La entrevista comienza en Villa Gesell, al término de la inauguración del Centro de Salud Oeste, y finaliza en Mar de las Pampas, donde lo esperan intendentes de la costa. En el trayecto, Axel Kicillof destaca como “un golazo” la vacunación libre -ahora- para mayores de 55 años pero cuestiona a Guillermo Montenegro por “no incitar” a la gente a vacunarse. Consciente de la llamada “Fase Mar del Plata” por el desdibujado control en el cumplimiento de las restricciones, le baja el tono a la polémica y afirma, convencido, que “los marplatenses están muy cerca de volver a tener clases presenciales”, aunque aclara que “si los números todavía no dan, hay que ver qué se hizo y con cuánta conciencia”.

El gobernador de la Provincia de Buenos Aires admite estar “ansioso, casi desesperado” por superar esta etapa de la pandemia y poner en marcha el plan de reactivación de la economía. “Después de esta fase de resistencia viene la fase de reconstrucción y la del despegue de la Provincia”, dice.

Hoy, sin embargo, “todo el esfuerzo” está puesto en la vacunación, próxima a alcanzar a 6 millones de bonaerenses. En Mar del Plata, repara, “es bajo todavía” el número de inscriptos (380.000 entre más de 850.000 habitantes) y sostiene que “es muy doloroso” que haya municipios que no promuevan la inscripción: “Los intendentes de la oposición están como si tuvieran dos cabezas. En el foro íntimo comparten, pero en público ven si pueden sacar ventaja marcando diferencias”.

-Anunció vacunación libre para mayores de 70 años, luego de 60 y ahora de 55 años. ¿Qué permite esta ampliación de la campaña?

-Son cuestiones organizativas. Venimos organizando esto hace meses para poder pasar al programa de vacuna libre. Hicimos una prueba piloto sin inconvenientes con los mayores de 70 años, no tuvimos inconvenientes y avanzamos, teniendo en cuenta que no es lo mismo que vacunar una sola ciudad. A veces me comparan con la Ciudad de Buenos Aires, pero 200 kilómetros cuadrados no es lo mismo que 307.000 kilómetros cuadrados con realidades rurales, suburbanas, lugares de difícil acceso y 135 distritos. Esta idea de poder vacunar espontáneamente con el DNI nos da la tranquilidad de que quienes quieren vacunarse y más lo necesitan por su edad, lo pueden hacer.

-¿Cuál es la perspectiva y la estrategia de acá a fin de año?

-El sistema de turnos funcionó muy bien, es ejemplar, lo copiaron todas las provincias. Ahora estamos en una etapa en la que debemos llegar hasta el último que puede contagiarse en forma grave. Sumamos a los mayores de 55 en forma libre y entregamos 1,5 millones de turnos. Estamos llegando a 6 millones de vacunados. Es otra etapa de la pandemia. Y es evidente que el coronavirus también “aprende” y las nuevas variantes son más contagiosas y dañinas. Estamos muy apurados en avanzar en la vacunación entre quienes más lo necesitan.

-Si la idea es seguir abriendo la campaña, ¿cuándo llegará la vacunación libre para toda la población?

-Depende de la llegadas de vacunas. El total del universo que se podría vacunar en la Provincia es de unas 12 millones de personas, de 17 millones que viven en la Provincia. Vamos a llegar a 6 millones, casi la mitad, pero dependemos de la llegada de vacunas. Aún así da más tranquilidad. Tener a la gente mayor y a quienes por sus enfermedades preexistentes lo necesitan con la vacuna es fundamental. Conseguir vacunas es una especie de proeza.

-¿Avanza la compra de vacunas que anunció días atrás?

-Estoy muy contento con que la Provincia haya podido aportar lo suyo con la compra de 20 millones de vacunas. Viene bien. Hay que cumplir cuatro puntos, la aprobación en Argentina de una de las dos vacunas la logramos (CanSino, de una sola dosis) y la otra de India ha presentado los papeles, está en curso. Depende también de que los países liberen vacunas para el exterior. Pero lo mejor que podría pasar es que no las necesitemos y ya hayamos podido vacunar con las que hay comprometidas, que también estamos involucrados tanto con Rusia como con la de Oxford.

