Presión sobre Rusia para que retire sus tropas de la frontera con Ucrania

Presión sobre Rusia para que retire sus tropas de la frontera con Ucrania
Lo hizo la OTAN, que no pudo confirmar que Moscú haya replegado sus fuerzas, como lo había afirmado Putin.
En una escalada de la tensa situación internacional que provocó la crisis de Ucrania, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) salió ayer a presionar a Rusia para que retire sus tropas de la frontera de ese país del Este europeo, tal como el presidente Vladimir Putin había prometido a las autoridades alemanas.

“No puedo confirmar que Rusia esté retirando sus tropas. No es lo que hemos visto”, afirmó Anders Fogh Rasmussen, secretario general del organismo tras el encuentro que mantuvo en Bruselas con los ministros de Relaciones Exteriores de los 28 miembros de la Alianza. “Este despliegue militar masivo no puede de ninguna manera ‘desescalar’ la situación, algo que todos queremos que suceda, por lo que continuaremos urgiendo a Rusia a retirar sus tropas ”, agregó.

El lunes pasado el presidente Putin le comunicó a la canciller alemana Angela Merkel que Rusia estaba procediendo a retirar parcialmente las tropas de la frontera con Ucrania. Luego, el Ministerio de Defensa ruso precisó que se trataba sólo de un batallón de infantería motorizada de 1.200 efectivos. La cifra es muy pequeña en comparación con la cantidad de soldados que se encuentran desplegados en la línea fronteriza ucraniana.

El vocero del departamento de Estado norteamericano, Jen Psaki, sostuvo que Rusia tiene “más de siete brigadas”, lo que daría un total de 35.000 a 40.000 efectivos. “Hay una enorme cantidad de fuerzas alrededor de Ucrania, sin mencionar las que están en Crimea”, señaló. La fuerte presencia militar ruso en la región despertó el temor de una invasión sobre el este ucraniano, en gran parte de habla rusa.

Dentro de este conflictivo panorama, ayer el Parlamento ucraniano aprobó una ley para realizar en mayo ejercicios militares en territorio ucraniano con países de la OTAN y de la Unión Europea. Está previsto que participen 2.500 militares ucranianos y otros tantos extranjeros, entre ellos de Estados Unidos. La medida es una fuerte advertencia hacia Rusia, que tiene su principal base naval en Crimea.

En los años 90, la OTAN prometió a Rusia que no realizaría despliegues de grandes dimensiones en los países del este europeo. Sin embargo, la situación cambió en las últimas semanas con la crisis ucraniana y la anexión de Crimea por parte de los rusos.

En la reunión de ayer en Bruselas, los miembros de la OTAN resolvieron también pedirle a los comandantes militares de los diferentes países que integran el organismo que “analicen nuevas medidas para mejorar la defensa colectiva y la disuasión contra cualquier amenaza u agresión a la Alianza”. “Queremos estar seguros de tener planes militares actualizados, ejercicios de disuasión y de despliegue apropiados”, sostuvo Rasmussen.

Pese a la escalada de la crisis, Rasmussen rechazó un desplazamiento directo de tropas hacia el este: “Creo que todos pensamos que el mejor camino para avanzar es un diálogo político y diplomático”. Los pasos que dé la OTAN dependerán, explicó, “ de la evolución de la situación ”.

De forma similar se manifestó el jefe de la diplomacia holandesa, Frans Timmermans, que rechazó la necesidad de tropas en la frontera con Rusia. Su colega noruego, Borge Brende, agregó que la OTAN “no debería escalar la situación innecesariamente”. También Francia y Alemania se mostraron favorables a evitar provocaciones. “Un conflicto como éste en este momento no puede resolverse militarmente ”, dijo el ministro alemán, Frank-Walter Steinmeier.

Por el momento, lo único seguro es que la alianza atlántica acompañará los ejercicios militares ucranianos y reforzará la vigilancia aérea sobre el Báltico. Con ese fin Estados Unidos aumentó sus aviones de cuatro a diez. Los ministros también están considerando la forma de seguir ayudando a Ucrania en la defensa de su territorio, y se prevén medidas de formación y asesoramiento militar.

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