"La oposición va a estar acumulando en Macri"

El peronismo, la función legislativa, el "mamarracho" de Massa y el "error terrible" de Scioli, en la visión del secretario general de la Presidencia.

Feliz cumple, Aníbal", saludan al flamante secretario general de la Presidencia, que retribuye con un abrazo. El ex senador está en Cariló como parte de una breve escapada que le permite su nuevo cargo. "Estuve el lunes, desde muy temprano, trabajando en Buenos Aires, y llegué acá el jueves a última hora." Sobre la mesa de la carpa descansa Bravas, último libro de María Seoane. Antes de comenzar la entrevista, suena su teléfono y el ex ministro del Interior recibe otra felicitación. Es Magdalena Ruiz Guiñazú, con quien el ex intendente de Quilmes protagonizó encarnizados duelos en las mañanas radiales que el tiempo convirtió en una relación de mutuo respeto.

Desde una reposera del balneario Hemingway, el otrora legislador apuntará sus dardos contra Sergio Massa, y asegurará que Daniel Scioli cometió "un error terrible" al asistir a la inauguración del Espacio Clarín en Mar del Plata.

–¿Prefiere la función ejecutiva o legislativa?

–La ejecutiva, absolutamente. Siempre lo reconocí. Mientras que fui legislador nacional honré la representación de la provincia con normas muy importantes, el voto a los 16 años, la ley de autismo o el adelantamiento del Código Civil. Hoy me toca volver a la tarea ejecutiva y me place enormemente.

–Cuando dejó la Cámara Alta, el senador del PRO Alfredo De Angeli dijo que había descubierto que usted era "un ser humano", ¿cómo tomó esas palabras?

–Yo le agradecí mucho al paisano. Le entendí lo que quiso decir porque nosotros habíamos discutido muchas veces, yo en mi otra función (NdR: como jefe de Gabinete) y él en su otra función (como ruralista), y nos encontramos en otro lugar. Me empezó a plantear sus problemas y yo le decía "te voy a ayudar". Quiso decir "un buen tipo" o "un tipo bárbaro", y lo entendí y me satisfizo enormemente.

–Desde hace varios años la oposición tilda al Congreso de "escribanía" a donde no existe la posibilidad de discutir leyes. ¿Qué percibió durante su paso por el parlamento?

–Eso lo va a decir siempre quien tenga la responsabilidad de ser oposición porque también la oposición tiene responsabilidad. Eso no lo va a decir una persona como yo porque nadie me hace votar lo que no quiero. De la misma manera, digo que soy un hombre del movimiento peronista y no hago política mirándome el ombligo. Hago política colectiva y formo parte de un todo. Cuando el todo discute una determinada política me presto a debatirla en lo interno. De hecho hay cosas en las que no estoy de acuerdo y hay unas peleas terribles, que quedan en lo interno. Pero cuando entramos al recinto, ahí se vota lo que se acordó y se terminó el tema. Aunque no me guste lo que se acordó. No existe una escribanía, sino una consecuencia política.

–¿Cómo es eso?

–Un día se lo dije a José Cano (ex senador y actual diputado radical): "Andá a decirle a César Jaroslavsky eso", te sacaba a los bolsazos. Golpeaba los tacos y todo el mundo hacía lo que tenía que hacer. No había posibilidad de discutir las cosas de otra manera. Pero las reglas del juego fueron y serán esas. Cuando Carlos Menem ganó las elecciones, el radicalismo tomó la decisión de darle la mayoría para que aprobara las leyes que tenía que aprobar y el PJ sacaba gente de su partido para que pudieran cumplir con sus metas, que no acompañaran quienes no quisieran acompañar. Giovanni Sartori explicaba que en el parlamentarismo inglés, si la mayoría tiene dos "resfriados", la minoría saca a otros dos para que el partido gobernante pueda seguir trabajando. Acá estamos muy lejos de esas cosas.

