La presencia de Lula en la apertura del 48º Coloquio Anual de IDEA cautivó a todos. A los empresarios que lo convocaron con la intención de fijar una posición sobre “el modelo de desarrollo” que prefieren, a los políticos que se acercaron de todos los partidos a estrecharle la mano, y hasta a una cocinera brasileña que no se aguantó y se le abalanzó para saludarlo.

Miriam Lima dos Santos, de 43 años, nació en San Pablo y vive desde hace seis años en Mar del Plata. Cuando descubrió en las noticias que “su presidente”, al que había votado para que asumiera en 2003, iba a estar en el Sheraton de Mar del Plata, no lo pudo creer. La cara se le ilumina todavía cuando lo recuerda al día siguiente de haber abrazado al ex mandatario en su ingreso al auditorio. “Yo quería decirle que lo quiero mucho”, contó a PERFIL esta encargada de las entradas frías y los fiambres, que lloró y aplaudió a un costado cuando Lula remarcaba: “Parte de la elite no quería que los pobres estudien, pero nosotros queremos ser médicos, cientistas, políticos e ingenieros”.

“Es muy emocionante saber que un presidente se preocupa porque todos nosotros tengamos las mismas posibilidades y una vida digna, nos transmite la idea de que nosotros también podemos”, relató en una mezcla de portugués y español y con una sonrisa de oreja a oreja.

Una emoción en algún punto conectada con la que mostraron los casi mil hombres de negocios que se pararon para aplaudir a Lula en la inauguración del encuentro empresario. “No hay mejor ejemplo de desarrollo sustentable que Lula”. Así lo presentaría Ignacio Stegmann, presidente del Coloquio, antes de que hablara más de una hora, con críticas a los países centrales por no resolver la crisis económica global.

Lula se convirtió en una especie de “invitado-crítica” que se permitió la organización de formación empresaria en un encuentro que otra vez no tuvo presencia oficial.

Es que el mandatario brasileño que gobernó entre 2003 y 2007 resume el modelo añorado por buena parte del empresariado para la Argentina: gestión pro mercado con políticas sociales exitosas. Fue más su presencia que su discurso lo que habilitó un mensaje por elevación al oficialismo, según compartieron varios de los presentes: “El modelo que queremos es posible”.

El gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, referido como “mi amigo” en reiteradas oportunidades por Lula, afirmó que el líder brasileño es “lo más parecido al peronismo que él vio en 1945” y elogió que “él pudo hacer crecer a Brasil sin relegar a nadie, sin sacarles a unos para darles a otros”. En el mismo sentido se manifestó Claudio Lozano, diputado de Proyecto Sur, quien destacó “la transformación” que Lula hizo en Brasil.