Luego de la muerte del taxista Mario Riera volvió a levantar temperatura la cuestión de la instalación de las mamparas antivandálicas y los GPS en los taxis. Hasta ahora, una ordenanza municipal -que hace poco menos de un mes quedó en suspenso- obligaba a la colocación de ambas herramientas (ver recuadro). Pero la mayoría de los taxistas se negaron desde el inicio. ¿Por qué?

"Las mamparas no sirvieron en ningún lado. En Rosario hicieron la prueba y las terminaron sacando. No te protege, el ladrón se baja y te roba por la ventanilla", opinó el presidente de la Sociedad Conductores de Taxis de Mar del Plata, Raúl Vicente.

En ese sentido, recordó "las experiencias que tuvieron Rosario y Mendoza, yo estuve en esos lugares, no dieron resultado. El tipo te dice que se tiene que bajar, porque no puede meter la mano en el bolsillo para pagar porque está ajustado por la mampara, y te asaltan por la ventanilla".

Además, consideró al sistema como "incómodo, porque tenemos autos que son relativamente pequeños. No hay una sola experiencia positiva de la mampara, no hay una sola ciudad en el país que se pueda poner como ejemplo que dio resultado".

Mirada coincidente

Con esa opinión coincidió el titular de Taxicoop, Angel Di Paolo, que se preguntó "¿cómo lo van a tomar los turistas, qué van a pensar cuando lleguen a la ciudad turística más importante del país y vean que los taxis están blindados?".

Más allá de la cuestión estética, advirtió que "la mampara no es la solución al problema de la inseguridad" y sugirió que "la policía se instale y controle en los puntos calientes. En Mar del Plata conocemos las zonas peligrosas", y enumeró sitios como "La Herradura, las cercanías de la villa Mateotti y el barrio Centenario, entre otras".

Desde el sindicato unido multisectorial autónomo de trabajadores taxistas, remiseros y autos rurales (Sumattra), se sumaron a la negativa. "Hoy, el 80 por ciento de la flota no está en condiciones de instalarlos. En España y en otras partes del mundo las han dejado de lado porque, en caso de accidentes, mucha gente se ha lastimado", señaló el titular de la entidad, Walter Buda. Y añadió: "Estamos hablando de taxis, no de patrulleros. Además, en los últimos cinco casos, ni el GPS ni la mampara hubieran sido efectivos para salvarle la vida a nuestros compañeros".

A favor

Desde la vereda de enfrente, y alineado con los postulados del gobierno municipal, el titular del Sindicato Unico de Peones de Taxis (Supetax), Donato Cirone, reconoció que no se trata de una solución mágica pero "eso no quiere decir que no sirva".

"Hay casos en que una mampara puede salvar la vida. En este caso de Riera, pareciera que no -dijo-. Pero aún teniendo un auto todo blindado, en algún momento el chofer se tiene que bajar. Si viaja con alguien que llegó de vacaciones por ejemplo, hay que bajarse a sacar las valijas y ahí te pueden matar".

En ese sentido, comparó a la mampara con "el chaleco antibalas. No le va a salvar la vida a un policía, pero eso no quiere decir que no le sirva. Una casa con rejas no está protegida del todo contra un robo, pero es una prevención. Tenemos que buscar todas las alternativas para que los taxistas estén protegidos".

El GPS

La otra cuestión está referida a la instalación de los GPS en todos los techos amarillos. En ese punto también coincidieron Vicente y Di Paolo: "Es una herramienta que puede ayudar".

Sin embargo, desde la Sociedad Conductores de Taxis explicaron que "vamos a hacer el camino inverso a lo propuesto por la Municipalidad. Primero queremos corroborar que sirva" y, con ese fin, iniciaron una prueba piloto en 30 vehículos que promete arrojar resultados "antes de fin de año".

"En determinados casos -detalló Vicente- el GPS puede ser de ayuda y muy positivo, pero en casos de tanta violencia (como el del sábado) no puede hacer nada. Es como tener alarma en la casa, ¿y si te agarran cuando estás entrando?".

A su turno, el titular de Taxicoop consideró que "puede ser una herramienta más que ayuda, pero no es la salvación y debe ser optativo".

"Para nosotros -dijo Di Paolo- la solución pasa porque la policía controle los puntos calientes de la ciudad. Necesitamos más control y que se realicen como corresponde".

Asimismo, añadió que "el delito se vio incrementado por la violencia y la droga, como así también crecieron los asentamientos y los casos de reincidencia".

Sobre ese punto, Vicente aseguró que "sabemos que los delincuentes reincidentes tienen directa relación con la creciente inseguridad en la ciudad".

Por otra parte, señalaron que "no se trata del problema de costos, porque el aparato se da en comodato y después se paga una cuota mensual, como con la radio". Ese costo oscilaría entre las "200 fichas, que a precio de hoy daría unos 280 pesos, aproximadamente".

En primera persona

Con casi 30 años de oficio, Andrés (licencia 596) se negó a la instalación tanto de la mampara antivandálica como al GPS porque "no sirven, porque la mayoría de los asaltos son desde afuera".

Además, consideró que "la mampara quita espacio al pasajero, le va a generar incomodidad, y no nos protege", a la vez que pidió "más controles policiales, pero que se hagan bien, porque siempre nos piden documentos a nosotros y nada al pasajero. Así nos pueden asaltar tranquilamente".

Maxi, chofer de la licencia 604, se negó a la instalación tanto de las mamparas antivandálicas como del GPS porque "no sirven, no son la solución para el problema".

Mario, que maneja el auto licencia 1554, trabaja "casi siempre de noche, cumplo el turno de 4 de la tarde a 4 de la mañana", estimó que "me da lo mismo, pero creo que ninguna de las dos opciones te protege. Trabajo desde hace 7 años en esto y se fue complicando con el tiempo".

Cristian, por su parte, hace 3 años que conduce el techo amarillo 1549 y se mostró en desacuerdo con tener que instalar tanto la mampara como el GPS.

"No sirven para nada -aseguró-, porque si quieren balearte igual el tiro puede entrar por la puerta. Fijate lo que pasó con Riera".

Además, contó que "yo tuve el GPS y no andaba. Cuando llega la policía y te robaron todo" y consideró que "ambas cosas significan un gasto extra, que con la radio se puede llegar a los 1.200 pesos mensuales. Una barbaridad".

Julio, con más de 50 años de oficio, se sumó a esa queja: "Es un costo fijo más, en un momento en que la economía está mal".

Además, opinó que la mampara es "totalmente incómoda. Estuve sentado en el asiento de atrás de un móvil policial y no entro, me tocan las rodillas. Así que imaginate la incomodidad que significaría para los pasajeros".

Ambos taxistas, que comparten parada, coincidieron en la necesidad "de realizar bien los controles en los Corredores Seguros. Primero, todos saben dónde están, y segundo no controlan. Los policías duermen adentro de los patrulleros o sólo nos piden documentos a nosotros".