En el peronismo sorprenden el procesamiento de Capitanich y la indefinición del rumbo nacional

En el peronismo sorprenden el procesamiento de Capitanich y la indefinición del rumbo nacional

Como hace mucho tiempo no sucedía, el peronismo chaqueño está frente a un mar de indefiniciones y sorprendido por el procesamiento de Jorge Capitanich en la justicia federal por su función como jefe de Gabinete en relación con el programa Fútbol Para Todos.

Esto sucede mientras el Partido Justicialista se reconfigura con algunos dirigentes que parecen salidos del museo del tiempo, como el sanjuanino José Luis Gioja, quien desde que asumió la jefatura del consejo nacional no atinó a decir cuál debiera ser el rumbo a emprender en temas gravitantes de la política nacional.

De hecho la mayoría de la dirigencia tradicional del PJ considera que el Frente para la Victoria (FpV) es parte del pasado.

El kirchnerismo es una parte residual de lo que fue en el poder. El gobernador y presidente del PJ chaqueño, Domingo Peppo, fue elíptico al afirmar que ahora el objetivo tiene que ser fortalecer al peronismo.

Eso podrá intentar puertas adentro de la provincia con los intendentes y muy especialmente con Capitanich, quien mantiene un reconocimiento importante que va más allá de la posición que asumen jefes comunales o dirigentes de algunos municipios.

El gobernador cree que puede emprender un nuevo camino, otro liderazgo político, distinto al de Capitanich, por razones objetivas y subjetivas, y empezó a construir su espacio de poder en el PJ y mantiene distintos tipo de relaciones con fuerzas aliadas que son parte del Frente Chaco Merece Más.

La debilidad

A nivel nacional el peronismo es un fuerza que se debilita por fragmentación sucesiva con el abandono de legisladores del bloque parlamentario del que formaban parte hasta hace seis meses, el Frente para la Victoria. Gioja parece pintado y Daniel Scioli es una figura que remite al pasado.

La detención y procesamiento del empresario patagónico Lázaro Báez, primero, y la aparición escandalosa del exfuncionario kirchnerista José López con casi 9 millones de dólares puso a la expresidenta Cristina Kirchner más distante de la dirigencia peronista de lo que estaba en el FpV.

Todo esto sucede mientras el gobierno del presidente Mauricio Macri devaluó el peso frente al dólar en casi un 60 por ciento, la inflación anualizada ronda el 40 por ciento, el incremento de tarifas de servicios públicos se realizó vía aumentazos que redujeron ingresos de trabajadores y de sectores medios de la sociedad.

Se frenó la actividad productiva en diversos sectores y hay desocupación en algunos segmentos laborales junto a despidos en diversos organismos nacionales.

El “sinceramiento” de la economía fue cuanto menos brutal pero anestesiado con impactantes hechos de corrupción que tienen detenidos a Báez, López y procesados por diversas causas a exfuncionarios que van desde la misma expresidenta Fernández de Kirchner hasta Capitanich, que siempre marca distancia con el gobierno de Macri.

Salvo la actividad aislada de algunos gremios o entidades agrupadas para protestar contra las medidas del gobierno nacional, nada sucedió después entre las CGT y las CTA porque esos hechos “plancharon” la política opositora con las marcas de corrupción y otras que se tratan que así sean entendidas.

La fortaleza opositora

La Unión Cívica Radical del Chaco, que desde hace pocos días es presidida por Elina Nicoloff, reaccionó con rapidez para pedir la renuncia de Capitanich porque fue procesado por la jueza porteña María Servini de Cubría, quien investiga la causa de Fútbol para Todos.

Tal vez fue un exceso sin fundamento pero realizado por el margen virtual que da la política de estos días. La UCR se prepara para las legislativas de 2017 y ejerce el rol opositor en la provincia y el municipio capitalino con la rudeza que es monitoreada a distancia por quien sigue teniendo el rol de conducir a ese espacio desde hace más de 20 años, Ángel Rozas, jefe del interbloque de Cambiemos en el Senado de la Nación.

El activismo radical se puso en evidencia un tiempo antes del recambio dirigencial, como cuando el interbloque legislativo que conduce Carim Peche demoró en prestar acuerdo a un pedido de autorización del Poder Ejecutivo provincial para tomar un préstamo que en principio era de 8.000 millones y que terminó con un aval que le podó el 50 por ciento de esa cifra.

Algo parecido sucedió después con la validación del convenio sobre devolución del 15 por ciento de la coparticipación federal que el gobernador Peppo firmó, junto a sus pares, con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.

Son señales de lo que se viene, en ese sentido, pero los ciudadanos están más atentos al día a día que no para de complicarse porque la inflación sigue carcomiendo los salarios con un horizonte en el que la luz de salida de la crisis parece que no podrá ser vista en el famoso y ya también segundo semestre de este gobierno, aunque todavía no hayamos llegado a julio.

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