Maduro acusa a la oposición de golpista

Maduro acusa a la oposición de golpista

Los legisladores opositores abrieron un proceso para analizar el rol del mandatario en los vaivenes del país caribeño y la influencia de sus políticas en la “devastación de la economía” venezolana. Maduro llamó a una mesa de diálogo.

La crisis política en Venezuela mostró una vez más las diferencias entre la oposición y el gobierno de Nicolás Maduro, un día después de la intervención del papa Francisco para acercar posiciones. La Asamblea Nacional, dominada por los opositores, abrió un proceso para analizar el rol del presidente en los vaivenes del país caribeño y decidió citarlo para que ejerza su defensa en una sesión que se llevará a cabo el 1º de noviembre sobre las “graves violaciones a la Constitución, los derechos humanos y la democracia” que se le achacan y la influencia de sus políticas en la “devastación de la economía” venezolana. Frente a un panorama adverso, Maduro adelantó que asistirá personalmente, en representación de su gobierno, a la mesa de diálogo entre oficialistas y opositores del próximo domingo en la isla Margarita. Además, convocó a una reunión para hoy del Consejo de Defensa de la Nación (Codena). “En uso de mis atribuciones como Presidente he convocado mañana (por hoy), a las 11 de la mañana sin falta Consejo de Defensa de la Nación, a todos los poderes públicos, a este palacio de Miraflores para evaluar el golpe parlamentario de la Asamblea Nacional y el plan de diálogo para la paz”, dijo Maduro.

El endurecimiento de la posición de los legisladores de la Asamblea Nacional, frente al gobierno de Maduro, se produjo un día después de que, con la mediación de Francisco y el impulso de la Unasur, se anunciara el inicio de un diálogo nacional entre oficialismo y oposición, y casi en simultáneo con el regreso del jefe de Estado al país, después de una gira por Medio Oriente y una visita a El Vaticano.

El jefe del grupo de diputados opositores, Julio Borges, señaló sobre la citación al presidente que se trata de “un proceso que se inicia este martes, con la intervención de diputados oficialistas y opositores. Seguimos exactamente en la hoja de ruta que plantea determinar responsabilidades de otros poderes públicos por violar la Constitución”, agregó .

Las leyes venezolanas no prevén la posibilidad de destitución del presidente del país a partir de un juicio político parlamentario como existe en otros países de la región. Pero disponen que el mandato del jefe del Estado puede ser revocado a través de un referendo como el que la oposición exigió durante meses y que acaba de ser bloqueado por las autoridades electorales, dependientes del chavismo.

El oficialismo, que se opuso a la apertura del proceso, desestimó las decisiones del Poder Legislativo, debido a que su actuación no generará consecuencias directas, ya que sus actos son nulos desde que fue declarada en desacato por el Supremo venezolano. Mientras se desarrollaba la sesión en la Asamblea, miles de militantes chavistas se movilizaron vestidos con camisas rojas para recibir a Maduro. La manifestación pasó por la sede del Legislativo y los militantes cantaron: “Y va a caer, y va a caer, esa Asamblea va a caer”.

Sobre la participarción del gobierno en la mesa de negociaciones con la oposición, Maduro señaló, durante un acto frente a militantes chavistas en Caracas: “El domingo yo mismo voy a ir a la mesa del diálogo a conversar con todos los actores presentes”. El jefe de Estado también acusó a los opositores que se oponen al dialogo de seguir instrucciones del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a quien le atribuyó el deseo de destruir a su país.

“Yo les hago un llamado a los líderes de la oposición que crean en la democracia de verdad, a los que crean en el diálogo, a que den un paso al frente, a que no se dejen chantajear por los sectores extremistas de derecha”, sostuvo. Maduro hizo esas declaraciones un día antes de la jornada de protesta organizada por la oposición, que llamó a “tomar Venezuela de punta a punta” este miércoles, en demanda de la activación del proceso para organizar un referendo revocatorio del mandato de Maduro.

Frente a miles de chavistas que marcharon en Caracas para manifestarle su respaldo, Maduro explicó que el encuentro del Codena servirá para evaluar el golpe parlamentario de la Asamblea Nacional y el plan de diálogo para la paz. Maduro, como jefe del Ejecutivo, es la cabeza visible del Consejo, que está integrado por el presidente del Parlamento, el opositor Henry Ramos Allup; la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena; la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Gladys Gutiérrez; y el presidente del Consejo Moral Republicano, Manuel Galindo.

“He convocado sin falta (a Ramos Allup), no me puede faltar, que dé la cara, que venga aquí, va a ser tratado con decencia, con humanidad y le voy a estrechar la mano y le voy a decir vamos a hablar, vamos a dialogar”, sostuvo el jefe de Estado. El Ejecutivo, según explicó el mandatario venezolano, trabaja en un documento con recomendaciones que será revisado por el Codena en el encuentro para que, como “auxiliar del jefe de Estado, este grupo tome decisiones para encauzar las últimas aventuras de estos sectores que han pretendido desestabilizar Venezuela”.

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