Por pedido de la Rosada, Scioli dejó sin presencia oficial al Coloquio de IDEA

Por primera vez desde que asumió la gobernación de Buenos Aires, Scioli no participó de la tradicional jornada que congrega a los hombres de negocios

Hugo Moyano fue uno de los animadores del Coloquio ayer

Otra vez la intransigencia del Gobierno hizo que un encuentro empresario organizado para analizar y debatir la agenda futura de la Argentina quedara vacía de representantes oficiales, tan esperados por los hombres de negocios que reclaman la apertura de un diálogo más fluido con las autoridades para poder construir una agenda común de mediano y largo plazo sobre el contexto económico y político del país. Pero sin perder de vista las urgencias de la coyuntura.

Esa intransigencia nuevamente provino de la presidenta Cristina Fernández, quien ordenó al gobernador bonaerense, Daniel Scioli, bajarse del 48 Coloquio de IDEA que arrancó ayer en los salones del hotel Sheraton de Mar del Plata y se extenderá hasta mañana viernes. “En el día de la Lealtad Peronista, parece que Cristina le pidió a Scioli lealtad para que no venga al Coloquio”, bromeó uno de los asistentes.

Sabiendo que Hugo Moyano se iba a hacer presente en este encuentro (casi un hecho histórico para quienes participan desde hace años del Coloquio de IDEA), la jefa de Estado aprovechó un encuentro con Scioli llevado a cabo por la tarde de ayer en la Casa Rosada para comunicarle que no vería con agrado su participación. Es que como hizo Néstor Kirchner durante su gestión, Cristina también califica a este Coloquio como un foro opositor de ejecutivos y hombres de negocios.

Scioli había confirmado su presencia a los organizadores del Coloquio de IDEA hace ya varias semanas atrás. De hecho, es la primera vez que estará ausente desde que asumió en la provincia de Buenos Aires. Se le había reservado una silla en la mesa principal, acompañando al invitado de lujo que IDEA convocó este año, el ex presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva. Además, se le había reservado el cierre de la primera noche, luego de la exposición de quien condujo los designios de la mayor economía del Mercosur entre 2003 y 2010.

Su ausencia causó sorpresa y hasta molestia entre los casi 800 empresarios que anoche colmaron el salón principal del Sheraton para escuchar a Lula (ver nota aparte). Allí estuvieron Moyano, los gobernadores de Salta, Córdoba y Santa Fe, Juan Manuel Urtubey, José Manuel de la Sota y Antonio Bonfatti. También el ex gobernador de esta última provincia, Hermes Binner, referentes del gremialismo opositor como Victor De Gennaro, hombres de la oposición como Francisco De Narváez y Gustavo Ferrari, Eugenia Estenssoro, entre otros. También gran cantidad de ejecutivos de primera línea como Cristiano Ratazzi, flamante titular de Adefa, Ignacio De Mendiguren, presidente de la UIA, y CEOs de empresas locales y multinacionales del etilo de Cargill, General Motors, Impsa, Nextel, Pan American Energy, Skanska, Techint, para citar algunas.

Sin embargo, el vacío de referentes kirchneristas fue evidente, aun a pesar de los esfuerzos de los organizadores por contar, aunque sea, con la figura de Scioli, a quien esperaron hasta última hora y sólo se animaron a sacar el cartel con su nombre de la mesa pasada las 21 horas de ayer, casi cuando arrancaba Lula con su discurso.

Si bien la relación del kirchnerismo con este tipo de encuentros empresarios siempre ha sido conflictiva, en los años anteriores Scioli hizo acto de presencia. Es cierto, los escenarios políticos y económicos no eran los mismos que los actualmente vigentes.

Es por eso que a Scioli se lo esperaba ansiosamente, como se espera a otros referentes más puros del kirchnerismo hoy y mañana. Para poder plantear ciertas dudas y preocupaciones acerca de los temas de la coyuntura como son el cepo cambiario, el freno a las importaciones, la caída de las exportaciones, la imposibilidad de girar divisas al exterior, la re reelección, las elecciones de medio término de 2013 y hasta el supuestamente fatídico 7 D para el Grupo Clarín.

Creen que los ruidos políticos y los caminos que consideran equivocados que el Gobierno ha asumido ante las urgencias de la flaqueza de la caja oficial están impidiendo la llegada de nuevas inversiones y frenando el crecimiento de la economía local.

Comentá la nota