El Pro se prepara para un futuro con menos influencia de Marcos Peña

El Pro se prepara para un futuro con menos influencia de Marcos Peña

Larreta y Vidal tendrían más injerencia en el partido macrista si le tocara ser oposición

 

Tras la caída electoral en las PASO, el escenario cambió. Y Pro, el partido fundado por Mauricio Macri a principios de siglo, se prepara ya para una nueva etapa, con el eventual regreso a la oposición como principal hipótesis de trabajo y nuevas caras a cargo de la conducción.

La semana pasada, la sugestiva novedad fue la nominación del legislador porteño y actual secretario general del partido, Francisco Quintana, como postulante a un lugar en el próximo Consejo de la Magistratura porteño. La presentación, que se traducirá en designación formal a mediados de noviembre, fue fruto de una negociación a varias bandas entre Horacio Rodríguez Larreta, Daniel "Tano" Angelici, Marcos Peña y el propio Macri. Quintana, el hombre de Peña en el partido y candidato número uno a la presidencia antes de las PASO, se asegura así un espacio en el órgano que juzga a los jueces y también tendrá "un rol relevante" en Boca Juniors, siempre y cuando Cristian Gribaudo -delfín de Angelici- triunfe en las elecciones del club xeneize, a fin de año.

"Es el mejor lugar que Horacio le podía ofrecer", explicaron cerca del jefe de gobierno porteño, donde también consideran "propio" a Quintana, a quien se mencionó como eventual secretario de Interior en un eventual segundo mandato presidencial de Macri. "Hoy las chances de que eso se cumpla son bajas", razonan en el edificio de Parque Patricios. El acuerdo deja un herido: el también legislador Daniel Presti, un "Pro puro" cercano a José Torello y Pablo Clusellas, que sonaba para ese mismo cargo.

Un legislador cercano a Quintana evaluó que aún es "prematuro" adivinar cuál será la conducción después del 27de octubre. "El resultado va a marcar la línea a seguir. No descartamos nada", contestan con prudencia desde la Legislatura porteña.

De todos modos, será Horacio Rodríguez Larreta -si concreta ese mismo día su reelección en la ciudad- quien tendrá las mayores chances de imponer condiciones y nombres, aseguran fuentes partidarias. También cerca del jefe de gobierno consideraron "aventurado" arriesgar sobre eventuales nombres propios para la futura dirigencia.

"Quintana y [Humberto] Schiavoni [senador y actual presidente del partido] van a quedar fuera de la conducción partidaria", especula otro operador, dando por válida la hipótesis de una derrota de Macri a manos del Frente de Todos, que encabeza Alberto Fernández, y el "paso al costado" del jefe de Gabinete de las cuestiones partidarias.

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Larreta y Vidal tendrían más injerencia en el partido macrista si le tocara ser oposición Fuente: Reuters - Crédito: Agustin Marcarian

 

Para Larreta, y también para María Eugenia Vidal, el partido sería un "vehículo" para viabilizar acuerdos más amplios con otros sectores, habida cuenta de la hipotética necesidad de reorganizar a la tropa luego de una eventual repetición del resultado de las PASO. El jefe de gobierno, que maneja Pro en el distrito "en consenso" con su presidente formal, Diego Santilli, piensa en replicar a nivel partidario el esquema de alianzas que le permitió gobernar la ciudad. También Vidal imagina una "apertura" más allá de las fronteras partidarias.

"No me imagino a María Eugenia encerrada en el partido, sí en algo más amplio con la CC-ARI, con la UCR", comentan cerca de la gobernadora bonaerense, que en 2018 "devolvió" la jefatura de Pro bonaerense a Jorge Macri, luego de su normalización legal.

De todos modos, un dato fundamental cruza todas las especulaciones sobre el futuro cercano. "No está definido qué va a hacer Mauricio, hay que ver cuál es su voluntad; si sigue, las cartas se redistribuyen", especula un importante referente bonaerense.

Otra incógnita está dada por el rol de Emilio Monzó -arquitecto del armado partidario nacional junto a Schiavoni desde 2011- en el nuevo esquema. El almuerzo que, días atrás, compartieron Larreta y el titular de la Cámara baja en la Recova porteña no parece suficiente para atraer al monzonismo. "Estaremos donde nos diga Emilio. Pero donde esté Vidal ahí no vamos a estar", afirman dos referentes del espacio, aún enojados por el último cierre de listas bonaerense. "No tenemos problemas con nadie", responden cerca de la gobernadora, donde sospechan que Monzó "no quiso negociar" para "quedar como víctima" y así tener las manos libres para alejarse de un espacio en el que, al menos desde 2015, se siente incómodo.

 

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