnico, Carlos Zannini, fue quien le dio el visto bueno a Randazzo.

Zannini es quien por estas horas lleva todo el peso político de la gestión del Gobierno. El secretario legal, de línea directa con Olivos, mantiene una buena relación política con Randazzo, pese a que tienen algunas diferencias ideológicas, porque lo respeta por su ejecutividad en la gestión. Ambos tienen una tensa relación con el vicepresidente desde que estalló el escándalo de Ciccone.

La semana última el ministro había dicho que si Boudou le daba una orden "la cumpliría, pero lo más probable es que eso no ocurra".

Consultados los voceros de Randazzo, aseguraron que no era necesario consultar con ningún funcionario esta decisión: "Randazzo explicó que lo habló muchas veces con la Presidenta", previo a la cirugía de hematoma craneal a la que ella se sometió el 8 de octubre último. "Cristina le dijo que «si los concesionarios no cumplen los echás» y eso hizo", confió ese allegado al ministro.

No es la primera decisión que se tomó en el Gobierno sin consultar a la Presidenta. Según los funcionarios consultados, tampoco la Presidenta dio el visto bueno para firmar el acuerdo con las empresas que demandaron a la Argentina en el tribunal arbitral del Ciadi, pese a que había hablado antes de su operación con el equipo económico.

Sin embargo, Zannini y el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, tuvieron serias discusiones al momento de cerrar el acuerdo y anunciarlo. De hecho, no se presentó públicamente y sólo se conoció a través de dos decretos en el Boletín Oficial. La presión inflacionaria y el cepo al dólar también agravaron las diferencias en el equipo económico, entre Guillermo Moreno, Axel Kicillof y Mercedes Marcó del Pont.

La estatización del ferrocarril Sarmiento se adoptó mediante una resolución que sólo firmó Randazzo. "Con su sola firma basta", dijeron en Interior y Transportes. Esa norma no salió publicada ayer en el Boletín Oficial, pero el ministerio hizo trascender que se publicará hoy.

Sin embargo, el traspaso al Estado de esa línea ferroviaria había sido anunciada el 11 de septiembre último, a través de la resolución 1083/2013 por la cual se transfirió el Sarmiento a la Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (OFSE) y la Administración de Infraestructura Ferroviaria (ADIF).

El sistema de toma de decisiones en el Gobierno está alterado. De hecho, Randazzo debió admitir que las decisiones adoptadas con el Sarmiento son "políticas" y aseguró: "Me hago responsable y si sale mal me tengo que ir".

"La Presidenta no está al tanto de la estatización. Fue una decisión personal. Para eso soy ministro", reiteró ayer por la radio Metro.

Las dificultades en el funcionamiento del Ejecutivo coinciden con las expectativas sobre qué nivel de actividad podrá desarrollar Cristina cuando retorne a sus funciones

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