En Mar del Plata, el hervidero político no es sólo potestad de Cambiemos en tiempos de Arroyo. El arco opositor también exhibe un escenario plagado de disputas internas que recrudecieron a partir de la anulación de una serie de listas. A diferencia de lo sucedido en el frente de Gobierno, donde la lapicera de Vidal sirvió para tachar toda posibilidad de contienda intra-alianza en agosto, en Unidad Ciudadana la Junta Electoral fue la que abortó una contienda en las PASO, mientras que en Acción Marplatense se objetó a los dos primeros candidatos de la lista que desafía al pultismo.  

Esto produjo un cataclismo político que se respira con fuerza por estas horas, donde en algunos sectores del peronismo no dudan en hablar de “proscripción”.

El frente referenciado con Cristina Fernández de Kirchner tenía a priori un amplio abanico de seis listas. Sin embargo, sólo fue avalada la boleta impulsada por la diputada camporista Fernanda Raverta, con llegada directa a Máximo Kirchner. La influencia de la legisladora en su compañero de bloque en la Cámara baja nacional se marca en el peronismo marplatense como el factor clave de la poda general de líneas internas.

Que el líder de La Cámpora entrecruce los nombres de los dos primeros candidatos de la única lista que quedó en pie -“Marcos Rodríguez y Daniel Gutiérrez”, suele rebautizar a los concejales Marcos Gutiérrez y Daniel Rodríguez- es un indicador de la confianza ciega que el santacruceño deposita en Raverta.

Así, las nóminas desactivadas en Unidad Ciudadana fueron las encabezadas por Horacio Tettamanti (ex funcionario de Pesca), Brian Cardoso (mariottista y referente local del gremio de Trabajadores de Supermercados), Edgardo Díaz (dirigente local de Forja, espacio del radicalismo kirchnerista), Aldo Albarracín (de la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo) y Carlos Cheppi, ex titular del INTA y otrora embajador en Venezuela durante el gobierno de CFK.

LA LAPICERA CAMPORISTA. “En lugar de trabajar por la unidad, se ha forzado una lista única que no nos representa, decidiendo restar en momentos en los que se necesita imperiosamente sumar”, señaló Cheppi en una carta publicada en las redes sociales, al tiempo que hizo referencia a “aspiraciones personales que se han impuesto”. Aquí, aunque sin mencionarla, el dardo fue dirigido hacia Raverta, sobre quien las voces de los distintos sectores consultadas por Letra P posaron su malestar.

En esa línea, otro de los tachados, Horacio Tettamanti arremetió de lleno: “La compañera Raverta, mal que nos pese y nos duela, utilizo las circunstancias de su poder para tomar la misma decisión que María Eugenia Vidal: una sola lista, la de ella. Los demás, todos, a sus casas, obligados a aceptar una representación impuesta, que no pudieron elegir”, espetó.

De esta forma, el predominio del camporismo por sobre el armado peronista marplatense, reavivó tensiones que habían salido a flote tras la derrota de 2015, cuando se rompió la mesa local del FpV y Raverta se llevó a los dos concejales que en esta elección buscarán revalidar sus bancas.  

“Evidentemente, la lapicera es de la mesa chica de La Cámpora y ahí Fernanda (Raverta) hizo su movida”, señalaron a este medio desde uno de los sectores perjudicados, al tiempo que se graficó: “Lo mismo pasó en la lista seccional. Lo ponen a (Gervasio) Bozzano de cabeza cuando en Maipú –distrito del que es oriundo- sacó 700 votos en la última elección. Es una cosa bastante inentendible desde el punto de vista estratégico-político”.

“Esto va a ser muy dañino para Cristina”, vaticinó otra de las fuentes aunque señalan que trabajarán por la candidatura de la ex presidenta, “pero no por la de Marcos Gutiérrez”, aclaran.

EL PULTISMO TACHA COMPETIDORES. La tensión interna también se respira en Acción Marplatense (AM). Y es que, aunque el ex intendente Gustavo Pulti no jugará en esta rueda electoral, apuesta sus fichas a la lista encabezada por el ex presidente del Concejo, Marcelo Artime.

Pero, para estas elecciones, surgió una lista interna que busca desafiar el liderazgo del otrora jefe comunal en el espacio. En este sentido, “Nueva Acción”, línea que tiene como referente al concejal Santiago Bonifatti puso como cabeza de lista a Juan Rey titular de la ONG Hazmereir que supo trascender años atrás cuando se negó a aumentar los precios en su librería a pesar de la “sugerencia” de uno de sus proveedores, algo que valió que CFK, presidenta por ese entonces, lo llamara por teléfono y mencionara su gesto en cadena nacional.  Secundando a Rey, aparece Lucía Bonifatti, hermana del edil y referente de la mencionada línea interna.

Aquí, el cortocircuito interno afloró cuando la Junta Electoral de AM, con sus tres miembros que responden al pultismo, resolvió anular las dos primeras precandidaturas de la nómina de Nueva Acción al marcar que ambos postulantes no están afiliados al partido.

Ante la consulta de Letra P, Santiago Bonifatti señaló que la resolución de la Junta Electoral partidaria se basó en “nuevos requisitos” surgidos de una reunión de la Comisión Directiva realizada el día anterior a la presentación de listas, a los que los definió como “ilegales y discriminatorios” y que se enmarcan en una “actitud antidemocrática”. En este sentido, el conductor de “Nueva Acción” señaló que una reunión de Comisión Directiva “no puede modificar la carta orgánica del partido –que no establece el requisito de ser afiliado para ser candidato-. Tiene que ser por asamblea”.

Por todo esto, el sector de Bonifatti realizó una presentación ante la Junta Electoral bonaerense que, hasta este martes, aún no ha dictaminado al respecto. De no obtener resultados en este organismo, en este espacio barajan la posibilidad de elevar el planteo a la Justicia ordinaria para que sus postulantes puedan jugar en la interna. Este miércoles podría haber definiciones.