El político tiene la guardia baja ante el estrés

Hace una semana, el ex presidente Néstor Kirchner ingresaba a un sanatorio, por segunda vez desde que saltó al escenario de la cosa pública nacional. Los médicos coincidieron que el estrés que estaba sufriendo había sido el desencadenante de su internación. El hecho no es aislado: otros dirigentes vivieron situaciones similares.
Entre fines de los 80 y principios de los 90, por televisión podía verse una serie cómica protagonizada por Emilio Disi, Dorys del Valle, Juan Carlos Thorry, Gladys Florimonti, Katja Alemann y Edgardo Mesa, entre otros. La trama era simple: una clínica de reposo ofrecía servicios a quienes necesitaran relax. Claro que lo que menos conseguían era eso; y allí radicaba la risa. La serie se llamaba "Stress".

Pero el estrés debe ser tomado con seriedad. En los últimos años pasó a ser considerado un factor clave para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Cuando se suma al tabaquismo, a la diabetes, al colesterol alto, por ejemplo, es un peligroso cóctel.

El modo de vida actual hace que nadie esté exento de sufrir picos de estrés. Empero, según coinciden los especialistas, a mayor grado de responsabilidad, mayor es la predisposición. Allí se enmarca el susto que pasó hace una semana el ex presidente Néstor Kirchner. Susto que no es la primera vez que pasa (Ver "Algunos casos de aquí y de allá").

La provincia, la Nación y otros países cuentan con casos de dirigentes que terminaron entre algodones por no parar a tiempo.

Por su calidad de hombres públicos, de igual modo que los artistas o personas de la cultura, su estado de salud no pasa desapercibido entre la ciudadanía. Se adhiera o no a la política que ejecuten, la mayoría de la gente presta mayor atención a los medios de comunicación, para conocer la evolución de su mal.

LA GACETA consultó sobre este punto a la psicóloga especialista en trastornos de ansiedad Gabriela Martínez Castro y al cardiólogo Eugenio Lobo. Desde sus respectivas áreas, ambos muestran en qué medida la actividad del dirigente coadyuva a que este se vuelva más proclive a padecer un pico de estrés. Curiosamente, cuando ya estaba avanzada la producción de esta página, se conoció ayer la internación del edil capitalino Juan Carlos Mamaní (PJ), debido a un pico de presión arterial y a hiperglucemia. Días atrás, el legislador Fernando Juri Debo (PJ) sufrió un infarto.

Algunos casos de aquí y de allá

- Bill Clinton.- El ex presidente de Estados Unidos fue internado de urgencia el jueves y operado del corazón. El mismo admitió que el estrés fue determinante.

- "Isabelita" Martínez de Perón.- El sábado 13 de septiembre de 1975, la ex presidenta María Estela "Isabelita" Martínez de Perón delegó el Poder Ejecutivo al entonces titular provisional del Senado Italo Argentino Lúder. "Sólo necesito descansar, como cualquier ser humano", había dicho. Se tomó 55 días de licencia (regresó el 6 de noviembre).

- Carlos Saúl Menem.- El riojano también fue operado por una obstrucción en la carótida interna. También en aquella ocasión se habló del estrés que sufría.

- Fernando de la Rúa.- En una entrevista que concedió al diario porteño "InfoBAE", el radical se refirió a la operación que le realizaron al ex mandatario Néstor Kirchner. "El poder genera mucho estrés. En mi caso, la angustia financiera. La tensión para atender las urgentes necesidades sociales y las deudas internacionales. Arrancar a las 7 con el ministro de Economía que no tiene buenas noticias, no es fácil", dijo. De la Rúa fue intervenido de una angioplastía, en junio de 2001.

- Néstor Kirchner.- El domingo, el esposo de la presidenta, Cristina Fernández, ingresó a un sanatorio a raíz de una obstrucción en la arteria carótida derecha, y fue operado. En abril de 2004, cuando ocupaba el cargo de Presidente, también estuvo internado. En aquella oportunidad, sufrió una gastritis erosiva con hemorragia intestinal. En ambas situaciones, los médicos coincidieron en que el estrés había sido el detonante.

- Raúl Topa.- El ex intendente de la capital presentó su renuncia indeclinable al cargo. Adujo razones de salud. "El dictamen médico es inapelable y me obligó a tomar esta decisión", había explicado el 26 de agosto de 2002.

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