Macri juega a dividir al PJ: foto con Urtubey y reproche a Pichetto

Macri juega a dividir al PJ: foto con Urtubey y reproche a Pichetto

Luego de la sanción de la ley de tarifas, visitó al gobernador de Salta y mostró su enojo con los senadores opositores. Enmarcó la pelea como un arranque de la campaña electoral 2019

Apenas horas después de la sanción de ley opositora para limitar la suba de tarifas y consumada su decisión de vetar la norma de la polémica, el presidente Mauricio Macri descargó todo su enojo contra los senadores y gobernadores del peronismo que promovieron la ofensiva legislativa y los acusó de hacer "una demostración de poder". Sin embargo, necesitado de consenso en plena negociación con el FMI, el mandatario pareció dividir el entramado peronistas entre racionales e irresponsables. Así, a contramano de los acalorados reproches hacia la bancada conducida por Miguel Pichetto, Macri viajó a Salta para fotografiarse junto al gobernador Juan Manuel Urtubey, el mandatario del PJ que jugó más claramente contra la sanción del proyecto opositor de tarifas.

 

 

 

En territorio salteño el jefe de Estado encabezó una reunión de gabinete con el equipo de Urtubey y así buscó "dar vuelta la página" al mal trago que significó la aprobación de la ley. Con el costo del veto a cuestas, Macri continuará hoy con su periplo por las provincias del norte y visitará Santiago del Estero. Allí, además de verse con el anfitrión, Gerardo Zamora, también tiene previsto encuentros con los gobernadores Sergio Casas (La Rioja), Lucía Corpacci (Catamarca) y Carlos Haquim (vice de Jujuy). Ayer, en Salta, el Presidente tenía agendada una reunión con el tucumano Juan Manzur, pero finalmente la cita quedó en suspenso.

 

 

La apuesta presidencial con esa ronda de encuentros es la de comenzar a tender puentes para mostrar más consenso político ante el desafío central del Gobierno: acordar un Presupuesto 2019 con una fuerte baja del déficit fiscal, tal como esperan que les exija el FMI para desembolsar un crédito stand by.

 

 

Con esa premisa de fondo, Macri reconoció ayer en conferencia de prensa la "dependencia importante del mundo" que tiene su gestión y planteó que "no se pueden dar mensajes contradictorios", en directa alusión a los cortocircuitos por el ajuste de tarifas. El jefe de Estado necesita mostrar cierta imagen

 

 

de concordancia con los gobernadores mientras negocia con el FMI y porque pretende que el Congreso trabaje las leyes laborales y de reforma judicial.

 

 

Por eso Macri también mostró ayer su enojo con los promotores de la ley para ponerle un tope a las tarifas. Insistió con la estrategia oficial de que el peronismo se abroqueló en torno a la norma como globo de ensayo para las elecciones de 2019. "Ya los veo a todos excitados con el 2019. Si encima anticipamos las cosas para estar en clima electoral permanentemente, nos olvidamos de la tarea principal que es solucionar los problemas de la gente", reprochó.

 

 

La Casa Rosada busca bajar la línea de que el peronismo intenta mostrarse unido, pero que está fragmentado. La lógica de Cambiemos es que el ala que encabeza el senador Miguel Pichetto y otros gobernadores están tomando un rol más duro que bordea con la posición de la ex presidenta Cristina Fernández. "Están en un callejón: ¿van a ir juntos en una lista? Bueno, van a tener un techo del 30% del electorado K", razonaban ayer en el oficialismo.

 

 

Incluso, Macri volvió a desplegar el argumento de que goza de la legitimidad de los votos para llevar adelante políticas de ajuste, tal como subir las tarifas de los servicios públicos. Así se lo planteó a senadores y gobernadores peronistas, a quienes recriminó que en privado decían que la ley era un "mamarracho". "¿Qué querían? ¿Hacer una demostración de poder del peronismo? Ya sabemos que tienen la mayoría en ambas cámaras, pero no se equivoquen, el poder lo tiene la gente, que decidió un cambio y no va a volver atrás", remarcó. Dejó entrever así que el peronismo está trabajando para limitar su poder.

 

 

El Presidente tensó la cuerda con la oposición justo cuando dice buscar un acuerdo nacional para firmar el Presupuesto 2019. Al justificar su veto, asumió que "no se puede hacer algo tan irresponsablemente sin prever cómo, no se le puede mentir a la gente". En Casa Rosada confían en que van a lograr sumar a la oposición al acuerdo nacional: "senadores y gobernadores peronistas van a necesitar ayuda porque no pueden quedar pegados a Cristina para las elecciones". "Si los convocamos y no vienen, la sociedad no los va a apoyar", confían en Balcarce 50.

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