Opiniones divididas en torno a la posible reformulación del Código de Publicidad

Opiniones divididas en torno a la posible reformulación del Código de Publicidad

Así como algunos comerciantes manifestaron estar dispuestos a instalar nuevamente marquesinas y carteles, otros anticiparon que, en virtud del gasto que deberían afrontar, no piensan hacerlo.

Las declaraciones formuladas recientemente por el intendente electo, Carlos Fernando Arroyo, en el sentido de que ante la necesidad de recaudar, en lugar de aumentar las tasas a los contribuyentes prefiere reformular el Código de Publicidad Urbano para que las empresas puedan volver a  instalar carteles que además de incrementar las arcas del municipio -por el pago de derechos- posibilitarán mejorar la iluminación, generó diversas opiniones entre comerciantes de la zona céntrica de la ciudad que fueron consultados por LA CAPITAL. A poco de ser electo, Arroyo dijo que "quiero volver al sentido común: no vamos a permitir carteles gigantes que tapen media ciudad, pero tampoco los vamos a prohibir".

Como se recordará, tiempo atrás la actual administración comunal reguló la publicidad en la vía pública al considerar a los avisos y carteles como parte de la polución ambiental o contaminación visual de la ciudad, razón por la cual, entre otras cosas, obligó a retirar las marquesinas y a reducir la cantidad y tamaño de una cartelería que, en muchos casos, no cumplía con las disposiciones vigentes.

Si bien el municipio accedió a hacerse cargo del retiro de aquellas estructuras, el cumplimiento de la disposición obligó a los comerciantes a solventar el gasto que les provocó la nueva cartelería y la reparación de los frentes de sus respectivos negocios algo que, cuando no se hizo, dejó a la vista desprolijidades que se encontraban tapadas por las marquesinas.

A favor y en contra

En un comercio de fotografía sito en Córdoba al 1800, su titular, Héctor Lacetera, sostuvo que "a raíz del retiro de las marquesinas, que en mi negocio nunca se llevó a cabo y que ahora decidimos arreglar, hizo que la zona céntrica quedara no sólo en condiciones desastrosas sino con mucha menos iluminación que antes y con los comercios sin publicidad; en mi caso tuve que pagar para sacar carteles que eran nuevos y un equipo de aire acondicionado; si se reformula el Código de Publicidad veré que hago; considero que la medida que implementó el actual gobierno fue desacertada ya que, mientras todas las grandes ciudades se encuentran iluminadas con carteles, la nuestra está oscura y parece vieja ya que mucha gente no pudo solventar la reparación de los frentes; esperemos que esta zona pueda recuperar su belleza", señaló.

Mario Daniel Alí, titular de un comercio de indumentaria masculina sito en Rivadavia y San Luis, dijo por su parte que "en su momento, a  raíz de una decisión drástica de las autoridades, se le cambió la fachada a la ciudad pero como los comerciantes no disponían de recursos suficientes, la misma no se embelleció ya que algunas propiedades quedaron muy feas; lo que se permita hacer dentro de las reglas para revertir esa imagen me va a parecer fantástico; Mar del Plata es hermosa y, siempre que sea para bien, es merecedora de cambios permanentes", aclaró.

Carmela Continenzia, encargada de un local de ropa para caballeros sito en Rivadavia entre Mitre e Hipólito Yrigoyen, recordó que "debido a la decisión que años atrás adoptó el municipio hubo que hacer cambios que llevaron bastante tiempo; el hecho de que los carteles no estén tan visibles como antes hace que la gente, a la hora de ingresar a un local, se desubique un poco; en el centro, que perdió iluminación, hay negocios que quedaron con una fachada  muy fea; como ocurre en las grandes ciudades, creo que  los sectores comerciales de Mar del Plata tienen que tener cartelería", expresó.

En las inmediaciones, Francisco Christensen, responsable de una zapatería para damas, sostuvo que "en mi caso, en un local que tengo en Rivadavia casi San Luis, tuve que retirar una marquesina completa lo que me obligó a hacer reformas y gastos importantes; en consecuencia, por más que la futura administración comunal lo autorice, no creo que vuelva a instalar algo similar; la ordenanza que sancionó el gobierno actual si bien favoreció la visibilidad, redujo mucho la iluminación, afeó la ciudad y perjudicó a la gente que camina, ya que, cuando llueve, no tiene adonde guarecerse; por otro lado, redujo la recaudación por derechos de publicidad", expresó.

José Luis Conforti, titular de una tradicional librería céntrica manifestó en tanto que "en nuestro caso, luego de que el municipio nos retiró la marquesina, como el frente era muy viejo, para dejarlo en buenas condiciones hubo que hacer una importante inversión para lo cual tuvimos que gestionar un crédito que aún estamos pagando; volver a instalar una estructura como la que teníamos antes nos obligaría a solventar otro gasto muy grande, por lo cual es una posibilidad que considero muy difícil; admito que la marquesina es un elemento que protege de la lluvia y también del sol, que daña mucho a la mercadería que se expone en las vidrieras, afirmó. Finalmente sostuvo que "no hay dudas de que la falta de carteles que aportaban luminosidad hizo que la ciudad esté ahora más oscura que antes".

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