Tras el Congreso partidario que sesionó el último sábado en el que se definió la integración del Partido Justicialista bonaerense al armado electoral del Frente de Todos, el peronismo de la Provincia dio el primer paso rumbo a las Primarias Abiertas en un territorio clave donde se definirá la madre de todas las batallas electorales.

El panorama político en la provincia de Buenos Aires se ve cruzado por una realidad de vacunación masiva y signado por una crisis económica y social profunda como resultado de la pandemia, lo que no presagia un panorama alentador para el gobierno, que de mínima, aspira a alcanzar los votos necesarios para de esa forma evitar una sangría en el Congreso y en la Legislatura de la Provincial.

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Conscientes que con la campaña de vacunación no alcanza, el Frente de Todos, comenzó a mostrar en las últimas semanas indicadores que apuntan a una recuperación de la economía, a evidenciar el impulso de la obra pública y a poner énfasis en la necesidad de poner dinero en los bolsillos de los trabajadores para evitar la fuga de los votantes desencantados con la gestión del presidente Alberto Fernández.

Fue el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, quien días pasados esgrimió que "no hay posibilidad de recuperación sin consumo y sin paritarias por sobre la inflación".

"No pusimos la pandemia como excusa, avanzamos con la agenda del cambio de prioridades, que es el camino correcto desde la actividad productiva y la construcción que crece por el apalancamiento de la obra pública", afirmó el funcionario con cierto optimismo.

"Estamos asumiendo la realidad", le aseguraron a NA desde Balcarce 50, donde claramente entienden que la "pelea económica" será uno de los aspectos fundamentales en esta campaña proselitista que, en los papeles, acaba de largarse.

El oficialismo también salió dispuesto a confrontar con Juntos por el Cambio, explicitando diferencias entre un modelo de especulación financiera como el aplicado durante la gestión de Mauricio Macri, y uno de producción y empleo que tiene que buscar alternativas para que ese modelo se realice.

Lapicera para armar las listas  

Ahora, de la mano de Máximo Kirchner -representante de Cristina Fernández de Kirchner en el principal bastión del kirchnerismo duro- el presidente Fernández y Sergio Massa -quienes tendrán la lapicera para aprobar o vetar nombres-, el peronismo de la provincia comenzará a definir las lista con los candidatos que los representarán

Entre los nominados como potables aspirantes figuran Malena Galmarini, Luana Volnovich , Fernanda Raverta, Victoria Tolosa Paz y Daniel Scioli, entre otros.  

Mientras todo eso sucede en la superficie, por lo bajo, los intendentes bonaerenses que decidieron encolumnarse tras la figura del diputado nacional y líder de La Campora, esbozan que la armonía y la unidad del espacio solo se logrará una vez que el Gobierno les garantice la reelección de cara a las presidenciales de 2023.

Son muchos los alcaldes peronistas bonaerenses a los que dentro de dos años se les vence el mandato y los que ven que los puestos en las listas de ese año no alcanzarían para contenerlos a todos.  

"Los intendentes tienen cierto recelo hacia la figura de Máximo y solo están dispuestos a sellar la unidad una vez que se les confirme que van a ser reelectos en 2023", afirman fuentes partidarias consultadas por BAE Negocios.

Conscientes que La Campora viene realizando un trabajo territorial en sus distritos, lo que va en detrimento de su poder territorial, sostienen que "la paz" se sellará una vez que se confirme que podrán volver a presentarse. 

"Si eso no sucede y La Campora les sigue pisando el territorio, volverán a acelerar a fondo para dar muestras de su poder y ahí se acabarán los enunciados de unidad ", indican.

Lejos de esas advertencia, en el Congreso partidario del último sábado, Máximo le mandó un mensaje directo al jefe comunal de Esteban Echeverría, Fernando Grey, quien en su momento mostró su rebeldía ante el desembarco del camporista al frente del partido.

"Los egos en la política, a mi entender, son una mochila muy pesada que te dobla la espalda y te deja de rodillas”, afirmó Kirchner sin rodeos y dispuesto a consolidar su liderazgo.