En medio del crecimiento de la protesta social ante la crisis económica y las discusiones por la autonomía municipal, desde el Pro comenzó a avanzar un debate: la administración de la asistencia social.

El primero en dejar una definición al respecto fue Néstor Grindetti, jefe comunal de Lanús, quien a través de sus redes sostuvo: “Los intendentes estamos en condiciones de administrar con mayor sensibilidad y sentido común la asistencia social. La primera es porque jamás los usaríamos para cortar calles y joder así a otros laburantes, y segundo, porque creo que es mucho el laburo que pueden hacer en nuestras ciudades para resolver dos temas: Brindar mejores servicios y además procurarse un mejor futuro para ellos y sus familias. Son un paso a un trabajo formal y estable. Debemos darnos un debate serio y profundo sobre este tema, la asistencia social es para que se genere trabajo genuino”.

Se trata de una postura que va en sintonía con lo que piensa el diputado libertadio Javier Milei y también el ala dura del Pro. Sin embargo, según pudo reconstruir La Tecla, en el Ejecutivo local tienen una visión distinta, en la misma línea que cuando se propuso el traspaso de las policías locales a los distritos.

“Nosotros pedimos trabajo y basta de cortes, no se puede impedir el paso del tránsito en los accesos. Priorizamos la generación de laburo, no los planes sociales. Las ayudas deben ser un vehículo para acceder a un empleo de calidad”, sostuvieron a La Tecla desde el entorno cercano de Montenegro, a diferencia de lo expuesto por Grindetti.

“El Estado debe dar las condiciones generales y cada distrito encargarse de la generación de trabajo. No cambia la ecuación quién da las ayudas sociales”, remarcaron desde el Ejecutivo.

De esta manera, Montenegro vuelve a tomar partido otra vez en medio de las discusiones que impulsa el partido amarillo.