“Las políticas actuales impulsadas por la gobernadora, Lucía Corpacci, y el ministro de Producción, Raúl Chico, apuntan a fortalecer un sector vitivinícola que antes tenía que depender de acciones coyunturales y no de políticas planificadas como hoy”, aseveró el director de Colonización, Pedro Aldo Saleme.

En este sentido, el funcionario destacó el convenio firmado días pasados entre la cartera de Producción provincial y Nación, de corresponsabilidad gremial y empresarial para el sector Vitivinícola, con la finalidad de promover la reducción de la informalidad del trabajo rural.

“Indudablemente, la firma de este convenio es un eslabón más de una cadena productiva mucho más ambiciosa. Las novedades propician un empuje hacia un sector olvidado por la administración anterior.

 Hoy hay una planificación, el sector sabe adónde quiere ir y es un paso importante  que el vino catamarqueño salga envasado en origen como tal y deje de venderse a otras zonas vitivinícolas como propias, sin poder desarrollar la denominación de origen catamarqueño”, destacó Saleme.

Por último, el director de Colonización de la provincia aseveró que “hoy las personas vuelven a creer en nuestra provincia”.

 

“Hoy están invirtiendo de nuevo en Santa María y Tinogasta”

Además, el director de Colonización, Pedro Aldo Saleme, aseveró que por las políticas de Estado impulsadas por el actual gobierno de Lucía Corpacci, arribaron inversiones en Santa María y Tinogasta para el desarrollo del sector vitivinícola.

“Hoy vemos personas que creen en nuestra provincia y en esta administración, están invirtiendo en Santa María y Tinogasta en nuevas plantaciones”, aseveró Saleme.

En este sentido, consideró que “esto significa que tenemos un voto de confianza que se debe, por supuesto, mejorar a las buenas prácticas y la industrialización en un sector que necesita invertir en tecnología, pero la calidad de nuestros vinos nos hace una provincia muy competitiva en el nivel nacional”.

Por otro lado, cuestionó a la anterior gestión del FCyS, recordando que por sus acciones de gestión  “llevaron a la industria vitivinícola catamarqueña a tocar fondo, y este Gobierno apunta que no caiga, porque en los años de esplendor las bodegas de Tinogasta solamente tenían 1.500 empleados fijos entre las bodega, Pizzeta, Grafigna y Saleme”.