Nardini: “Después de dos décadas de postergación, estamos transformando Malvinas Argentinas”

Nardini: “Después de dos décadas de postergación, estamos transformando Malvinas Argentinas”

El jefe comunal disfruta de la responsabilidad que le tocó asumir hace casi seis años, sin perder sus costumbres de militante, cuando el contacto con la gente era constante. “Hay que salir a la calle, conversar con los vecinos y bancarse que te digan: ‘Leo, esto está bueno, pero…’”, asegura durante una entrevista con Zona Informativa.

Los cuadros con fotos colgados en las paredes de su despacho con personas que lo marcaron, los recuerdos y obsequios varios, junto con una colección de mates envidiable, definen rápidamente la personalidad de Leonardo Nardini, el intendente de Malvinas Argentinas, que en medio de una jornada en donde la agenda aprieta, busca hacerse el hueco necesario para recibir a Zona Informativa.

Político apasionado que disfruta de la responsabilidad que le tocó asumir, pero con casi las mismas costumbres del joven militante -a pesar de sus cortos 41 años- que soñaba con aportar lo suyo, a los suyos, está siempre bien predispuesto a charlar de lo que más le gusta: la política. O como él mismo lo definió, “su filosofía de vida”.

-En medio de una pandemia como la que nos toca atravesar, ¿cuál es la clave para hacerle frente a esta problemática sanitaria, sin perder el rumbo de los objetivos trazados por la gestión?

-Todos tuvimos que adaptarnos a una situación que no pasaba hace más de cien años. En un primer momento se llevó la centralidad, pero después entendimos que no podíamos parar con el desarrollo de la obra pública que habíamos planificado para el 2020. Si bien ralentizó todo ese proceso de inicio, sobre todo en el tiempo de las restricciones más duras, pudimos llevar a cabo muchas de las acciones proyectadas. Actualmente, las seguimos desarrollando de la misma manera, ya con el agregado y el plus de haber articulado y firmado convenios con el Gobierno nacional y el provincial.

-¿Cómo ves al sistema de Salud de Malvinas Argentinas y cómo está preparado para esta segunda ola?

-Preparado y todavía con margen para abarcar lo que es la demanda. Esto siempre y cuando no colapse a nivel local o regional. Si desborda, acá o en otras comunas, porque uno en ese aspecto es solidario y cuando nos piden observar pacientes de otros municipios lo hacemos, habrá que ver cuál será la respuesta que hasta ahora ha sido superlativa.

Por otro lado, a diferencia del año pasado, no hay que olvidarse de las enfermedades de estación que con el ASPO no ocurrieron o los índices fueron mínimos durante el 2020 y que ahora, con mayor circulación y con los chicos retomando la presencialidad en los colegios, pueden aparecer, como la Bronquiolitis, a la Gripe A o la Gripe común.

-Cuando mirás para atrás y recordás cuál era la realidad de la comuna al momento de asumir al frente del Ejecutivo, ¿qué cosas, imágenes o personas se te vienen a la cabeza?

-Un poco de todo. Carecíamos de información y la transición no fue la mejor. Ya pasó, hablar de eso no tiene mucho sentido. Lo bueno es que todos los vaticinios que hicieron, no sobre mí como persona, dirigente político o como intendente, sino sobre nuestro equipo de trabajo, nuestra familia de trabajo, no ocurrieron.

-¿Recordás cuáles eran?

-Que renunciaba en un par de meses porque no sabía nada, que el sistema sanitario iba a explotar en tres meses, que no me iba a quedar porque me iba a ir de diputado nacional porque no quería ser intendente. Acá en si lo que más les molestaba era el equipo de trabajo y las críticas eran por eso. Uno es un engranaje más que tiene la responsabilidad de conducir, pero acá hay un equipo que trabaja todos los días para salir adelante.

En las elecciones intermedias volvimos a enfrentar al apellido histórico con Sol Jiménez, que tenía 29 años en ese momento, estudiante de Ingeniería y vecina Grand Bourg. Le ganamos a ese apellido histórico, que estaba apalancado en el gobierno provincial de (María Eugenia) Vidal y en el gobierno Nacional de (Mauricio) Macri por más de 19 puntos.

Y 2 años más tarde, con todo el apoyo nacional y provincial, sumado a que lo iban a ver a Macri a la quinta “Los Abrojos”, que queda acá en Malvinas, ganamos por 44 puntos de diferencia. El resultado porcentual más amplio en el Conurbano -68 puntos-, el tercero a nivel provincia Buenos Aires y el 14° a nivel nacional. Fue el logro colectivo de una gestión que eligió la gente frente a todas las cosas que decían.

-Utilizaste la palabra “familia” para definir al equipo de trabajo y justamente quería preguntarte por la confianza de la familia malvinense en las urnas. ¿Cómo se hace para mantener los pies sobre la tierra?

-Hay que salir a la calle, charlar con los vecinos y bancarte que digan “Leo, esto está bueno, pero…”. Siempre existe el pero, y es normal porque después de haber vivido dos décadas de postergación, ven que estamos transformando Malvinas. Sobre todo, en los barrios de la periferia del partido. En ese sentido, proyectamos un esquema de trabajo que va de afuera hacia el centro del territorio.

Antes de ser intendente yo marcaba que no todo estaba mal y que había que trabajar sobre políticas de Estado. Conservar lo que se había hecho bien, para darle continuidad y fortalecerlo, y trabajar sobre lo que faltaba. Muchos me decían: “Vos tenés que criticar el sistema sanitario”. Para mí, el sistema sanitario estaba bien. Se había invertido mucho en infraestructura hospitalaria y en aparatología. Pero faltaba el tema los servicios, que sigue siendo una materia pendiente, pero que pudimos empezar a trabajar con el agua corriente y con la proyección del sistema cloacal, y también con la accesibilidad. Si la gente de un barrio no tiene un acceso a una calle pavimentada para poder salir y llegar al hospital, es muy difícil.

