Presión de Cambiemos para controlar las comisiones que tratarán las reformas de Macri

Presión de Cambiemos para controlar las comisiones que tratarán las reformas de Macri

Retiene presupuesto, Constitucionales y Legislación. Se apodera de previsión y salud. Triaca presiona por Trabajo.

Emilio Monzó y Mario Negri están eligiendo las autoridades de las comisiones que deberán tratar en diciembre el presupuesto y las reformas enviadas por Mauricio Macri.

Y aunque hay muchos nombres en danza aún restan definiciones políticas, como saber si Jorge Triaca podrá cumplir su objetivo de tener un PRO al frente de la Comisión de Trabajo.

Monzó prefiere negociarla con el peronismo dócil, pero para el ministro sería arriesgar la reforma laboral que está frenada en el Senado, justamente, por la falta de un discurso único de la CGT. 

En el macrismo hablan del santafesino Lucas Incicco, de buen vínculo con Triaca. Y Negri aportó un nombre: el santafesino Albor Cantard, abogado y experto en derecho laboral.

El PRO da por hecho que retendrá las presidencias de Presupuesto (con Luciano Laspina), Finanzas (Eduardo Amadeo), Legislación General (Daniel Lipovetzky) y Asuntos Constitucionales (Pablo Tonelli).

Triaca pide la comisión de Trabajo, pero Monzó quiere negociarla con el peronismo dócil, que le asegura el quóurm. La UCR propone a Cantard y a la correntina Regidor para Previsión Social. Macri pidió por Polledo en Salud. 

Y para diciembre quieren recuperar Previsión y Seguridad Social, presidida por Mirta Tundis. Graciela Ocaña la rechazó (pretende Personas Mayores, una comisión casi inactiva) y la UCR anotó a la correntina Estela Regidor, electa en octubre.

Mauricio Macri pidió personalmente la comisión de Salud para su protegida Carmen Polledo, que se imaginaba como autoridad del bloque y no pudo ser. No será difícil: la actual presidenta es la kirchnerista Carolina Gaillard, diputada hasta el 10 de diciembre.

La sesión preparatoria será el miércoles 6 pero no se votarán las autoridades de las comisiones, sino un criterio para distribuirlas, que el reglamento obliga a diseñarlo acorde a la distribución de fuerzas en el recinto.

De todos modos, el criterio nunca es otra cosa que un acuerdo político posible para llegar a una mayoría. Y en eso están Monzó y Negri: en definir con quién aliarse y qué ofrecerle.

Ocurre que Cambiemos necesitará de al menos 20 diputados para llegar al quórum y alguna presidencia importante debe ceder, aunque no quiera.

Sus aliados serán los peronistas del bloque justicialista, identificados en los gobernadores, que esta semana empezaron a armar un interbloque con socios de partidos provinciales.

Pero no hay certezas sobre qué número alcanzarán y mucho menos si podrán desplazar al kirchnerismo de segunda minoría y pelearle una vicepresidencia.

En Cambiemos estiman que de las 45 comisiones se alzarán con 19 presidencias, pero al margen de esas cuentas, para alcanzar el quórum alguna de peso debe resignar.

No quieren ceder Minería, que estuvo presidida por Eduardo Cáceres y no trajo mayores problemas en un tema siempre candente entre las entidades intermedias.

Menos aún juicio político, cerrada bajo llave por Álvaro González. En sus manos está un pedido de juicio político de Elisa Carrió a Ricardo Lorenzetti.

En estos dos años Cambiemos sufrió presión de algunas comisiones sensibles como Derechos Humanos, presidida por Victoria Donda, quien viajó a Esquel a pedir la aparición de Santiago Maldonado. Claudio Avruj anotó para elegirle un sucesor, pero Monzó lo dejó en la fila.

La desaparición del submarino Aras Santa Cruz le subió el precio a la Comisión de Defensa, que en estos dos años presidió en silencio Nilda Garré.

Otro botín son las bicamerales y Cambiemos seguramente pondrá todas las fichas en la de trámite legislativo, encargada de dictaminar sobre los decretos de necesidad y urgencia.

En estos dos años sufrió más de una decena de dictámenes en contra y debió negociar temas puntales con los gobernadores para que varios no lleguen al recinto del Senado.

Si ambas Cámaras rechazan un decreto lo anulan de hecho y Cambiemos seguirá siendo minoría. Por eso Monzó, prefiere negociar tranquilo.

Comentá la nota