Movidas internas en el Frente de Todos por la asunción de Alberto en el PJ

Movidas internas en el Frente de Todos por la asunción de Alberto en el PJ

El 17 de octubre se concretará el ofrecimiento para que el Presidente lidere el partido. Massa buscará retener a independientes desde el Frente Renovador. La Cámpora apunta a los fieles.

Al asumir el Gobierno, Alberto Fernández rechazaba la posibilidad de conducir el Partido Justicialista y, en privado, aseguraba que prefería concentrarse en la gestión y representar a la totalidad de votantes de una alianza amplia de la que forman parte otras fuerzas. Sin embargo, a diez meses y con casi siete de pandemia, el Presidente recibirá el ofrecimiento para hacerse cargo de la conducción partidaria, mientras que los otros sectores del Frente de Todos se realinearán no solo para tratar de conservar su capacidad electoral, sino también para ampliar el espacio.

Primero fueron los sindicalistas de la Confederación General del Trabajo (CGT) y después los gobernadores. El ofrecimiento para que el jefe de Estado se haga cargo del PJ se terminará de formalizar el 17 de octubre, en el acto virtual por el Día de la Lealtad. Los dirigentes que le harán llegar la propuesta buscan fortalecer la figura presidencial hacia afuera, pero también hacia adentro de la alianza de gobierno.

Este 17 de octubre copamos las redes para homenajear la mutua lealtad del general Perón con el pueblo, los 75 años de vida del justicialismo y defender el gobierno de @alferdez y @CFKArgentina

Sigamos las redes del Día de la Lealtad Peronista 🇦🇷👉🏼 @75octubres.#PreparandoEl17 pic.twitter.com/GsAU0SUrJr

— Partido Justicialista (@p_justicialista) October 8, 2020

El PJ puede ser un refugio para Fernández en caso de que la interna partidaria avance a un nivel más elevado, algo que hasta ahora los distintos sectores del Frente de Todos descartan. Allí juegan un rol clave los gobernadores peronistas que aceptaron la unidad en 2019 bajo la figura de Fernández. Muchos de ellos, se negaban a encolumnarse detrás de Cristina Kirchner y recién cuando mostró que su candidato sería el actual presidente logró juntarlos.

 Pero el Frente de Todos es más que el Partido Justicialista y eso es lo que los llevó en 2019 a ganar la elección. “¿Vamos a ser los cerrados de 2017 o los amplios de 2019?”, pregunta por estas horas uno de los principales dirigentes de la alianza. En el oficialismo reconocen que en los últimos meses en los que se abrieron peleas alejadas a las preocupaciones de los ciudadanos como la judicial, el espacio se redujo en vez de ampliarse.

“Mientras esté Cristina ningún militante se va a mover”, dicen en La Cámpora

En este sentido, el Frente Renovador liderado por Sergio Massa es el que buscará mantener al votante independiente y más volátil. Estiman que hay un millón y medio de votos de los casi 13 millones que la fórmula Fernández-Kirchner consiguió en octubre de 2019 que hoy están enojados. Al cerrar el acuerdo el año pasado, el actual jefe de la Cámara de Diputados insistió en conservar su sello, algo que ahora volverá a poner en escena.

El objetivo es conservar a un votante de centro que puede ser captado por Juntos por el Cambio. Massa ya comenzó a dar algunos indicios en este sentido. Pareció diferenciarse del discurso oficial cuando avaló el uso de las pistolas Taser y el regreso a clases, banderas de la oposición. Horas antes de usar sus redes sociales para respaldar la implementación de estas armas habló con la ministra de Seguridad, Sabina Frederic para coordinar la postura que debían tomar a partir del fallecimiento del policía Juan Pablo Roldán. También habló con el Presidente y el ministro de Educación, Nicolás Trotta, para mostrarse como el primero de la alianza en hablar del regreso a clases.

Aliados. Massa volverá a poner en escena su sello partidario. (Foto: NA)

“Ahora que dejamos atrás la pandemia y la economía comienza a crecer tenemos que volver a trabajar en hacer crecer la coalición”, explican en el Frente de Todos. Desde el Congreso disparan: “La gente va a medir si le mejoramos la vida, no va a mirar cuán peronistas somos”.

El kirchnerismo también reconoce que deben empezar a centrarse en la “agenda ciudadana”. En las últimas semanas, la vicepresidenta dejó de lado las discusiones por la Justicia y hasta pidió silencio a sus principales referentes ante la polémica por la votación contra Venezuela en la ONU. “No es un tema que le interese a la gente”, se limitaron a contestar desde su entorno cuando PERFIL consultó sobre la postura de Argentina.

El kirchnerismo y la agrupación La Cámpora saben que deben mantener las expectativas de la militancia más radicalizada y a ella le hablan cuando apuntan contra Juntos por el Cambio. No solo contra Mauricio Macri, sino también contra Horacio Rodríguez Larreta.

Reconocen que deben captar a los nuevos votantes. Ven con preocupación que las restricciones de la cuarentena alejó a los adolescentes que no quisieron perder el contacto con los amigos. Con los jóvenes de La Cámpora ya no alcanza, por lo que comenzarán a hablarles también a los adolescentes que el año que viene llegarán al cuarto oscuro por primera vez.  

Desde 2018, sobre todo en el territorio bonaerense, la agrupación liderada por Máximo Kirchner se volvió parte del Partido Justicialista. “Ya no somos algo distinto”, dice uno de sus referentes. Pero también conservan su identidad y se muestran como el ala más dura frente a la oposición. El año próximo será el momento para volver a salir a la calle y hablarle a la militancia desde los actos. “Mientras esté Cristina ningún militante se va a mover por más que no le gusten algunos movimientos de Alberto”, dicen en este espacio.

Este 17 de octubre se van a mostrar todos unidos. Sindicalistas, gobernadores, albertismo, kirchnerismo y massismo tendrán representantes en el acto virtual. Al otro día los distintos sectores volverán a su juego. No solo Alberto Fernández se fortalecerá hacia afuera y hacia adentro con la conducción, sino también las distintas fuerzas buscarán ampliar la coalición. No solo para poder ganar la elección el próximo año, sino también para ganar lugar en una alianza en la que las peleas internas recién comienzan.

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