–Antes del entrar al Senado, tenía un perfil de alta exposición, con discusiones públicas todos los días. ¿La Cámara Alta lo convirtió en un "león herbívoro"?

–Me amoldé. Cuando me cupo la responsabilidad de confrontar, confronté. Pero llegó un momento en que confrontaban otros o que otros tenían la responsabilidad de llevar la batuta en la discusión de las políticas públicas y sentía que yo no tenía que serlo. Por eso ocupaba el lugar que me correspondía y me retraía para no estar chocando como un autito chocador eternamente. No me gusta esa tarea. Puede ser que me haya convertido en un "león herbívoro". Abordo otra clase de discusión que a mí me place, con más altura.

–Julián Domínguez, Daniel Scioli, Agustín Rossi, Florencio Randazzo, Sergio Urribarri, Jorge Taiana y usted ya dijeron que quieren competir por la presidencia. ¿Cómo va a definirse el candidato kirchnerista?

–En las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias.

–¿Le conviene al kirchnerimo tener tantos postulantes?

–No lo sé. Cuando llegue el momento tendrá que tomarse una decisión al respecto. Mientras tanto se analizará quiénes pueden serlo y si concitan la atención del electorado. Hoy es todo tracción a sangre de los precandidatos, hay que darse esa oportunidad.

–¿Con quiénes peleará el kirchnerismo las elecciones?, ¿con Massa, con Macri?

–No lo sé. Si tengo que analizarlo con seriedad, a pesar de que no pienso en nada parecido, no tengo ninguna coincidencia, pero debo reconocerle la coherencia a Macri. No tengo ni por casualidad un pensamiento parecido. "El curro de los Derechos Humanos", no tengo nada que ver con esa ideología que expresa Macri.

–¿Y Massa?

–Massa es un mamarracho. Un tipo sin formación intelectual, sin formación política, sin conocimiento de la cosa pública. Estuvo un año en la jefatura de Gabinete y lo echaron por incompetente. Yo estuve dos años y medio y me premiaron encabezando la lista de legisladores nacionales. Según mi visión, la oposición va a estar acumulando en Macri.

–Más allá de la "coherencia", ¿ve alguna diferencia entre ellos o son parte de lo mismo?.

–La coherencia de Macri está a las antípodas mías, pero no se parece ni por casualidad a la incoherencia pura. ¿Por qué Massa es el efecto de la incoherencia pura? Porque es una consecuencia de los "focus groups", ¿qué es eso? El focus group dice que tenés que dormir con las patas para arriba, y vos dormís con las patas para arriba. El focus group dice que hay que dormir comiendo churros, vos comés churros. Es la incoherencia en sí misma.

–¿Por su experiencia como ministro del Interior, era necesaria una reforma en la Secretaría de Inteligencia?

–Cuando fui ministro, había una mala relación con la SI, pero me llevé extraordinariamente bien. Porque me propuse hacer algo distinto: tanto con Francisco Larcher como Héctor Icazuriaga, que eran mis amigos, sentarme a discutir. En ese momento tenía vasos comunicantes, hoy no los tengo. Entonces cualquier cosa que pueda decir es mentira. No tengo idea de cómo está ni tampoco qué fue lo que pasó, entonces prefiero no hablar del tema.

–Scioli fue criticado por asistir a la inauguración del Espacio Clarín en Mar del Plata, ¿hubiera ido?

–Creo que comete un error terrible. Cuando vos no tenés, y subrayo el no, en claro quién es tu oposición, en la Argentina ese lugar lo terminan ocupando los medios y fundamentalmente Clarín. Vos que querés ser candidato por el FPV y exhibís un discurso kirchnerista, ¿qué hacés? Porque al candidato opositor lo va a alimentar Clarín. Confundís a todos los compañeros y los irritás. Es un error terrible y me molesta que suceda eso. Si quiere competir dentro del FPV tiene que formar parte de este tema y Clarín no forma parte de este tema. No veo qué hace ahí y esa mimetización es preocupante.  «

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