-General Pueyrredon, con más de 800.000 habitantes, tiene 380.000 inscriptos para vacunarse. Es un número…

-Es bajo todavía. Hay que fomentar la inscripción. Poner un poco más de ganas e incentivo.

-¿Cree que el gobierno local no promueve la campaña y debería incitar a la gente a vacunarse?

-La oposición está como si tuviera dos cabezas. Unos que tienen responsabilidad de gestión y otros que no. No dudo de que al intendente Montenegro lo que le conviene y quiere es que se vacune a todos. Pero tiene a una parte de nuestra oposición, de su fuerza política, diciendo que las vacunas ‘son veneno’, que no son las que sirven, que llegan pocas… supongo que le causa un estado de confusión con respecto a qué hacer. Algunos están tironeados entre lo que deben hacer y el discurso que tiene públicamente la presidenta del partido, Patricia Bullrich, que no deja acusación por hacer y locura por decir con tal de hacerle daño a la campaña de vacunación, y lo que pasa con Larreta, que tampoco ha hecho mucho públicamente con las vacunas. A una parte de su fuerza política la llegada de vacunas los perturba demasiado, aún siendo algo bueno para los argentinos.

-¿En qué medida influye eso?

-Yo espero que los intendentes se ocupen y hagan que la gente se inscriba. Es muy doloroso que algunos no lo hagan. Conseguir vacunas es objetivamente difícil, estamos batallando para lograrlo y lo hemos hecho. Pero andar sembrando dudas, incertidumbre y sospechas sobre la vacuna es algo innecesario y evitable que tiene sus consecuencias. Los intendentes tienen una capacidad muy grande. Si alguien está especulando con la cuestión de las vacunas lo llamo a la reflexión. No estamos haciendo política con la vacuna, estamos haciendo salud.

-¿Está al tanto de que se habla de la “fase Mar del Plata” por el acatamiento a las restricciones y la permisividad en torno al funcionamiento de distintas actividades incluso en Fase 2?

-Sí, lo escuché. Yo no quiero hacer política con la pandemia porque he pedido que nadie la haga. La oposición tiene la ventaja de poder quejarse de todo, aún de lo que está bien. En el foro íntimo algunos intendentes comparten y entienden, pero en lo público ven si pueden sacar alguna ventaja marcando diferencias. Eso conspira contra el cumplimiento de normas que son difíciles, dolorosas y angustiantes. Suspender la presencialidad escolar es algo que nadie quiere. Nosotros hemos reparado más de 3000 escuelas porque sabíamos que estaba abandonada la educación. No tenemos que mostrar credenciales de nuestro apego a la educación pública.

-Hay padres y madres que advierten que “todo está abierto” menos las escuelas…

-Los incumplimientos traen consecuencias. No se puede todo. Para tener presencialidad hay que conseguir cierto nivel de casos. Es un objetivo colectivo. Hoy hay más circulación y más contagios; hay que tratar de que se cumplan las medidas de cuidado. Si no se cumplen, difícilmente bajen los casos. Es lógica pura y sentido común. Pueden tratar de hacer política partidaria, pero enfrentarse al sentido común es muy difícil. Para evitar contagios hay que sacrificar cuestiones difíciles, dolorosas, pero con el resultado de que se muere menos gente y podemos tener más actividades cuidadas. No se pueden generar ciertas causas y no encontrar los efectos. Cuando los números no dan hay que revisar qué se hizo y con cuánta conciencia. No me quiero dedicar a criticar sino ser constructivo y llamar a que se actúe con sensatez.

 

-Colegios y padres presentaron amparos y el intendente insiste en el retorno de la presencialidad, acusando que la ciudad fue “discriminada”. ¿Cuándo volverán los chicos a las aulas?

-Acá nadie discriminó a nadie. Ya se lo explicamos. Será una vez que los números den y el sistema de fases lo permita. Estamos muy cerca. Sé que hay mucha gente que cumple muy bien las medidas en Mar del Plata y que cuida a los demás. Esa solidaridad y esa conciencia es lo que nos permite ir superando los momentos tan dificultosos que tenemos. Creo que estamos en condiciones muy pronto de retomar la presencialidad escolar por el cumplimiento de las medidas y pese a los que llaman a incumplirlas.

-Generó cortocircuitos la decisión de que las clases presenciales volvieran en el Conurbano pero no en distritos como Mar del Plata.

