La renuncia de James "por razones personales" y tras reconocer que no tiene ni "la autoridad ni el apoyo necesarios para poner marcha los cambios que consideraba necesarios", no fue oficialmente confirmada por el UKIP, pero sí por diferentes fuentes anónimas del partido citadas por la cadena BBC y otros medios británicos.

"Ha resultado claro que no tengo la autoridad suficiente, ni el apoyo de todos mis colegas eurodiputados ni oficiales del partido para implementar los cambios que creo necesarios y sobre los que basé mi campaña”, declaró James en The Times.

“Por razones personales y profesionales no llevaré adelante el proceso de elección”, concluyó.

James se impuso el 16 de septiembre pasado en la batalla por el liderazgo del UKIP desatada tras la dimisión de Farage.

El carismático líder decidió apartarse tras alcanzar el objetivo sobre el que se formó el partido: que Reino Unido abandone la Unión Europea (UE).

“Hemos recuperado el país”, dijo Farage, “y ahora quiero recuperar mi vida”.

El UKIP fue el tercer partido más votado en las elecciones generales del año pasado, con 12,6% de las papeletas, aunque debido al sistema electoral, que castiga la dispersión geográfica del voto, obtuvo un solo escaño en el Parlamento.

La victoria del Brexit en el referendo celebrado el 23 de junio pasado supuso el cumplimiento de la misión principal del partido pero a la vez lo despojó de una razón de ser.

Las diferencias sobre el camino a seguir afloraron durante la campaña por el liderazgo en la que se impuso James, después de que se impidiera concurrir al favorito, Steven Woolfe, por haber presentado su candidatura unos minutos después del cierre del plazo.

La prensa británica informó que ya se especulaba sobre un posible regreso de Farage.