Medicina le da vida a un sanatorio luego de tres décadas de abandono

Ya se completó la primera etapa de la puesta en valor del edificio de 12 y 161 en el que estudiarán cinco mil alumnos 

A poco más de tres décadas de su cierre, el espléndido edificio del ex Sanatorio de la Carne finalmente recobró vida. Ante las miradas incrédulas de muchos vecinos, que lo vieron vacío y deteriorándose durante treinta años, el inmueble ya se empieza a parecer al de las épocas de esplendor. Aunque resta la segunda parte de la obra, la refacción básica de su estructura ha finalizado. Cada vez falta menos para que los cerca de cinco mil alumnos que estudian las carreras paramédicas lo invadan cada día. Así, un pedazo de la UNLP se trasladará a la ciudad ribereña, luego de desembarcar con dos facultades en Ensenada. La primera etapa de los trabajos destinados a convertir el ex sanatorio en sede de la Escuela de Recursos Humanos de la facultad de Medicina, así como de algunas cátedras de la de Odontología, consistieron en el reacondicionamiento de las seis plantas del edificio, que abarcan más de cuatro mil metros cuadrados. La Escuela de Recursos Humanos de Medicina dicta la licenciatura en Obstetricia, la licenciatura en Nutrición y la tecnicatura en Prácticas Cardiológicas. Y si bien Enfermería siempre la dictó por convenio con el ministerio de Salud de la Provincia, en la última sesión del consejo superior de la Universidad, el rector Raúl Perdomo informó a los consejeros que la casa de estudios superiores “ya cuenta con el apoyo de la secretaría de Políticas Universitarias de la Nación para crear una carrera propia de Enfermería Universitaria”. En ese sentido aseguró que se harán “todos los trámites necesarios” para que entre en funcionamiento en el 2016. CONSULTORIOS EXTERNOS El lugar donde funcionó -entre fines de los ‘70 y principios de los ‘80- el centro de salud de los trabajadores de la industria de la carne, que llegó a ser un sitio modelo, también albergará en su nueva etapa consultorios externos de atención médica, odontológica y psicológica. Respecto de las tareas que se llevaron a cabo hasta hoy, los técnicos del área de Planeamiento de la Universidad detallaron que “luego de una limpieza a fondo, se reacondicionaron las aberturas y se colocaron rejas en más de cien ventanas y en sesenta metros lineales para cubrir parte del perímetro del edificio”.

“También se completó la pintura exterior del inmueble”, apuntaron los profesionales, para indicar que ese trabajo cubrió nada menos que tres mil metros cuadrados. Y la diferencia ya se nota desde varios puntos de Berisso: las paredes sombrías y repletas de grafitis dieron paso a un blanco “blanquísimo” que terminó de convencer a muchos vecinos de que la recuperación del sanatorio esta vez no era un anuncio más de los tantos que escucharon en las últimas décadas. Continuando con el racconto de tareas, “se recuperaron losas, se colocaron membranas, se restauraron cielorrasos, se puso a nuevo la instalación eléctrica, y además se demolieron paredes para la posterior construcción de aulas”, enumeraron en Planeamiento, donde acotaron que la etapa I de la obra de puesta en valor del edificio se completó con la reparación de pisos y el levantamiento de sanitarios aptos para discapacitados en cuatro de los seis pisos. “Lo que falta para acondicionar integralmente el lugar se encuentra actualmente en proceso licitatorio”, apuntaron en la UNLP. En cuanto a la inversión total que demandará la puesta a nuevo del ex sanatorio, ubicado en la esquina de calle 12 y 161, a pocas cuadras del centro de la vecina ciudad, rondará los 22 millones de pesos. El inmueble será recuperado con el aporte del ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios (12 millones de pesos), de la secretaría de Coordinación y Monitoreo Institucional del ministerio de Desarrollo Social de la Nación (6 millones), de la cartera de Salud de la provincia de Buenos Aires (3 millones) y de la Cámara de Diputados bonaerense (un millón). Después de resaltar que “la instalación de este complejo educativo y centro de salud generará un impacto muy positivo para la Región, ya que involucrará a más de cinco mil personas entre docentes, profesionales y alumnos”, el vicepresidente institucional de la casa de altos estudios platense, Fernando Tauber, destacó que “el proyecto se concretará en un edificio de gran valor simbólico para todos los berissenses; el ex sanatorio descansa en la conciencia colectiva de generaciones asociado a épocas de esplendor de la ciudad”, subrayó. Añadió, asimismo, que su puesta en marcha “traerá consigo un efecto renovador para toda el área circundante, y una profunda conexión entre La Plata y Berisso a partir de la Universidad”. El informe que en su momento elaboró Planeamiento de la UNLP ponderó “la localización del inmueble, en lo que se denomina Berisso centro y a escasas cuadras de su núcleo comercial”. También realzó que “la infraestructura urbanística, ciertos datos del entorno y la morfología propia del inmueble a poner en valor son elementos que lo convierten en un sitio significativamente apropiado para funcionar como un futuro complejo educacional”. El ex Sanatorio de la Carne tiene una superficie cubierta de 4.917,45 metros cuadrados distribuidos en seis plantas. Se trata de una construcción de mediados de la década del ´70, con una corta pero fructífera historia (ver aparte). Cuentan que al realizarse la limpieza general previa al comienzo de las obras, se encontraron en el lugar jeringas de vidrio, antiguas agujas, numerosos frascos de vidrio, camillas de otras épocas. Historia, que ahora vuelve a tener sentido.

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