-Desembarcaste en Tigre en las últimas semanas y empezaste a hacer ruido. ¿Estás armando para las elecciones en Tigre?

No es que desembarqué ahora. Vivo con mi familia hace dos años en Don Torcuato. Lo que ha pasado recientemente es que he tomado la decisión de empezar a involucrarme un poco más en los problemas del municipio y sobre todo ver cómo podemos colaborar para conseguir las soluciones a esos problemas que son distintos en cada localidad. Así que no es más que hacer lo que siempre me ha apasionado, desde la política y lo público aportar el granito de arena para resolver el metro cuadrado del entorno que cada uno tiene.

– Pero para resolver problemas hace falta poder. ¿Venís a aportar en la construcción para que Juntos para el Cambio sea una opción real de gobierno?

Sí, quiero que Juntos por el Cambio crezca. En el pasado fuimos un fenómeno nacional al que le faltó desarrollo local. Yo quisiera trabajar para construir en Tigre una identidad propia, con un proyecto local que por supuesto tenga una afinidad con los referentes provinciales y nacionales pero que no dependa de ellos, que no sea una bajada de algo nacional, sino algo discutido y concebido acá en Tigre a nivel local, que rescate las diferencias entre las distintas localidades del partido.

Y que por ende ayude a que Cambiemos se transforme en una alternativa política local y no que solamente sea una propuesta de poder nacional, sino también municipal. Tigre necesita alternancia después de tantos años de Massa y Zamora. Hay que renovar ideas, caras y proyectos para salir del achanchamiento que tiene hoy la gestión municipal.

– Trascendió que te juntaste con Segundo Cernadas para avisarle que empezabas a jugar en el distrito. ¿Cómo te recibió la militancia de Cambiemos en Tigre?

Bien, entiendo que bien. Además, he sido muy claro en que vengo a sumar a lo que se ha hecho y que en todo caso a tratar de aportar entre todos lo que creo que hace falta para dejar de ser un acompañamiento a un proyecto nacional y empezar a ser una realidad municipal.

– ¿Tu idea a futuro es buscar la intendencia?

Las aspiraciones personales son muy valorables pero siempre van al final. Yo no sería el candidato de un proyecto que no habló de un nivel de amplitud y heterogeneidad que hoy Cambiemos no tiene. Si se lograra, por supuesto que me interesaría colaborar en el liderazgo, pero insisto: un proyecto muy diverso que rescate las diferencias que tienen los vecinos entre sí. Es una realidad: Cambiemos no logra perforar el umbral de los 35 o 40 puntos y hacer política es la capacidad de construir una mayoría. Y la mayoría se construye con los distintos, no con los iguales. Primero, quisiera lograr la creación de un frente político municipal que rescate las diferencias y logre esa mayoría. Si se logra, sí me gustaría pensar en cómo puedo colaborar desde el liderazgo. Pero lo importante es el concepto, la convocatoria y el armado de ese frente municipal.

– ¿O sea que te interesa volver a un vecinalismo al estilo de lo que fue Acción Comunal?

Aquella época tenía otras reglas de juego: estaban habilitadas las colectoras, se podían armar alianzas vecinales que después tenían múltiples afinidades provinciales o nacionales. Hoy no es posible, hay que participar electoralmente aliado a algún frente nacional. Y obviamente que el principal frente opositor en la Argentina es Juntos por el Cambio, al cual pertenezco y mucha de la gente que milita en Tigre pertenece. Lo único que digo es que no tenemos que hacer bajar a lo local las diferencias nacionales.

¿A qué voy? Puede haber mucha gente desencantada con Juntos por el Cambio que hoy vea una referencia en los liberales, pero posiblemente porque tengan una visión de la política impositiva, fiscal o macroeconómica que no tiene que ver con lo que debe discutir un municipio. Es posible que esa gente busque a nivel nacional referentes distintos a Juntos por el Cambio, pero que posiblemente a nivel local encuentre mucha más coincidencias con lo que nosotros planteamos y eso nos ayude a ser más amplios.

– ¿Qué hay que mejorar en Tigre?

Lo primero es entender la diversidad: no pasa lo mismo en todos los barrios. En casi todas las localidades hay una deuda respecto a las cloacas y el acceso al agua corriente. Torcuato demanda descentralización de gestión, habiendo trámites que tienen que irse hasta el centro de Tigre para hacerlos como el registro de conducir. Son cuestiones puntuales pero diversas, hay muchos temas que a lo largo de las últimas gestiones han sido bastante buenas y hay que reconocerlas porque forman parte del patrimonio local. La política de seguridad es una marca registrada de las últimas gestiones y hay que tener la humildad de saber continuarla. Pero en general creo que hay que volver a interpretar cuáles son las nuevas aspiraciones del vecino de Tigre. Tal vez hace 20 años tuvo algunas que fueron satisfechos pero hoy hay nuevas aspiraciones que no están siendo atendidas y tenemos que dar un salto de calidad respetando lo que se hizo bien.

– Hay una interna fuerte en el Frente de Todos de Tigre. Eso llevó a la situación insólita de que la oposición preside el HCD. ¿Eso los puede favorecer para consolidarse como alternativa?

No lo sé, no lo pienso. Sinceramente, es la misma pelea que existía hace varios años y ya vimos como el año pasado, el último día se terminó resolviendo, al menos por un día que es el más importante. No creo que nos sume estar pendientes de eso. Tenemos que armar una propuesta que represente la diversidad de un municipio que es de los más grandes del conurbano en cuanto a superficie. Por eso, tiene tanta diversidad en los reclamos. Hay que hacer una construcción diversa, con referentes sociales de todas las localidades que reflejen las distintas problemáticas. Si logramos eso, pase lo que pase enfrente, vamos a tener buenas chances de poder aportar nuestro granito de arena en la gestión municipal.