Mujer y política: Vidal impulsa medidas, pero la paridad está lejos

Mujer y política: Vidal impulsa medidas, pero la paridad está lejos

Las dirigentes ocupan más espacios en lugares claves; sin embargo, hay poca presencia femenina en el gabinete

 

a provincia de Buenos Aires era esa tierra gobernada siempre por hombres, que parecía indiscutiblemente peronista, que estaba colmada de intendentes eternizados en el poder y de altos niveles de corrupción y violencia. Tal vez sigue siendo esa misma provincia, pero hace dos años la realidad bonaerense se vio modificada por la llegada, por primera vez, de una mujer a la gobernación.

Inesperada, la victoria de María Eugenia Vidal fue celebrada por la dirigencia -más allá del color político-, que percibió esos comicios como un paso hacia la equidad de género. Pero su investidura también trajo dudas y prejuicios respecto de su capacidad para ejercer su cargo con la misma autoridad que sus antecesores, no solo por no ser peronista, sino también por ser mujer. "No le va a ser fácil", había dicho Eduardo Duhalde un día después de las elecciones. Para el expresidente peronista, que también gobernó la provincia, había que "ayudarla".

La realidad demostró, dos años y algunas crisis después, que la funcionaria se muestra sólida en el cargo y en la opinión pública, según la visión de varios analistas, y que su perfil de gestión, entre la firmeza en sus decisiones y la sensibilidad ante temas de género, provoca cambios. De la creación de una subsecretaría dedicada a las políticas de género hasta la discusión cara a cara con manifestantes en pleno piquete, Vidal encarna una gestión que a paso lento cambia la concepción que se tenía de la mujer en la política bonaerense.

Sin embargo, pese a su defensa al proyecto de ley de paridad de género aprobado el año pasado, la gobernadora no refleja esa postura en la conformación de su equipo de primera línea.

De los 21 puestos con cargo de ministro solo hay una mujer, en la Secretaría Legal y Técnica. La gobernadora deslizó que la situación podría cambiar. En su paso por la dirección de la Comisión de Mujer en la Legislatura al Ministerio de Desarrollo Social porteño estuvo rodeada por mujeres como Carolina Stanley y Soledad Acuña.

Fortalecimiento institucional

Diana Maffía, directora del Observatorio de Género en la Justicia, habla de un fortalecimiento de la "institucionalidad de género en el diseño de gobierno", reflejado en la creación de divisiones estatales dedicadas a la temática.

Hoy funcionan en la órbita de la Secretaría de Derechos Humanos provincial, a cargo de Santiago Cantón, la Subsecretaría de Género y Diversidad Sexual, que a través de sus seis direcciones impulsa proyectos para promover la equidad, crea estadísticas y elabora medidas para prevenir la violencia de género, uno de los temas más complejos.

Según datos del Registro Nacional de Femicidios del Poder Judicial, la provincia es el distrito argentino en el que más asesinatos de mujeres hay por año.

Después de asumir y de cuestionar la eficiencia de su predecesor, Daniel Scioli, en la gestión del call center que recibía denuncias de hechos de violencia -donde 6000 llamadas no fueron atendidas en 2015 por "falta de personal", según Cantón-, la gobernadora bonaerense impulsó un Plan de Género a cuatro años.

Se anunció la ampliación del call center, la construcción de 50 refugios para mujeres agredidas y un programa de capacitaciones en las comisarías. "Antes, la provincia no tenía agenda de este tipo", dice Daniela Reich, exsubsecretaria de Género y Diversidad Sexual y actual senadora provincial, cargo en el que buscará legislar "desde la perspectiva de género".

Más allá de las medidas, el rol que se le da a la mujer en la gestión del día a día en una provincia donde solo cuatro de los 135 intendentes son mujeres aún no es muy diferente a años anteriores.

Hoy, en la Legislatura bonaerense, los bloques de Cambiemos también tienen una mayoría pronunciada de hombres. De los 45 diputados oficialistas, 17 son mujeres, mientras que de los 29 senadores macristas, 11 son mujeres.

Sin embargo, en el gobierno de Vidal aseguran que las mujeres tienen más lugar en cargos claves que no tienen tanta visibilidad.

La comisaria general Mabel Rojas lidera la Superintendencia de Políticas de Género de la policía. En sus 31 años de trabajo en la fuerza es la primera vez que con su rango accede a la cúpula policial.

"Antes no se daba esto en esta institución verticalista y liderada por hombres. Hoy hay espacios de participación y conducción donde nos podemos desarrollar", dice Rojas, que tiene a cargo 2300 efectivos en 128 comisarías de la mujer y 34 oficinas de atención.

Pilar Molina, por su parte, dirige el organismo provincial de la Niñez y Adolescencia, que vela por la protección de menores vulnerables y por la aplicación de la Convención de los Derechos del Niño de la ONU. Ella habla de "conquista de espacios" cuando se refiere al lugar que las mujeres consiguieron en "cargos de poder" desde 2015. "Hoy hay una manera distinta de entender el rol de la mujer en la política", señala.

Hay coincidencia, incluso, en la necesidad de destacar el papel que tuvieron otras mujeres para que todo sea un poco más fácil para las que venían después. En ese listado aparecen mujeres con características y logros tan disímiles como Cristina Kirchner, Gabriela Michetti, Elisa Carrió, Graciela Fernández Meijide y Elva Roulet.

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