Sin competencia interna, la mandataria y su principal competidor, Axel Kicillof se medirán el 11 de agosto casi en una instancia de entrenamiento que gracias a la gran encuesta que representan las PASO le permitirá evaluar resultados de sus estrategias y corregir el rumbo de ser necesario.

Para eso cada espacio sentó las bases de su primer recorrida de campaña y como adelantamos la semana pasada, mientras que el oficialismo hará foco en la obra pública, el combate contra las mafias y la transparencia en la gestión, el peronismo pretende llevar la discusión al plano económico y hablar de las deudas pendientes del oficialismo.

"Si quieren hablar de obras públicas hablemos de las escuelas que explotan", disparó el diputado nacional del Evita Leonardo Grosso, después de acompañar a los candidatos del Frente de Todos en una recorrida por Hurlingham, en el que se conjugaron varios de los elementos que tendrá la campaña de ese espacio: mostrar unidad, hablar de economía, poner en crisis el "relato" oficialista y darle un lugar central a los intendentes.

Del otro lado de la grieta se profundiza la idea de mostrar en acción al "mejor equipo de los últimos 50 años" y por eso las inauguraciones que todavía se pueden hacer antes de que empiece la veda, suelen estar encabezadas por el presidente Mauricio Macri con la compañía de la gobernadora y del jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta.

En ese escenario poco importa si lo que se inaugura esta bajo jurisdicción bonaerense, si se realizó con fondos nacionales o provinciales, o incluso si la licitación corresponde a esta gestión es heredada del kirchnerismo, lo que vale es cortar las cintas en todo momento y en cualquier lugar para dejar constancia material de lo que hace este gobierno.

La réplica del candidato del Frente de Todos a esa estrategia es una dura advertencia por la deuda en dólares que tomó la provincia, entre otras cosas para financiar gastos corrientes y que deberá afrontar el próximo gobierno, seguramente con un dólar muy por encima del precio de equilibrio en torno a los 43 pesos que acaba de alcanzar.

El circuito de la campaña probablemente sea el siguiente: la oposición cuestiona algún aspecto de la economía, el oficialismo responde remarcando que las obras ahora se hacen, la oposición apunta a obras de otras áreas y cuestiona el endeudamiento, el oficialismo habla de corrupción, la oposición de pobreza y así el círculo se retroalimenta.

En cualquier caso, por ahora ese movimiento les sirve a ambos candidatos que alternan la ventaja, pero ninguno de los dos se despega, por lo que el resultado será para alquilar balcones.

Inaugurar, lo que sea, pero inaugurar...

Por supuesto que como suele ocurrir, las estrategias que se definen en los niveles superiores de una armado político terminan derramando sobre toda la estructura y los dirigentes y candidatos territoriales copias a sus referentes provinciales y nacionales.

Sin embargo, en las últimas semanas algunos intendentes bonaerenses parece que exageraron esa consigna y protagonizaron llamativos y grandilocuentes actos para inaugurar obras que quizá no ameritaban semejante movimiento.

El puntapié inicial lo dio el jefe comunal de Chivilcoy, Guillermo Britos, cuando hace un par de semanas presentó una “mini” rotonda que su equipo de difusión viralizó con fotos y videos en la redes sociales logrando solo la burla de los usuarios de Twitter y Facebook.

Pero esta semana se sumaron el jefe comunal de General Alvear, José Ramón Capra, que, junto a varios empresarios del turismo e integrantes de su gabinete, inauguró en uno de los accesos a su distrito un “cartel” con información turística, que fue presentado en sociedad como “señalética turística”, para darle mayor entidad al evento, que aunque parezca mentira contó con el tradicional corte de cintas y la foto de protocolo.

Pero la frutilla del postre la puso el intendente de Berisso, Jorge Nedela, que esta semana inauguró un “mástil”, en el Centro Integrador Comunitario de una de las zonas más necesitadas de su distrito y a falta de otro diploma para exhibir.

Pero el papelón fue todavía mayor porque el mástil que se estaba inaugurando ni siquiera había sido adquirido y/o fabricado por la comuna sino que lo había donado un vecino, por lo que se puede decir que Nedela inauguró una “donación”.