Macri renovó su alianza con el campo y le pidió buscar nuevos mercados

Macri renovó su alianza con el campo y le pidió buscar nuevos mercados

En un clima de profunda sintonía, dijo que el agro debe dejar de ser el granero del mundo y pasar a ser "el supermercado del mundo"; amplio respaldo del presidente de la Rural a la política económica

 

El campo volvió a vivir a pleno su tradicional fiesta de Palermo. El presidente Mauricio Macri terminó ayer de sellar una alianza estratégica con el sector agropecuario, que lo aplaudió y ovacionó al encabezar y hablar en el acto de inauguración de la 130a Exposición de Ganadería, Agricultura e Industria, que dejó múltiples señales de apoyo recíproco entre el sector y el Gobierno.

En su discurso, de 19 minutos, Macri invitó al agro a "dejar de ser el granero del mundo para ser el supermercado del mundo", porque "no alcanza con producir materias primas". Y lo animó a multiplicar sus exportaciones a nuevos mercados "que nos abren los brazos".

"Trabajamos para que el campo sienta que se le ha sacado la pata de encima y se le tendió la mano", dijo y calificó al sector como "el motor del país". Macri hizo una fuerte defensa de todas sus medidas: ajuste en la economía y la quita y baja de retenciones al sector agropecuario.

En el palco de honor, repleto, Macri estuvo acompañado por su esposa, Juliana Awada; su hija Antonia, y todo el gabinete, además de legisladores, empresarios, embajadores y funcionarios de la Ciudad, entre otros invitados especiales.

Su anfitrión, el presidente de la Sociedad Rural (SRA), Luis Miguel Etchevehere, dio un fuerte apoyo a todas las políticas del Gobierno: no hubo reclamos ni quejas, como en años anteriores: todo fue sintonía.

Sí hizo enfáticas críticas a los antecesores kirchneristas, por sus medidas y por las sospechas de corrupción. "Quienes violaron la ley tienen que ir presos", dijo.

Todo fue música para los oídos de Macri, quien consolidó un romance con el sector de la economía que, ante los ataques de otros, parece el principal pilar para la legitimidad de las medidas de los primeros siete meses de gestión. Y el que en más corto plazo comenzó a reactivarse, a exportar, a invertir y a dar cierta actividad a los pueblos del interior.

"Aquí hay mucha expectativa. No es que estemos tanto mejor, no ganamos tanto más que antes, pero hay mucha esperanza en la gente", dijo a LA NACION un allegado a Etchevehere, productor agropecuario.

El presidente de la SRA, incluso, respaldó la auditoría del Consejo de la Magistratura a los jueces federales, y ratificó que "el campo ya arrancó", aunque ambos mencionaron la crisis de la lechería. No podía haber mejor clima de armonía.

Aplausos a Vidal

El público de todas las tribunas de la pista central de Palermo aplaudió de pie la llegada de Macri y, minutos antes, la de la carismática gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal. También batió palmas ante la mención de cada uno de los ministros y entonó a viva voz el himno nacional y la Marcha de San Lorenzo.

Etchevehere le agradeció a Macri la eliminación y rebaja de las retenciones y las prohibiciones a las distintas exportaciones agropecuarias. Celebró, además, el regreso, luego de 15 años, de un Presidente a la fiesta inaugural. Durante parte de esa era el campo padeció el conflicto con los gobiernos kirchneristas.

Incluso, el ruralista saludó a todos los organismos públicos y a los Granaderos a Caballo.

A tal extremo llegó la cálida recepción a Macri que Etchevehere ordenó no encender la calefacción del palco de honor, en homenaje al pedido de ahorro de energía del Presidente, que suele instar a abrigarse y sufrir algo de frío. Los invitados padecieron de buen talante los diez grados, bajo un cielo gris, con abundante abrigo. Macri se sintió como en su casa. "Muchas gracias por este recibimiento tan caluroso. Por este desborde de energía positiva. Y qué bueno que esa energía no la tenemos que ahorrar, es la que tenemos que poner", les retribuyó Macri .

Luego improvisó el discurso, sin anuncios, en el que repitió latiguillos como "es aquí, es ahora y juntos" y "sí se puede", frase de campaña que minutos antes había surgido de las tribunas. "Hay que crecer cada día más, pero no alcanza con producir más materias primas, tenemos que dejar de ser el granero del mundo para ser el supermercado del mundo", propuso el mandatario. "El mundo nos ha abierto los brazos", aseguró.

El Presidente confirmó que considera que el campo traccionará al resto de la economía y ello quedó de manifiesto cuando valoró la "enorme importancia que tiene el campo, especialmente en este momento".

"La reducción de cada retención para la agricultura, ganadería, minería e industria ha buscado devolverle el protagonismo a cada provincia o región el país", dijo Macri para defender sus medidas, muchas veces criticadas por la oposición.

"No ha habido decisión de este gobierno que no haya tenido como objetivo central, fundamental, crecer, generar empleo y reducir la pobreza", aseveró con énfasis.

Pese a las crícitas de sectores sindicales, del kirchnerismo y de la izquierda, Macri agradeció el "entendimiento que hubo en la Argentina" y el "apoyo mayoritario a pesar de estos duros momentos" ante las "decisiones difíciles" de su gestión. Pero rescató las medidas para "rescatar a los sectores vulnerables".

Además, pronosticó que más "potente" que la baja de las retenciones será "la ley de pymes" para reactivar las economías regionales.

Reconoció que hay economías regionales con dificultades" y destacó que "la lechería está enfrentando severas dificultades", aunque pidió "encontrar la manera de retribuir a nuestros queridos tamberos".

Macri presenció luego el desfile de campeones y grandes campeones y el espectáculo de la Escuadra de Arte Ecuestre Argentino. Para sorpresa de su custodia, saltó el vallado y fue a la pista para saludar a los miembros de la Asociación Ecuestre de Discapacitados, besar a una niña con síndrome de Down y sentarse junto a su hija Antonia sobre uno de los caballos ante el aplauso general.

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