CFK pidió reformar la Constitución aunque aclaró que no la impulsa

CFK pidió reformar la Constitución aunque aclaró que no la impulsa
En un acto kirchnerista sobre la reforma judicial la Presidenta pidió cambios a la Carta Magna aunque aseguró que no los propondrá. En sus filas, anticipan reabrir el debate

SEBASTIÁN IÑURRIETA Buenos Aires

Otra vez Cristina Fernández de Kirchner coqueteó en público con la idea de modificar la Constitución. Sobre el escenario, la Presidenta la reclamó para “hacer una completa reforma judicial” pero no pasaron ni dos segundos para que aclarara que ella no la propondrá.

El año pasado, el deseo presidencial se trasladó a la base kirchnerista, creando incluso el “Movimiento por una Nueva Constitución Emancipadora”. La polémica por una cláusula re-reeleccionista, inflada por las criticas opositoras, hizo naufragar el proyecto.

“Lo digo con todas las letras, la Constitución debería ser modificada”, sentenció la mandataria, ante miles de personas que la escuchaban en la Universidad de La Matanza, en el cierre del Congreso de democratización judicial, a poco de que el Parlamento termine de aprobar el paquete oficial, en medio de la resistencia opositora y su prometida judicialización.

Enseguida, mientras su frase aún retumbaba por los parlantes, Cristina Kirchner aclaró: “Pero no voy a proponer ningún cambio. Por eso envíe estos seis proyectos de ley de la reforma judicial al Congreso”.

Un poco antes, en su discurso, la jefa de Estado también le había dedicado un párrafo a la Carta Magna, pero desde otra óptica, la de la Justicia. “Necesitamos una interpretación (de la Constitución) por parte de todos los jueces, desde la más alta magistratura hasta la primera instancia, que no sirva a intereses corporativos”, pidió, luego de enumerar algunos casos no resueltos en los juzgados.

El llamado presidencial, por ahora, parece no haber abierto la puerta a un “operativo clamor” pro-reforma constitucional, tal como ocurrió el año pasado. Ya transitando la previa electoral, el tema estaría congelado al menos hasta después de los comicios legislativos de octubre, claves para que el kirchnerismo se permita imaginar con el 2015.

Uno de los fundadores del movimiento por una nueva Carta Magna, el referente del Frente Grande Eduardo Sigal, argumentó: “La Presidenta es partidaria de la modificación, como yo, pero dejó claro que no es el momento de generar el debate, en un año electoral”. Por otro lado, atribuyó a la discusión por habilitar un eventual tercer mandato, “con la instalación de la oposición y torpezas propias”, como lo que terminó por congelar la iniciativa a fines del año pasado.

Ni siquiera el ex-piquetero Luis D’Elía, otro de los impulsores del espacio reformista, consideró que ahora sea tiempo de retomar la discusión. “Es un debate que tiene que estar alejado de las cuestiones electorales”, subrayó el dirigente de Miles. Pero no sepultó la idea en el mediano plazo: “Pasada la contienda (de octubre) se verá si es un tema prioritario”.

Por otra parte, el diccionario presidencial reiteró una palabra que no suele usar: en plena defensa de las recientes propuestas oficiales, Cristina Kirchner las vinculó con la inseguridad. “La ecuación es Justicia y seguridad”. Al mismo tiempo, cuestionó a la oposición que “cree que la inseguridad nació sólo hace tres o cuatro años”.

Y si bien se hizo esperar, al final llegó. El auditorio fue protagonista de una de las frases de CFK que más revuelo generó: “Chicos, estamos en Harvard. Eso es para La Matanza”, en su paso por la universidad norteamericana. “No seremos Harvard”, replicó con ironía.

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