Con 52 stands de libros y 14 espacios institucionales disponibles, la décimo tercer edición de la Feria del Libro, organizada por la Secretaría de Cultura, está teniendo una nutrida concurrencia de visitantes. Por su parte, los resultados en lo que a ventas se refiere son muy alentadores, así lo afirmaron los propietarios de distintas librerías y editoriales.

Graciela Ceballos y Marcelo Soto de las librerías “Génesis” y “19 Libros” (Córdoba), expresaron que están contando con mayores ventas de ejemplares que el año pasado y los géneros mayormente demandados son novelas románticas, infantiles y literatura clásica; Ceballos agregó también que La Rioja tiene una de las mejores ferias del país después de las de Buenos Aires y Córdoba.

En tanto que Mario Moya, Héctor Palacios y Laura Flores de “Nueva Visión”, “Ediciones Nóbel” y “Librería Pascal” (La Rioja), respectivamente indicaron que en lo transcurrido de la feria vendieron más libros del rubro medicina, biblias, prácticas infantiles y música clásica; añadieron además que la actual edición se está desenvolviendo mucho mejor que en años anteriores respecto a la infraestructura, atención y a los eventos que se pueden disfrutar.

Asimismo, Exequiel Barrera de la Editorial “Bon Sai” (Buenos Aires), calificó de muy favorables sus ventas en lo que va de la feria y destacó la calidez y la amabilidad del público riojano; libros miniatura clásicos, esotéricos y posters de músicos, personajes y publicidades antiguas están siendo sus productos más solicitados.

La Feria del Libro también es un espacio donde los artistas visuales pueden mostrar su arte. Son once muestras que visten salas y galerías del Paseo Cultural Castro Barros.

Al ingreso por calle Pelagio B. Luna, en la sala que lleva el nombre de Miguel Dávila, se puede disfrutar de “Zona 5300” compuesta por piezas de artistas riojanos de diferentes generaciones. Esculturas de madera y cuero, pinturas y una construcción en cemento de Néstor Vildoza; tallas en granito, algunas con incrustaciones de metal, y pinturas en acrílicos sobre tela de Mauricio Molina. Completan la muestra los noveles artistas Pablo Dünkel y Heber Carpio que presentan instalaciones referentes al proceso de construcción de una obra realizadas en hierro soldado.

El recorrido puede continuar por los pasillos hacia el Patio Este donde se encuentra el mural en cuatro piezas de la Reivindicación a los caudillos del Federalismo impulsado por el Consejo Federal de Inversiones en honor al Chacho Peñaloza, dicha obra, hecha en acrílico y óleo en tela, fue realizada los artistas García, Quiroga, Gargamo y Abraham. En el patio abierto predomina el color de la mano de la riojana Lucía Mercado, sus obras, expuestas por primera vez en el Paseo Cultural, poseen una reminiscencia netamente femenina donde predominan los mandalas. Luego se pueden apreciar las ilustraciones de Juan Manuel Tumburus y Paula Weinchard, ambos reconocidos por sus trabajos en diversas partes del mundo. Sus trabajos van desde historietas hasta personajes para juegos de videos.

También puede apreciarse la particular muestra “Dibujando”, la misma está compuesta por dibujos realizados por niños en varios países, su recopilador Pablo Vuillermoz, propuso a los pequeños, en su mayoría en situación de calle a plasmar el lugar donde viven, de allí se desprenden una infinidad de situaciones vivenciales por las que pasan los niños.

Pasando al Patio Oeste nos recibe la muestra “América en la Piel” de Maricel Andrada y Epifanía Núñez que muestra la fuerte impronta de ambas artistas ya reconocidas por su trayectoria y por el uso de tintes y pigmentos naturales.

En esta edición la Feria del Libro recibe por primera vez una muestra fotográfica con temática social, la propone Luis Vilte a través de “Si quiero”, que retrata una serie de bodas con una mirada artística por demás de interesante, acompaña a la muestra una instalación que ayuda al visitante a ambientarse dentro de la misma.

Otra de las propuestas llega de la mano de la Asociación de Montaña Inti Huaico con sus fotografías sobre la “Travesía altas cumbres del nevado de Famatina”. Por último, la sala de muestra “Estanislao Guzmán Loza” contiene las obras de la serie “Historias y belleza en Famatina” de los fotógrafos Roque Molina y Guillermo García quienes plasmaron con sus cámaras los paisajes más imponentes del cerro del Famatina y la mina la Mejicana.