Negri y De Loredo averiguan si serán aliados o rivales

Negri y De Loredo averiguan si serán aliados o rivales

Dos de los referentes de las alianzas Convergencia y Sumar se vieron las caras después de la interna

Los radicales están en temporada alta de roscas. Casi a diario hay contactos entre los principales referentes para auscultar las pretensiones de los demás, ya sean correligionarios o aliados. El fixture es extenso, pero uno de los partidos más esperados ya se jugó el viernes pasado: lo protagonizaron Mario Negri y Rodrigo de Loredo. Para todos, fue empate.

Con su hijo Juan de anfitrión, Negri recibió a De Loredo, que llegó acompañado por el intendente de Río Tercero, Marcos Ferrer, y el presidente del bloque de legisladores de Juntos por el Cambio, Orlando Arduh.

Con mate y café como amistosos lubricantes, el encuentro sirvió para descomprimir un poco la relación entre dos dirigentes que pulsearon con fuerza en el último proceso interno. Sin embargo, los radicales no deberían derrochar por ahora optimismo por el futuro de este dúo.

El negrismo fue socio de la Liga Sumar hasta que su jefe decidió cerrar la grieta abierta en el 2019 aliándose con su archirrival Ramón Mestre; pareció, para ambos, que el principal objetivo era enfriar el fervor de los que aseguraban representar la renovación en la UCR (deloredistas, angelocistas, ex mestristas y jóvenes intendentes del interior provincial). El acuerdo Negri/Mestre, al que adhirieron los alfonsinistas, ganó una interna que se disputó tanto en las urnas como en Tribunales. Como consecuencia de un resultado parejo, De Loredo pasó a formar el trío de principales jugadores de la UCR junto con los otros dos. Para las elecciones legislativas de este año, Negri le apunta a la cabeza de la boleta de senadores nacionales y De Loredo a la de diputados nacionales. Para Negri, el Senado es el timbre que le falta a su extensa carrera en el Congreso Nacional, mientras que para De Loredo la banca en Diputados sería una plataforma hacia una candidatura ejecutiva en el 2023 (a intendente de Córdoba o a gobernador).

La merienda del viernes debía servir para que cada uno vaya observando el juego del otro. ¿Serán socios, liderando cada uno la boleta de sus sueños? ¿Serán rivales, si Negri tiene otro candidato a diputado, o De Loredo otro candidato a senador?

Una de las cuestiones centrales de la conversación fue, entonces, la duda de los sumandos sobre las verdaderas pretensiones de Negri. Al entrerriano le gusta jugar al misterio hasta último momento, aun corriendo el riesgo de poner nerviosos a sus propios amigos, que le piden una precisión para saber cómo moverse en el inestable escenario partidario y aliancista. El Rey del Ni, sin embargo, esta vez aclaró que sí quiere ser el primer candidato a senador nacional. El Príncipe del Sí, su interlocutor, ratificó sus ambiciones en el tramo de diputados e, incluso, dejó en claro que el proyecto político de Sumar apunta al 2023.

La repregunta, entonces, caía de madura. ¿Y después del 2021, habrá 2023 para Negri, se anotará otra vez para gobernador, como en 2007 o 2019? La aventura futurista del actual diputado no llegó a tanto, y contestó que ni siquiera está pensando en eso. Para los sumandos, aunque no lo habrían dicho tal cual en la reunión, si Negri quiere agotarse en el 2021, entonces estaría taponando las expectativas de los que quieren seguir adelante.

Negri planteó que la UCR debe intentar resolver sus candidaturas de un modo pacífico, monolítico, porque el PRO terminaría obedeciendo órdenes porteñas, salvo algún osado que perdido por perdido arbitre otras decisiones, y porque el Frente Nuevo y la Coalición Cívica-ARI no tienen demasiado que discutir bajo los liderazgos de Luis Juez y Gregorio Hernández Maqueda, respectivamente.

Y la duda asalta a los sumandos en este punto: ¿qué podría suceder si la UCR llega a la mesa de los aliados con la dupla Negri/De Loredo y los macristas, fundamentalmente, reclaman que Gustavo Santos lidere una de las dos boletas? En ese caso, temen que la prenda sugerida para el acuerdo por la UCR, que preside el negrismo, sea bajar a De Loredo al tercer renglón de la lista de diputados. Es un lugar seguro, porque Juntos por el Cambio ganaría dos senadores y cinco diputados en las elecciones de noviembre, pero esa candidatura, explican en Sumar, la obtendrían en las PASO con una lista propia; así que, ¿por qué aceptarían en las negociaciones lo que entienden que ya tienen en el bolsillo? Además, sostienen que Sumar tiene un proyecto político para el 2023, y que en ese caso prefieren mantener el anuncio de que irán a las PASO con una lista propia.

Algunos sigilosos voceros de la reunión destacan que, al menos redujo, se redujo las distancias entre ambos, y que el diálogo era una deuda pendiente. Afirmaciones acerca del respeto mutuo pudieron escucharse desde ambos campamentos, aunque con eso solo no se llega a una lista de acuerdo.

El “achique”, como se dice en la jerga, podría verse reflejado, o no, en la propuesta que el Comité Central haría hoy al Congreso Provincial para la designación de los dos apoderados del partido ante la Justicia electoral. La alianza Convergencia propone al negrista Horacio Santucho y a la mestrista Verónica Garade Panetta para titular y suplente, respectivamente. Los sumandos quieren el suplente y juran que más que nada lo piden para ratificar el valor simbólico de una posible amistad futura. ¿Habrá ánimo de compartir?

Ayer, con Juez

Casi los mismos diplomáticos de Sumar, con el agregado de Javier Bee Sellares, se reunieron ayer a la tarde con el jefe del Frente Nuevo, Luis Juez, completando la agenda de visitas iniciada días atrás con el multipartidario Gustavo Santos. La motivación, la misma: espiar el juego de los otros para ir definiendo el propio. Juez, alguna vez, ofreció todo por debajo suyo como candidato a senador. ¿Será tentadora esa opción para los sumandos, o mantendrán la bandera de la lista propia?

 

Por Alejandro Moreno

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