Además el ex ministro de Educación bonaerense afirmó: “Para mí el objetivo es gobernar justicialistamente”, mostrando un alejamiento con las ideas de los otros espacios políticos. 

A continuación, la entrevista completa.

RP.- ¿Qué vislumbra en el PJ? ¿Qué perspectivas tienen, teniendo en cuenta que el otro día se lanzó el Grupo Esmeralda por ejemplo?

Venimos de una derrota política electoral muy grande, en donde perdimos no sólo en nación sino en la provincia de Buenos Aires en manos de un partido que es totalmente antagónico como concepción cultural de la política, en elecciones transparentes, limpias y legítimas. Casi ganamos en un balotaje donde perdimos por dos puntos, o sea que tampoco fue una elección catastrófica, hay que reconstruir desde ahí.

¿Hoy qué tenemos en esa reconstrucción en la provincia de Buenos Aires? Cincuenta y cinco intendentes. Ellos son la base de la reconstrucción, son los legitimados por el pueblo, por lo tanto valoro mucho lo que hace el Grupo Esmeralda, como todos los intentos de convocar a la unidad desde el Partido Justicialista o desde el Frente para la Victoria.

Por lo tanto, en la provincia de Buenos Aires hoy los intendentes son nuestro mayor frente de legitimidad. Por otro lado también están los legisladores que tenemos en ambas cámaras y los nacionales representando el territorio bonaerense. Ahí hay como un primer espacio de construcción de unidad. Con eso no basta, hay que ampliar hacia otros territorios y hacia otros colectivos, en el sentido que tenemos que dialogar con todos los sectores que defiendan la industria nacional, el federalismo.

RP.- ¿Cómo el massismo?

El massismo es más complejo, Sergio Massa en particular. Hasta ahora lo que noto es que ha hecho un gran trabajo de coyuntura. Todavía no he descubierto cuál es su teoría política y me parece que sin eso es muy difícil avanzar y gobernar un país. La mía es el justicialismo, si Massa está dispuesto a gobernar justicialistamente, perfecto, me parece que alguno de sus aliados, no. Él se alejó del peronismo e intentó hacer un nuevo partido. Esa confusión de si es un nuevo partido o forma parte del peronismo, a mí no me representa.

RP.- ¿Hay ausencia de liderazgo? Porque hoy quizá Massa tiene eso, está liderando las encuestas.

A los liderazgos por supuesto que les doy importancia pero no me agotan la simpatía. Yo no estoy siempre con alguien porque seguro gana porque como decía Perón: “Ganar una elección no es tan difícil, lo difícil es gobernar un pueblo”, por lo tanto a mí me interesan las políticas que se lleven adelante.

Hay una gran figura política en el peronismo que es Cristina Kirchner, es una figura enorme. Y en la provincia de Buenos Aires hay figuras muy destacadas que por lo menos a mí sí me representan y me generan mucha simpatía.

RP.- ¿Como por ejemplo?

Florencio Randazzo, para mí es un dirigente de enorme proyección nacional que sintetiza la tradición peronista con los logros de los doce años de gobierno del kirchnerismo. El trabajo que hacen en la provincia de Buenos Aires los intendentes Martín Insaurralde, Gabriel Katopodis, Verónica Magario, Juan Zabaleta, Mariano Cascallares o del interior que han sido ratificados comoFrancisco Echarren, de Castelli, Juan Pablo de Jesús, del partido de la Costa, más otros que han permanecido en su distrito como Julio Pereyra en Florencio Varela o Alberto Descalzo en Ituzaingó, o sea que no estamos escasos de dirigentes.

También es una figura Julián Domínguez que ha demostrado una voluntad política muy grande no sólo en las PASO sino en la elección general y que siguen militando en la provincia de Buenos Aires. En ese sentido hay mucha representatividad y también hay que buscar en dirigentes que hoy no tienen cargos públicos pero que aportan mucho a la política, por ahí lo digo por mí que no tengo cargo público (risas).

Tenemos que valorar la unidad con programa, con política, con objetivos claros. Para mí el objetivo es gobernar justicialistamente: con el papel del estado como intermediario entre las tensiones del capital y el trabajo; políticas latinoamericanista; nueva agenda de principios sociales, esa es la marcha peronista.

No creo que le vayamos a dar un programa atrayente a la sociedad si sólo nos paramos a mirar el pasado en la nostalgia de lo que hicimos, nos tenemos que parar en lo que hicimos para proyectar el futuro. Esto implica una alternativa moderna, clara, democrática desde el justicialismo a este modelo conservador, egoísta, individualista, anticultural, antilatinoamericanista, subordinado a los grandes poderes internacionales, sin deseo de autonomía nacional ni de nombrar palabras como soberanía, patria o igualdad.

Esa es nuestra postura en el juego democrático donde tenemos que construir, aceptar que este gobierno ha ganado y que tenemos que ser una oposición constructiva porque el pueblo no quiere conflictos, lo que quiere es vivir mejor.