La horizontalidad que pregona Juntos por el Cambio desde que asumió el rol opositor llevó a que Horacio Rodríguez Larreta se proponga evitar la dispersión dentro del homogéneo conglomerado del post macrismo. Durante la última semana se lo vio activo, no sólo en su pago chico sino también en el Congreso de la Nación, como parte del sector que pregona el diálogo con el actual gobierno, y en la provincia de Buenos Aires.

Único ganador del PRO puro en la última elección, el jefe de Gobierno porteño dio lugar en su reducto a dirigentes expulsados de los armados nacional y provincial y se presenta como el único capaz de contener lo que no pudieron – o no quisieron – Mauricio Macri y María Eugenia Vidal.

Con estos dos últimos replegados en una distancia estratégica durante el primer tramo del gobierno de Alberto Fernández, Larreta aguantó sin hacer mucho ruido la quita de fondos del Tesoro Nacional que Macri le había aumentado discrecionalmente, se mostró siempre abierto al diálogo con el nuevo gobierno y hasta mantuvo conversaciones con Axel Kicillof.

Sin embargo, no había mostrado hasta esta semana signos de ocupar un rol central en la conducción opositora. Esta semana pareció habérsele acelerado ese rol que, según algunos, se le presenta naturalmente tras la última elección.

El martes 28 de enero “bajó” a la provincia de Buenos Aires, donde mantuvo una reunión con un grupo de intendentes del interior bonaerense. Con la excusa de trabajar conjuntamente políticas en materia de turismo, el encuentro sirvió para promover un mensaje de unidad en Juntos por el Cambio.

En la reunión estuvieron los intendentes Mariano Uset (Coronel Rosales), Guillermo Montenegro (Mar del Plata), José Rodríguez Ponte (General Lavalle), Guillermo Pacheco (Pellegrini) y Lisandro Matzkin (Coronel Pringles).

“Ojo, no nos perdamos en las internas”, les transmitió Larreta, que ve en la provincia de Buenos Aires un territorio en el que las disputas que se avecinan pueden ocasionarle divisiones y costos políticos al espacio amarillo. No son pocos los intendentes radicales que ya expresaron la necesidad de una estrategia opositora distinta a la que plantea el intendente de Vicente López y primo del ex presidente, Jorge Macri.

“Veo a Larreta como un dirigente que está llamando a la unidad para no diluirnos”, expresó a INFOCIELO uno de los presentes en esa reunión, y aseguró que “no se trata de la conformación de una línea interna dentro del espacio”. “Lo veo muy prudente a Horacio”, agregó.

En ese sentido, el jefe de Gobierno porteño se presenta como un opositor responsable y constructivo. Así lo transmitió el mismo intendente a este portal, que se ubica del lado de los que prefieren “no contestar, dar tiempo, dejar hacer y colaborar” durante el primer tramo del retorno del peronismo al poder.

Esta incursión por la provincia de Buenos Aires no fue aislada. Larreta tuvo un rol activo durante las negociaciones de las leyes que logró aprobar el peronismo en el Congreso de la Nación. La ley de reestructuración de deuda y la suspensión del pacto fiscal contaron con el aporte del alcalde de la Capital Federal que un apoyo necesario en una discusión que provocó discusiones internas en el macrismo. Sobre las que hoy trabaja para que no se transformen en rupturas.