Preocupación por el edificio de la escuela Juan B. Bustos

Preocupación por el edificio de la escuela Juan B. Bustos

Cayó parte del cielorraso en el hall de ingreso al establecimiento, en el horario en que se realizaba el cambio de turno de los alumnos. Esperan una evaluación de Educación para realizar las obras.

Los problemas edilicios de la escuela Nº 256 Juan Bautista Bustos llegaron esta semana a un punto preocupante. El miércoles al mediodía, mientras el turno mañana se retiraba y el tarde ingresaba, parte del cielorraso del hall se desprendió y cayó. Afortunadamente no hubo ningún herido, pero las autoridades decidieron cerrar el paso por ese lugar hasta que no se realicen las obras necesarias para garantizar la seguridad de los estudiantes y el personal.

A la caída del cielorraso se suman una gran cantidad de problemas de humedad, rajaduras en las paredes y el preocupante estado de los balcones que están sobre avenida Rivadavia. Por eso, la escuela ha realizado los reclamos correspondientes al Ministerio de Educación, desde donde les han indicado que primero se realizará un relevamiento de todas las obras necesarias en el edificio para luego definir los presupuestos y el inicio de los trabajos.

Silvina Dardel, vicedirectora reemplazante de la escuela, relató a Diario UNO lo ocurrido y brindó precisiones sobre los recaudos que se han tomado a partir de cada uno de los inconvenientes que tienen las instalaciones debido a que se trata de una construcción antigua.

“El miércoles, alrededor de las 13, sentimos un estruendo en el hall y cuando fuimos a ver, nos dimos cuenta de que se había desprendido parte del cielorraso. Enseguida llamamos al supervisor y a la Región IV de Educación para informar lo que había pasado. Ellos nos contactaron con Infraestructura donde nos indicaron los pasos a seguir”, detalló. En ese sentido, agregó que se realizó el acta correspondiente y que se constató que nadie haya resultado herido.

También explicó que desde el Ministerio de Educación enviaron a un contratista para evaluar la situación. El especialista llegó esa misma tarde al edificio y desprendió el resto del material que estaba en riesgo de soltarse. “Sacó todo lo que estaba flojo. También trabajó en otro sector donde había habido problemas y sacó todo lo que podía caerse”, detalló la vicedirectora reemplazante. Hasta ayer esperaban que se acerque más personal del área de Infraestructura de la cartera educativa para realizar un relevamiento del estado del edificio y definir las reparaciones necesarias.

“Según lo que nos dijo el contratista, el problema es que es un edificio muy viejo y que el cielorraso está hecho con un material que corroe el hierro y eso hace que, con el tiempo, se vaya desprendiendo. Por eso la recomendación es sacar todos los cielorrasos de la escuela y hacerlos nuevos”, relató Dardel.

Hace un tiempo habían tenido un problema similar en una sala que utilizan los profesores y preceptores y se optó por retirar todo el material y dejar el techo sin revestimiento. Por lo que, más adelante, las autoridades revisarán las dos alternativas.

Sin heridos

Si bien en el momento en que se desprendió el pedazo de cielorraso era de mucho tránsito en el hall de ingreso a la institución escolar, no hubo heridos por la caída del material. “Había un alumno que estaba sentado en un banco ubicado cerca del lugar, por lo que el pedazo que se desprendió cayó cerca de él. Por suerte, no lo lastimó, ni le cayó encima. Le salpicó parte del revoque. Enseguida nos aseguramos de que esté bien y llamamos a su casa para informarle a los padres lo que había ocurrido. De todas maneras, él está bien, no le pasó nada”, subrayó la educadora.

A partir de ese hecho, y teniendo en cuenta de que luego cayó otro pedazo de revoque en otro sector del hall, las autoridades vallaron con bancos y pizarrones el sector para impedir el paso de los alumnos y del personal. Es así que, desde el miércoles, el lugar de ingreso al edificio es el portón verde que se encuentra al costado de las puertas principales. De todas maneras, el contratista que envió la cartera educativa les aseguró que lo que quedó está firme.

Una vez que se definan cuáles son los trabajos que hay que hacer, a partir del relevamiento de la cartera educativa en el edificio, la escuela deberá conseguir distintos presupuestos y presentarlos para que se defina quién realizará las tareas. Teniendo en cuenta los tiempos administrativos, desde el establecimiento suponen que las tareas comenzarán a partir de la segunda mitad del año.

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