Precio de la Carne: hubo una leve baja, pero no conforma al Gobierno

Precio de la Carne: hubo una leve baja, pero no conforma al Gobierno

Sólo en algunos barrios y algunos cortes hubo pequeñas correcciones a la baja que no compensan la suba de junio, superando la media de precios de alimentos.

El Gobierno apunta nuevamente a la exportación del maíz por el aumento en el precio de la carne. Después de que se dispusiera el cese de exportaciones de cortes populares, sobre los cuales se aseguró una oferta local a bajo precio, y un cupo de 50 por ciento en la venta externa para el resto y acordara , los precios en el mostrador recién comenzó a mostrar algunas bajas en las últimas dos semanas. Sin embargo, no alcanzan para suplir la suba que tuvo hasta junio --y más precisamente el mes pasado--, donde la carne vacuna mantuvo su liderazgo entre los mayores precios de los alimentos. Esta semana hubo reuniones entre representantes de Desarrollo Productivo y Agricultura para avanzar en el plan ganadero, que busca duplicar la producción, donde el precio del grano vuelve a ser un factor clave

"Está bastante trabada la negociación. No hubo muchos avances", admitió a El Destape una alta fuente de una de esas carteras. Esta semana hubo cuatro reuniones para analizar los programas de más largo aliento para el sector, mientras que releva el resultado de las primeras medidas directas para bajar el precio de la carne. El Gobierno estableció hace tres semanas y hasta fin de año la suspensión de exportaciones de medias reses, cuartos con hueso, asado, vacío, matambre, cuadrada, paleta, tapa de asado y falda. También se estableció la reducción de las exportaciones de carnes en un 50 por ciento por un período de 30 días. 

Se mantuvieron excluidos los contingentes arancelarios otorgados por terceros países (cuota Hilton, 481 y otros). En esos 30 días, los exportadores tendrán una cuota de exportación equivalente a la cuota de mercado del año 2020. Fuentes oficiales confirmaron que este semana se conocerá además la habilitación de exportación de cortes de asado vacuno, quedando prohibidos los del novillo, y el cupo de carne kosher. Por su parte, los frigoríficos exportadores se comprometieron a incrementar la oferta de los once cortes no exportados a precios acordados en supermercados nacionales, cadenas regionales y carnicerías: asado, vacío, matambre, cuadrada/bola de lomo, paleta, tapa de asado, carne picada, falda, carnaza, roast beef y espinazo.

El objetivo de los acuerdos era que, además de poder contar con esta oferta en los puestos de venta pactados o en los mercados federales ambulantes, sirviera de referencia para arrastrar una baja general en el precio de la carne, que acumula en un año una alza de hasta casi 80 por ciento. En algunas carnicerías y para el caso de algunos cortes puntuales hubo una leve baja en el mostrador, aunque no fue generalizada. Este medio consultó a la Secretaría de Comercio sobre el resultado de los relevamientos, pero aseguraron que todavía no había datos al respecto. Mientras tanto, distintas consultoras afirmaron que los precios de la carne durante junio, en medio de la prohibición total para exportar hasta "reordenar el mercado", los precios de cortes vacunos volvieron a superar la inflación en alimentos.

Desde la consultora LCG indicaron que la suba del precio de la carne en junio fue de 3,8 por ciento, por encima de la estimación general de 3,4 por ciento. Focus Market informó un aumento del 3,5 por ciento, aunque desacelerándose respecto de mayo. La consultora reveló que el incremento llega al 74 por ciento interanual. Según Ecolatina, subió más de 4 por ciento en junio y ya acumula una suba de 51 por ciento en lo que va del 2021. Se espera una baja en el mostrador, ya que en el Mercado de Liniers los cortes exportables que, en algunos casos compiten con los internos --como el novillo de consumo-- acumulan desde el 20 de mayo (el 21 de junio pasado se dispusieron las medidas para el sector antes mencionadas) de entre 15 y 40 por ciento, según un relevamiento del sitio especializado Bichos de Campo.

Esta semana se dio inicio formal a las reuniones para el Plan Ganadero con el Consejo Agroindustrial, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina y gobernadores. El objetivo de mediano plazo es aumentar la producción de carnes con una meta de 5 millones de toneladas anuales: 3 millones para el mercado interno (que permitiría aumentar el consumo en el mercado interno a más de 70 kilos por año por habitante) y 2 millones para exportación (que implicaría duplicar las exportaciones del último año).

El jueves, previo a la movilización del viernes de un sector beligerante del campo con la ex ministra Patricia Bulrich a la cabeza, se concluyeron las primeras cuatro reuniones regionales para la construcción del Plan. Con Cuyo y Patagonia, el ministro de Agricultura, Luis Basterra, culminó la primera ronda de encuentros provinciales para la puesta en común de los lineamientos de un programa nacional de estímulo a la ganadería bovina.

"Nuestra intención es que podamos hacer un abordaje de la ganadería bovina desde una visión federal. Es importante que, a través de esta articulación, podamos fijarnos un horizonte de trabajo de mediano y largo plazo, donde podamos ordenar la relación entre mercado interno y mercado externo, atendiendo las particularidades de cada región", consideró el ministro. Sobre los lineamientos generales en los que se coincidió en el plan se pueden destacar como objetivo el aumento del stock ganadero, mejoramiento de la taza de preñez, promover el mejoramiento de la nutrición animal a través de la disponibilidad del forraje y alimentos de importancia como el maíz. Las dificultades radican en los pedidos de ventajas impositivas del sector que, en muchos casos, requieren de cambios de leyes a través del Congreso de la Nación.

La otra pata a analizar en la estructura de costos de la carnea es el precio del maíz, principal insumo para el engorde del animal. Dado que el plan busca duplicar el peso de faena, los productores requieren de mayor volumen del grano para "cargarle kilos". Allí es donde entra en debate nuevamente el impacto de los precios internacionales del maíz en los costos internos de producción de proteína animal.

"Se exporta muchísimo maíz que se utiliza en el exterior para alimentar producción de cerdos y de pollos, con lo cual nuestro país pierde un negocio que agrega valor, inversión y más empleo, y eso es lo que estamos intentando revertir, queremos que la carne pueda también crecer en producción, principalmente en el caso de la carne bovina, que tiene hasta un componente emocional en las mesas de nuestro país”, explicó este fin de semana, en declaraciones a Futurock, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. "El objetivo es producir y exportar más, pero sin descuidar el mercado interno principalmente”, reiteró el funcionario.

 

POR CRISTIAN CARRILLO

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