No es nada raro lo que plateamos, tratamos de mostrar que lo simple, es simple. Administrando bien, planificando y llevando adelante acciones concretas para que la gente vea que vos no vas con una promesa de campaña. Lo que prometemos, podemos tardar un poco más o un poco menos, pero lo hacemos.

-Con más de 3.500 millones de pesos para obras públicas, ¿qué Malvinas Argentinas se viene?

– Yo anuncié 3500 millones en la apertura de sesiones ordinarias, pero creo que me quedé corto. Contamos con fondos municipales, gracias al aporte de impuestos de los vecinos y una buena administración que durante la presidencia de Mauricio Macri no fue fácil, que nos permite destinar un paquete de 700 millones de pesos que ya empezamos ejecutar para pavimentos varios y hacer conexiones secundarias.

A eso hay que sumarle diferentes convenios que tenemos con Nación y Provincia. Lo bueno es que eso nos permite no solo afrontar las obras que ya teníamos convenidas y planificadas, sino sumar una buena cantidad de otros proyectos más que debemos terminar de pulir sus detalles para presentarlos y de ese modo superar ese monto.

-¿Cómo fue ser intendente durante la administraciones de Macri y Vidal y cómo es serlo hoy bajo las gestiones de Alberto Fernández y Kicillof?

-Te sentís más acobijado. En el diálogo continuo, sabés que hay una respuesta o que va a haberla. Con la exgobernadora yo no hablé muchas veces. A Malvinas vino tres veces, y una de ellas fue para mostrarse con los candidatos locales de Cambiemos.

El que gobierna muchas veces tiene la manera de elegir, y en el diálogo con los funcionarios que están por debajo de Vidal, nunca tuvimos una respuesta concreta. Ahora, yo también entendía que era opositor, por lo que tampoco me ponía a llorar porque no me den una respuesta.

Después, el reparto de obra pública y demás fue de un esquema “látigo y chequera”. En el Presupuesto 2019, por ejemplo, San Miguel recibía casi $850 per cápita y nosotros entre $14 y $16. Es decir, había una diferencia importante con aquellos municipios que no eran oficialistas. La gente no es tonta, no hay que subestimarla, los resultados quedaron a la vista: Axel ganó por más de 15 puntos.

Pandemia

-¿Qué opinás sobre las restricciones anunciadas por el presidente y el gobernador?

-Que no me gustaría estar en sus zapatos. Todas las decisiones que se tomen serán antipáticas, espero que alcancen. Yo escucho cuando hablan los infectólogos, que te das cuenta que no tiene una intención partidaria, y te dan la misma receta que se aplicó en países europeos hasta hace muy poquito, países que son tomados como ejemplo por la oposición. Durante el gobierno anterior se cansaron de elogiar las políticas de Chile. Hoy Santiago tiene confinadas 14 millones de personas y no hablan de eso, hablan de convocarse en una plaza para hacer un desacato ante una decisión que se toma para cuidar la salud de la gente.

Ojo, como también vi imágenes de movilizaciones a la Capital Federal, que tampoco están buenas. Hay que decir esto y también lo otro porque este no es un tema político, es una cuestión de responsabilidad ciudadana. Alberto y el equipo de gobierno nacional, Axel con el equipo gobierno provincial, los intendentes de todos los partidos políticos, los gobernadores de todos los espacios también, creo que durante más de un año hicieron todo para que nosotros como ciudadanos entendamos que tenemos que cuidarnos, utilizar el tapabocas, ponernos alcohol en gel, no juntarnos con gente…

Mi mamá se contagió, estuvo 21 días en terapia intensiva en el hospital y una semana más internada hasta que le dieron el alta. 28 días en total, casi un mes y al límite todos los días de la intubación. Por suerte alcanzó con un tratamiento con una cánula de oxígeno. Pero hay otros casos que no son así. La verdad que no está bueno cuando uno pierde un ser querido, un familiar, un amigo. Nos ha tocado perder a compañeros militantes grandes, de mucha trayectoria, no es lindo cuando pasa.

PJ

-Fuiste uno de los que apoyó la llegada de Máximo Kirchner a la presidencia del PJ Bonaerense, ¿te sorprendió que haya habido dirigentes que decidieron pararse de la vereda de enfrente?

-El 99% estábamos de acuerdo con que Máximo encabezara el partido en la provincia de Buenos Aires. Creo que hubo una mala interpretación y fue lo que generó la discordia con el 1% restante. Él no iba a asumir ahora y cortar el mandato vigente.

-¿Pero alguien aclaró esta situación?

-Yo te puedo asegurar que se habló. Y mucho… A veces cuando uno toma una postura tan pública y rígida es muy difícil ir para atrás. De todos modos, este es un tema resuelto en el que el 99% de los dirigentes estamos de acuerdo con que Máximo lidere el movimiento. Hay mucho también que se alimenta desde los medios de comunicación, que constantemente nos quieren meter en la encerrona o en la discusión de “La Cámpora contra los intendentes”, “La Cámpora contra el Movimiento Evita”, “La Cámpora contra el Partido Justicialista”, y sobre todo contra el de la provincia Buenos Aires que es la columna vertebral de nuestro frente político y el que genera la discusión electoral y termina definiendo la elección a nivel nacional.

Hay que construir para adelante. Este es un capítulo que está cerrado. Máximo ya es prácticamente el presidente electo del PJ Bonaerense y Alberto del PJ Nacional. Máximo, en ese lugar, tiene un privilegio y un honor, pero también una gran responsabilidad que es la de conducirnos a todos y eso es lo que está bueno.

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