Mauricio Macri estiró en Washington el misterio por una enventual candidatura presidencial

Mauricio Macri estiró en Washington el misterio por una enventual candidatura presidencial

“Estoy muy feliz donde estoy”, dijo en un evento en la Universidad Georgetown, y después agregó que “por ahora” se mantendrá en el lugar donde está

 

Rafael Mathus Ruiz

Sin corbata y en zapatillas, Mauricio Macri se sentó al lado del escritor Moisés Naím para hablar sobre la política de América en la Universidad Georgetown. Ambos se turnaron para exponer detrás del atril, y luego hablaron sobre democracia, populismo, los nuevos liderazgos que asoman en la región, y sobre el final Naim le hizo la pregunta ineludible.

“¿Va a competir de nuevo por la presidencia?”, preguntó Naim en inglés.

“Estoy muy feliz donde estoy”, comenzó su respuesta Macri, luego de una tibia ola de risas del auditorio, en su mayoría, estudiantes latinos de Georgetown, un público afín. “Enseño en todo el mundo y tengo estas oportunidades, y ayudo a los nuevos líderes de mi partido que están trabajando duro. Y les explico que lo más importante hoy en día para un líder es, ideas de líder, y construir un buen equipo. Hoy en día ya no hay magos, tenemos que tener un equipo para cambiar la realidad por todos estos nuevos retos a los que nos enfrentamos. Estoy muy emocionado. Por ahora, estoy en esa posición. Gracias por preguntar”, cerró.

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La respuesta de Macri renovó el misterio que envuelve a su futuro y el de la Argentina. En Estados Unidos, al igual que en el país, la misma pregunta persiste: si Macri, pese al fracaso de su gestión, intentará regresar a la Casa Rosada el año próximo. Se mostró convencido de que Juntos por el Cambio retornará al poder, y develó algunas enseñanzas que se llevó de la presidencia. Eso y su respuesta ante una pregunta que Naim dejó estratégicamente para el final fueron los indicios que dejó en su paso por Washington. Indicios, y el enigmático “por ahora” que prolonga el misterio.

Fiel a su prédica. Macri criticó en términos muy ásperos al populismo, y se estiró sobre los desafíos que enfrentan las democracias y las lecciones de su propio paso por la Casa Rosada, y dejó definiciones tajantes sobre tres presidentes concretos sobre quienes les preguntó Naim: Gabriel Boric, de Chile, Gustavo Petro, de Colombia, y Nicolás Maduro, de Colombia. Arrancó con Petro: dijo que Álvaro Uribe, su némesis, había sido el mejor de presidente de Colombia de los últimos 30 años y que esperaba que Petro se moderara porque si no iba a “destruir las cosas buenas” en vez de resolver problemas. Del gobierno de Boric dijo que era un reflejo de las dificultades actuales para gobernar, y fue duro con su reforma constitucional cuando se mostró aliviado y dijo que afortunadamente Chile “no aprobó esa reforma loca”. Fue mucho más áspero con Maduro y su régimen: “Es lo peor que podés encontrar en el mundo”, exageró.

"“La Argentina ha perdido el rumbo, sin plan, sin camino, y estamos sufriendo las consecuencias”"

Mauricio Macri

Macri también dejó espacio para diferencia 2023 de 2015. “No tienen nada que ver”, dijo. A diferencia del momento en el que asumió su presidencia, dijo que ahora la Argentina ya no tendrá financiamiento para seguir gastando más de lo que tiene en su presupuesto, y que ahora la gente entiende que “hay que cambiar todo el sistema” y ser parte del mundo. Una convicción sobre las reformas que no quiso o no pudo poner en marcha durante su gobierno, y que algunos creen que terminó por sellar la suerte de su presidencia.

Macri también estiró el largo historial de contrapuntos que mantiene con el presidente Alberto Fernández. Primero dijo que en la Argentina no ve “propuestas de extrema derecha” una semana después de que Alberto Fernández advirtió por los extremismos y la violencia política y los ató al intento de magnicidio contra Cristina Kirchner. También cargó contra lo que a su juicio es falta de credibilidad y de previsibilidad en el Gobierno.

“La Argentina ha perdido el rumbo, sin plan, sin camino, y estamos sufriendo las consecuencias”, afirmó. “Pero afortunadamente todo eso va a cambiar para bien el próximo año. Los ciudadanos han aprendido. No es que vamos a volver a gobernar. En 2015, todo el mundo quería un cambio político pero no un cambio económico. Ahora todos entienden que tenemos que cambiar todo el sistema y ser parte del mundo”, afirmó.

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