Piden que Gómez Centurión siga siendo investigado

Piden que Gómez Centurión siga siendo investigado

Aunque volvió a su puesto al frente de la Aduana, la Cámara Federal debe resolver en los próximos días si mantiene abierta en los tribunales de Comodoro Py.

 

Juan José Gómez Centurión aún no puede cantar victoria. Aunque volvió a su puesto al frente de la Aduana, la Cámara Federal debe resolver en los próximos días si mantiene abierta en los tribunales de Comodoro Py 2002 la denuncia en su contra que presentó en su momento la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, sobre la base de una denuncia anónima y una serie de escuchas telefónicas.

Hoy, muchos de los personajes que aparecían en la denuncia están presos por la llamada “mafia de los contenedores”, por disposición del juez en lo penal económico Marcelo Aguinsky.

El empresario Carlos Oldemar “Cuqui” Barreiro Laborde, a quien Gómez Centurión reconoció como su informan-te, quedó tras las rejas; el ex cuñado de Julio De Vido, Claudio “Mono” Minnicelli sigue prófugo, y Federico Tiscornia, hermanastro de un ex juez, se convirtió en un “arrepentido” que confirmó los negocios de la banda para mover los contenedores demorados en la Aduana.

El propio Gómez Centurión caminó esta semana los pasillos del despacho del juez Aguinsky para ponerse a disposición, en nombre de la Aduana, de lo que pudiera ser de interés para la investigación.

Pero la historia que alejó a Gómez Centurión de su cargo aún no está cerrada. 

El funcionario había sido suspendido el 19 de agosto pasado, por orden del presidente Mauricio Macri, cuando la ministra Bullrich le llevó los da-tos de una denuncia anónima con escuchas que habrían sido editadas. Allí Barreiro habla de parte de un “jefe”, al que nunca individualiza. 

El 4 de octubre pasado, el juez Ariel Lijo entendió que no había encontrado en las escuchas telefónicas ningún elemento contra Gómez Centurión, y recomendó mandar el expediente al fuero penal económico. Parecía que el horizonte se despejaba para el titular de la Aduana.

Con esa decisión, y tras denunciar que había sido blanco de un seguimiento de servicios de inteligencia, Gómez Centurión sintió alivio y regresó poco después a su puesto. 

Pero a esa altura el fiscal Guillermo Marijuan había apelado la decisión: dijo que cerrar la causa contra Gómez Centurión era “prematuro” y que “el propio Gómez Centurión había reconocido en varias oportunidades” haber hablado por teléfono y haberse reunido en un estacionamiento con Cuqui Barreiro.

Argumentó, además, que pasar la investigación a otro tribunal causaría un agrava-miento “irreparable” y subrayó que las maniobras a las que aludieron los anónimos podrían encuadrarse en el delito de “cohecho”.

Otra voz en contra. Ahora, a través de un escrito, el fiscal de Cámara Germán Moldes acompañó la postura de Ma-rijuan y rechazó que el caso sea sacado de Comodoro Py, según pudo saber PERFIL.

Si Moldes no hubiera acompañado el recurso de Marijuan, la causa hubiera pasado inexorablemente al edificio de la avenida Inmigrantes al 1900. Hubiera sido una buena noticia para Gómez Centurión. Pero no ocurrió.

Ahora, serán los jueces Martín Irurzun y Eduardo Farah, de la Sala II de la Cámara Federal, quienes finalmente deberán resolver a partir de esta semana si Gómez Cen-turión sigue investigado por presuntas coimas. 

Desde su regreso al cargo, el titular de la Aduana prefirió mantener el silencio, a la espera de una resolución definitiva.

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