Lucía Cámpora, la nueva espada de la organización de Máximo Kirchner en el bastión de Pro

Lucía Cámpora, la nueva espada de la organización de Máximo Kirchner en el bastión de Pro

Lucía Cámpora, la nueva espada de la organización de Máximo Kirchner en la Ciudad. 

 

Con la vuelta del kirchnerismo a la Casa Rosada, La Cámpora asumió un rol protagónico en el nuevo esquema de poder en la Nación, pero también en la Ciudad de Buenos Aires. La apuesta de Cristina Kirchner por la expansión de la organización que fundó su hijo Máximo se extiende a tierras porteñas, bastión de Pro y territorio político del presidente Alberto Fernández, de la mano de una referente estudiantil y militante feminista cuyo apellido representa un símbolo para el peronismo.

En su estrategia para incomodar a Horacio Rodríguez Larreta, su nuevo blanco principal en la oposición, la vicepresidenta ensalzó recientemente la figura de Lucía Cámpora, joven legisladora porteña del Frente de Todos y flamante espada del cristinismo en la Capital. Sobrina nieta del expresidente Héctor Cámpora, a quien Máximo Kirchner reivindicó al nombrar su organización juvenil en 2007, ocupa una banca en la Legislatura desde diciembre pasado.

 

De 29 años, Lucía Cámpora empezó a militar en la villa 21-24 de Barracas mientras cursaba la secundaria en el Colegio Nacional de Buenos Aires. Sus intenciones de hacer política crecieron en el Centro de Estudiantes, pero sobre todo en las marchas de los 24 de marzo a la Plaza de Mayo. Heredó esa ambición de su padre, Pedro Cámpora, quien militó en la Juventud Peronista (JP) e integró el equipo de Carlos Tomada durante el primer período kirchnerista.

 

Supo que quería militar en La Cámpora apenas ingresó a la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. "Con la partida de Néstor hubo un emergente muy fuerte de pibas y pibes que queríamos salir a defender el proyecto de Cristina", recuerda. Se enorgullece del enaltecimiento de la figura de su tío abuelo, el dirigente justicialista que permitió el regreso de Juan Domingo Perón al poder. Pero aclara: "No es el vínculo familiar, sino la construcción colectiva la que llena de contenido esta historia".

A poco de anotarse en Letras, migró a la Facultad de Derecho, donde el camporismo estaba representado por la agrupación Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), fundada a fin de los noventa por el senador nacional Mariano Recalde.

 

Hoy, Cámpora se mira en el espejo de la generación de los dirigentes del kirchnerismo que militaron en la UBA y ganaron protagonismo con la llegada de Néstor y Cristina Kirchner al poder, como Recalde, Axel Kicillof e Iván Heyn. "Cuando asumió Macri, nos encontramos de nuevo con un gobierno neoliberal y desde la universidad volvimos a tener un papel muy importante. No es casual", comenta. Aunque elogia a Recalde, jefe de La Cámpora en la Ciudad, sus referentes en política son dos mujeres: Cristina Kirchner y la "compañera" Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes e integrante de la mesa chica del camporismo.

Conoció a la actual vicepresidenta al final de 2018, en el Instituto Patria, cuando Cristina Kirchner recibió a la nueva conducción de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA). Cámpora había sido electa como vice de la poderosa organización estudiantil. Recuerda que la charla con la entonces senadora se desarrolló "en clave gremial", y que no faltaron las críticas a Mauricio Macri.

En redes sociales expresa su ferviente admiración por la "jefa". Durante una visita a Vietnam replicó la foto de Cristina Kirchner en los túneles de guerra de Cu Chi, y en otro viaje eligió Cuba, meca de la izquierda. Como la mayor parte de los militantes del peronismo, se sorprendió el 18 de mayo del año pasado cuando se enteró de que Cristina Kirchner había ungido a Fernández como candidato. Interpretó ese movimiento como un gesto de unidad para representar a sectores "golpeados" por Macri. Vio por primera vez al Presidente recién en noviembre pasado, cuando ya había sido electo.

Meses después de la reunión en el Instituto Patria, debutó como candidata a legisladora y cree que su postulación respondió a una lectura "acertada" de los líderes del espacio sobre el escenario político en las universidades. La fuerza, dice, tenía que darles una representación a los jóvenes críticos de Cambiemos. "El movimiento estudiantil, como el de las mujeres, fueron colectivos importantes en la resistencia al gobierno de Macri", argumenta Cámpora, activa en las redes sociales y defensora del lenguaje inclusivo. En la bancada trabaja en tándem con Maru Bielli y Ofelia Fernández y asegura que sus banderas son "la educación, el feminismo y la juventud".

Antes de integrar la lista de legisladores pasó por la cartera de Trabajo, el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna), el Consejo de la Magistratura y el portal Infojus. Es abogada pero no quiere decirlo "hasta tener el título en la mano".

Críticas a Rodríguez Larreta

Cámpora considera que la articulación entre el gobierno de Fernández y Larreta fue clave para atender la emergencia sanitaria por la pandemia, pero remarca que eso no anula las "profundas" diferencias con Pro. Cuando se refiere a Larreta o a Macri cambia el tono de voz por uno de indignación. ¿Son lo mismo, como plantea Cristina Kirchner? "Pertenecen al espacio que tiene enormes deudas en la Ciudad y que cuando gobernó el país sumió a millones de argentinos en la pobreza", responde.

A principios de septiembre publicó una catarata de tuits con filosos dardos contra Larreta por el rechazo a la reforma judicial impulsada por el Gobierno. Minutos antes, había discutido con pares de su bloque sobre el tema, y se sorprendió al descubrir que la vicepresidenta había retuiteado su "hilo". El respaldo de Cristina Kirchner multiplicó de forma exponencial la repercusión de sus palabras, con las que buscaba mostrar la "falta de coherencia" del jefe de gobierno porteño y de Juntos por el Cambio. "Hay que romper ese cerco mediático del que goza Larreta, que le permite tuitear que no es un momento para discutir la reforma judicial y, al mismo tiempo, impulsar cambios en el Consejo de la Magistratura de la Ciudad", opina.

 

El peronismo porteño, sin liderazgo claro y con matices

 

No cree que Cristina Kirchner tenga una postura más dura con Larreta que el Presidente: "Hay una coordinación clara entre Alberto y Cristina. Por supuesto, habrá matices y percepciones distintas".

Al igual que compañeros de su bancada -el camporista Javier Andrade es uno de los jefes-, se queja de que el larretismo no los "escucha" en la Legislatura. Por eso, asegura, intenta visibilizar "las deudas enormes" de la gestión de Pro en salud, educación o hábitat. "Es inadmisible que en una ciudad tan rica tengamos estos niveles de desigualdad", plantea.

A pesar de que la Capital es su territorio, defiende sin incomodarse el recorte de un punto de los fondos de coparticipación federal a la Ciudad. "Se busca corregir una asignación de recursos que hizo Macri que estaba excedida y era imposible de justificar", alega. Y no cree que la poda de fondos aumente la tensión en el vínculo con el oficialismo porteño.

El partido Pro, según Cámpora, simboliza "viejas ideas de la derecha conservadora". Por esa razón considera que las aulas de las universidades y secundarios son un terreno esquivo para el macrismo. "Lo que expresan enamora poco", concluye.

 

 

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