El debate amenaza con convertirse en una fuerte puja dialéctica con el peronismo criticando la postura del gobierno de Mauricio Macri, que se negó a calificar de golpe de Estado la situación en el vecino país, y el oficialismo acusando el doble estándar de Alberto Fernández para aplicar la misma vara al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.

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El peronismo buscará condenar la desestabilización del gobierno de Evo Morales con textos diferentes pero que, en esencia, sostienen que hubo un golpe de Estado cívico-militar que contó, en una definición de fuerte impronta kirchnerista, con la complicidad de los medios de comunicación.

Tras un extenso debate sobre la conveniencia de prestarse al debate que propone el PJ, el oficialismo acordó un texto que evita hablar de golpe de Estado y, en línea con la postura adoptada por la Cancillería y el Gobierno, asegura que el país andino atraviesa una crisis institucional.

Con esta fórmula el oficialismo logró conciliar los diferentes matices que la crisis boliviana generó al interior de Juntos por el Cambio entre sus dos principales socios. Mientras que Pro defendió la postura esgrimida por el canciller Jorge Faurie, algunos sectores del radicalismo pretendieron repetir el pronunciamiento del Comité Nacional del partido, que calificó la renuncia de Morales como un golpe de Estado. Anoche, los diputados radicales acordaron hacer mención en su propuesta "al fraude cometido por Evo Morales antes del golpe de Estado".

En la Cámara baja, la sesión fue convocada a las 15.30 para tratar un paquete de iniciativas presentadas por legisladores del peronismo y de la izquierda. Todos repudian el golpe de Estado contra Morales.

En el Senado, en tanto, la reunión comenzará a las 16. En este caso, el pedido de sesión especial fue realizado por el peronismo para tratar un único expediente acordado entre el bloque justicialista, que se referencia en Fernández y los gobernadores, y el kirchnerista Frente para la Victoria. La iniciativa repudia los acontecimientos de las últimas horas en Bolivia e insta al Poder Ejecutivo a pronunciarse en "contra de este golpe cívico-militar" que tuvo como víctima al "gobierno democráticamente electo de Evo Morales".

Además, en línea con lo reclamado por Fernández el mismo día de la renuncia de Morales, le pide al gobierno nacional que le conceda asilo "a cualquier integrante" del gobierno boliviano que lo solicite. Desde que estalló la crisis, dos funcionarios de la administración boliviana han obtenido santuario en la sede diplomática argentina en La Paz.

En sus fundamentos, el proyecto peronista cita a Aristóteles para asegurar que el gobierno de Morales tiene una "legitimidad indiscutida, habida cuenta de que siempre obró para el Bien Común [sic] del pueblo boliviano".

"Sin legalidad, sin legitimidad, intereses sectoriales han prevalecido sobre el interés nacional boliviano", fundamentan los legisladores peronistas, para quienes "estos sediciosos financiados de forma poco clara, ensalzados por medios de comunicación cómplices y complacientes, pretenden instalar un gobierno ficticio y dócil".

Cambiemos impulsará su propio proyecto, aun cuando saben que perderán la votación, para no caer en la "trampa" del ataque mediático-judicial que el kirchnerismo usa para cuestionar las causas de corrupción contra Cristina Kirchner.

El vicepresidente de la UCR se diferenció

El vicepresidente de la Unión Cívica Radical (UCR), Ricardo Colombi, se diferenció de la posición oficial de su partido al afirmar sobre la situación boliviana: "No tengo elementos para decir que es un golpe de Estado". En este sentido, el exgobernador de Corrientes dijo que "se llegó a esta situación por las ganas de perpetuarse en el poder de Evo Morales", según declaró en FM La Patriada.

En este sentido, Colombi planteó que "Morales violó las normas constitucionales y eso llevó a esta situación en Bolivia". El radical se refirió también a la organización de una sesión extraordinaria del Congreso por la situación en Bolivia: "Que el Congreso Nacional se preocupe por trabajar y no haga de esta situación un blanco y negro". Colombi también cuestionó la labor al frente de la UCR de Alfredo Cornejo: "Tengo mi reparo sobre la conducción de Cornejo".