En medio de un escándalo se aprobó la ley de bonos

En medio de un escándalo se aprobó la ley de bonos

Una protesta del gremio legislativo estuvo a punto de impedir la sesión.

En una escandalosa sesión de la Legislatura, los diputados provinciales aprobaron ayer en general el proyecto de ley de emisión de los Títulos de Cancelación de Deuda Pública (Ticade) por 350 millones de dólares que había enviado el Ejecutivo provincial.

La premura de los legisladores para sancionar esta nueva emisión de bonos se debe a que de ello dependía la posibilidad de que el Gobierno, además de refinanciar pasivos, fije una fecha de pago de los aguinaldos, ya que esta operatoria le permitirá oxigenar la tesorería en el corto plazo.La tensión en la Legislatura, que comenzó por la tarde con la realización de la sesión ordinaria (ver aparte), se debió al reclamo de parte del gremio ANEL, que nuclea a los empleados de la cámara, con respecto al tratamiento de un proyecto en adhesión a la normativa nacional que los excluye del pago del impuesto a las ganancias.

La ley de bonos se pautó para tratarse en otra sesión (especial) convocada para las 20 y allí el gremio se volvió manifestar dentro del recinto y en el hall de la Legislatura, con la intención de impedir la labor de los diputados.Ante este panorama se hicieron presentes en el lugar el ministro de Seguridad de la provincia, Gabriel Gastaminza, y el jefe de los fiscales, José Gerez, quienes se reunieron con la presidenta de la Cámara, Ana Pechen, y el titular del gremio ANEL, Juan Benítez, para intentar destrabar el conflicto.

Pasadas las 21, los diputados decidieron bajar al recinto, pese a que la protesta de los empleados se mantenía. Fue así que se inició la sesión en medio de gritos, bombos y reproches de los trabajadores.Los legisladores debieron prestarse un micrófono para hablar, ya que el sonido había sido cortado. La votación, con 25 diputados presentes, arrojó 22 por la positiva y tres por la negativa (Amalia Jara y Elena Jara Sandoval del PJ y Raúl Podestá del Frente Grande). Hoy a la medianoche estaba previsto el tratamiento del proyecto en particular. Gritos, reclamos, botellas y bombos adentro del recinto

 

Por primera vez en la historia, la Legislatura neuquina sesionó ayer sin luz, entre gritos y bombos, el reclamo de los empleados de la casa nucleados en ANEL. A las 16:30 empezó la sesión y los trabajadores interrumpieron en señal de protesta para exigir la adhesión a la Ley Nacional 24.686, que los exime del pago del impuesto a la ganancias.

En un primer momento no hubo audio, por lo que los legisladores se comunicaron casi con señas. Los presidentes primero y segundo izaron las banderas y se comenzó con el tratamiento de asuntos entrados, se giraron proyectos para comisión, pero en ese momento se apagó la luz.

“Viví lo de Chevron cuando tuve que entrar esquivando piedras, pero juro que esto fue peor porque lo vivimos adentro del recinto”, contó una empleada. Los trabajadores desde la barra de los periodistas tiraron agua, botellas y con los diarios hacían bolas de papel mojado para que tomen velocidad. “Cuando pidieron el cuarto intermedio, cayó uno de los bombos. La salida fue con una diputada llorando y en una situación tensa”, relataron. “Tenemos un planteo claro, justo, se está aplicando mal el impuesto a las ganancias, pero nos jugaron mal, fue una trastada y eso provocó mucha bronca”, justificó Juan Benítez, presidente de ANEL.

Comentá la nota