El lunes saldrán a la venta 7.000 entradas para el Acto Central

El lunes saldrán a la venta 7.000 entradas para el Acto Central
A partir de las 10, se habilitará una decena de ventanillas en el Hipódromo de Godoy Cruz. También se podrán comprar las localidades para las tres repeticiones.

Las expectativas por presenciar la Fiesta Nacional de la Vendimia 2013 son tales que ya desde el miércoles pasado hay gente acampando en el Hipódromo de Mendoza, uno de los sitios donde a partir del próximo lunes se pondrán a la venta las entradas para presenciar el espectáculo “Teatro Mágico de Piedra y Vino”.

En total, serán 7.000 los tickets a los que podrá acceder el público en general para presenciar el Acto Central, el próximo 2 de marzo, que también se comercializarán en siete sucursales del Casino de Mendoza, distribuidas en toda la provincia.

En conferencia de prensa la ministra de Cultura, Marizul Ibáñez, detalló la capacidad del Frank Romero Day y cómo se distribuirán las localidades: “En total son 17.500 lugares, ya que se dejarán libres dos filas del sector Malbec para la parte técnica. Para el sábado se pondrán a la venta 14.000, 50 por ciento para turistas nacionales y extranjeros a través de las agencias y el otro 50 por ciento para mendocinos en los puntos de venta”.

Es decir que serán 7.000 para cada una de estas fracciones de público. Además, se le suman 800 entradas para personas con discapacidad, 800 proporcionalmente para los municipios y 400 para los sponsors. Las 1.500 restantes serán distribuidas por el gobierno pero, tal como aseguró la funcionaria, el número puede variar: “El gobierno invita a ciertas personas, pero se va sabiendo si las utilizan a medida que van confirmando. Las que no se confirmen saldrán a la venta”.

En tanto, para las tres repeticiones, los días 3, 4 y 5 de marzo, los tickets disponibles serán 16.700 porque únicamente se descontarán las 800 para personas con discapacidad ya que no se reservará ninguna para el sector turístico a través de agencias de viajes, según informó la ministra.

Camping vendimial

El primero en llegar al Hipódromo en Godoy Cruz fue Pablo Perri, oriundo de San Martín. El joven de 29 años se instaló en el predio el miércoles por la tarde y pasó la primera noche en su auto. “Golpeé la puerta de los vecinos y les dije que venía a comprar entradas de la Vendimia en el Hipódromo y que iba a estar por acá, así no se asustaban ni llamaban a la policía”, dijo Perri a Los Andes, luego de levantarse de una siesta que durmió en una pequeña carpa que instaló en el lugar.

Él es escenógrafo, egresado de la UNCuyo, y este año su objetivo es asistir a las cuatro noches.

“A mí me sirve mucho presenciar en vivo y en directo el espectáculo porque voy aprendiendo. Quiero ser director de Vendimia. Para mí esto es una pasión, por eso también ya he ido a todas las fiestas departamentales y no me pierdo ningún Acto Central desde que tengo ocho años”, indicó Perri.

A los amantes de la Vendimia no les importa “hacer guardia” con tanto tiempo de anticipación. Cuentan que para el fin de semana ya tienen programados varios juegos, concursos y hasta bailes. Desde la edición anterior, comenzaron a realizar su propia elección de Reinas, en la que, según precisaron, no se hace distinción de edad.

“Es para que todas las mujeres que tuvieron el sueño de participar de una elección puedan cumplirlo acá”, sostuvo Roxana Salinas, que llegó ayer a la tarde a ocupar un lugar que le guardó Perri, con el que se conocen de tanto esperar por una entrada para el teatro griego.

También estaba Brian, el hijo de Claudia Lucero, quien ya pasó a la historia por ocupar por años el primer lugar en la cola. “Pasamos (por el Hipódromo) el lunes y como no vimos a nadie no nos quedamos. Decidimos venir hoy (por ayer) y como ya había gente, me quedé”, dijo el joven que guardará un sitio a su madre hasta que se abra la venta.

El grupo de amigos ya desplegó todo su equipo de heladeras, luces, garrafas y comida para pasar un fin de semana de campamento.

Junto a ellos también estaba Clelia Alcaraz, de Godoy Cruz, quien reconoció que siempre hace entre tres y cuatro días de cola. “Nos vamos turnando con mi familia. A la noche se quedan mis sobrinas y luego por la mañana tomamos la posta mi mamá y yo. Esto me gusta, me nace. Es una tradición”, confió.

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