Montenegro y su gran dilema: un mensaje que define un perfil de ciudad; cómo desafiar el riesgo K

Difícil situación enfrentará el intendente Guillermo Montenegro, que deberá jugar a varias puntas, como en una tarea de conciliación entre los sectores en pugna.

No serán pocos quienes en las próximas horas le pedirán que cierre la ciudad, ante el advenimiento de un fin de semana que si bien no será largo, muchos de hecho lo harán de ese modo.

Mientras tanto estará a su vez presionado por los gastronómicos y los hoteleros para que no tome ninguna medida.

Qué decidirá el jefe comunal? Seguramente esperará lo que decida Nación y luego Provincia.

Pero de nada serviría que Kicillof decida cerrar el conurbano y permitir la libre movilidad en el interior provincial.

Es de esperar que este “finde” vengan a Mar del Plata turistas de Tandil, Gesell o Pinamar, con el riesgo sanitario que ello implica…

Montenegro, otra vez piloto de tormentas

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