El diputado nacional por el Frente Para la Victoria (FpV), Axel Kicillof, afirmó que "queda claro que arreglan de cualquier manera y con muchísimo riesgo". En diálogo con los medios de prensa, el exministro de Economía calificó al acuerdo como "muy malo" y afirmó que "todos los diarios del mundo dicen 'Ganó Singer'".

"No es el único final, se podría haber llegado a algo más parejo pero para eso se necesita tiempo y que lo debata toda la sociedad", especificó el legislador.  

En esa línea, Kicillof criticó los tiempos que maneja el Gobierno: "Nos han puesto a todos un ritmo desenfrenado para llegar a una meta que sería el endeudamiento. No sabemos si esto abre o cierra el tema".

"Ya estamos con mucha historia transcurrida para decir que lo que nos va a salvar la vida es la deuda externa", sostuvo.

Por otro lado, Roberto Feletti, exviceministro de Economía, cuestionó el acuerdo al afirmar que el pago puede generar litigios de acreedores de la deuda pública que sí aceptaron los canjes de 2005 y 2010.

"Un holding recibió aproximadamente 65 dólares cada cien y con este acuerdo un fondo buitre recibirá 520 y un holdout, 135", comparó Feletti durante su exposición y aunque señaló que "era lógico que cualquier gobierno que asumiese el 10 de diciembre tenía que llevar una propuesta a los holdouts, el tema es cuáles son los objetivos".

Para el expresidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara baja, con este preacuerdo con los holdouts y fondos buitre "es lógico que un holding se vaya a sentir tentado de reclamar".

En cambio, Juan Carlos Fábrega, expresidente del Banco Central durante el gobierno de Cristina de Kirchner, afirmó que "un acuerdo con los buitres es necesario", aunque señaló que "hay que tomar recaudos por lo que representan los holdings".

"Con el debido asesoramiento legal hay que resolver y acompañar el proceso de salida de los buitres", afirmó Fábrega y se declaró "convencido de que salir del default mejorará sensiblemente nuestra misión en el mundo".

Desde el Frente Renovador (FR) expresaron que apoyarán a la propuesta para salir de default, pero aclararon que el proyecto oficial constituye un "cheque en blanco" que deberá ser modificado para evitar "futuros dolores de cabeza".

"La Argentina tiene que salir sí o sí del default y nosotros vamos a ayudar y a apoyar en esa salida. Obviamente, proponemos en la ley algunos cambios. Tenemos que evitarnos futuros dolores de cabeza", subrayó Massa.

Marco Lavagna, advirtió que el proyecto enviado por el Gobierno al Congreso para derogar la Ley Cerrojo "es un cheque en blanco" que no puede ser aprobado sin sufrir modificaciones. 

"Hay problemas en el proyecto, que básicamente es un cheque en blanco porque no tiene límites de endeudamiento, no tiene características de cómo son los bonos que eventualmente se emitirían y el tema del gasto no queda claro", argumentó.