-El Conurbano es una región muy poblada y afectada donde se hizo un esfuerzo muy grande y gracias a eso se bajaron los números, que no son una cuestión arbitraria o particular, sino números que rigen en todo el país. Es importante que baje la ocupación de camas. Mar del Plata tiene la particularidad de tener un hospital regional, que no es solo para Mar del Plata y hay que ser solidarios en ese sentido. Hay que actuar con mucha conciencia. Va a ser un logro de la sociedad de Mar del Plata y de los que cumplieron y pusieron todo de sí, aún sufriendo por los resultados económicos, bajar los casos. Los marplatenses están muy cerquita de volver a la presencialidad. Sería muy malo tratar de tomar esto con oportunismo. Hemos tratado de que se cumplieran las reglas para llegar a estos resultados. No es solo que si se te acaban las camas la gente se queda sin atención, sino que a más contagios hay más muertes. Hay que tratar de que la gente no se enferme, porque esto es una enfermedad grave, no “una gripe un poquito peor” como dicen algunos irresponsables. Eso es burlarse de quienes han sufrido la muerte a causa de la enfermedad.

Temporada con vacuna

Noviembre. Ese es el mes que la Provincia tiene en la mira. En base a la proyección de la campaña de vacunación, Kicillof cree que de allí en adelante habrá una “bisagra” y “la situación debería mejorar” antes de la temporada de verano que, según cree, “será mejor” que la anterior.

-¿Cómo sigue de ahora en más el acompañamiento a los comercios y empresas?

-El virus ha sido muy arbitrario y heterogéneo en sus efectos. El turismo, la hotelería, la gastronomía y el entretenimiento se vieron muy perjudicados. Intentamos hacer un trabajo de subsistencia y acompañamiento. El Banco Provincia ha sido fundamental. Había abandonado el crédito productivo. Cuando yo llegué era el principal tenedor de la elite y ahora es el banco que más crédito dio de la Argentina a sectores productivos y de servicio: más de 120 mil millones de pesos. Comerciantes y empresarios nos piden más acceso al crédito blando y tenemos que tratar de flexibilizar, en eso estamos. Hubo fondos para la cultura y el turismo que son subsidios para empresarios ya por 800 millones de pesos. Me comprometí a lanzar un tramo más por otros 500 millones de pesos. El objetivo es que los sectores afectados sobrevivan a la pandemia, algo que en vistas de la vacunación nos da una perspectiva posible de reconstrucción.

Kicillof se reunió en Gesell con comerciantes y empresarios ligados a la actividad turística.

-La hotelería, la gastronomía y más sectores que dependen del turismo esperan subsistir estos meses y llegar a la temporada, ¿cómo cree que será el verano?

-El año pasado se hablaba de que no iba a haber temporada y la Provincia, junto con los intendentes, lanzó la temporada, que fue más larga y se logró. Nos fue muy bien, aún teniendo un brote entre diciembre y enero que se controló. La diferencia para la próxima temporada es que llegamos con la vacuna. Nos da una perspectiva totalmente distinta. Nos comprometimos a apoyar a la Costa Atlántica, a todo el sector turístico, sabiendo que del otro lado hay mucha responsabilidad. Muchos intendentes así lo entendieron. Hemos hecho un esfuerzo grande para ampliar la infraestructura y los cuidados permiten ejemplarmente mostrar que hay una responsabilidad que permite recibir al turismo y la próxima temporada seguro será mejor.

El año electoral

-Hay quienes acusan una crisis o ruptura dentro del gobierno, ¿que hay de cierto?

-No hay nada de eso. Estamos atravesando una situación muy peculiar e inesperada y es lógico que se discuta mucho y se busquen las mejores soluciones. Pero el que decide y resuelve es el presidente Alberto Fernández. Nosotros le damos todo nuestro apoyo a él y sus ministros. Desde afuera buscan fragmentar nuestro frente político. Hoy en la oposición hablan de halcones y palomas, duros y blandos, pero la verdad es que se ha convertido en una bolsa de gatos. Vemos a opositores vacunando con la vacuna que otros dicen que es veneno. Nuestro frente está muy firme. Hay sectores que buscan la fractura y ven dificultades en lo que es una sana discusión en este contexto. Pero lo que el presidente resuelve, todos apoyamos.

-La pandemia adulteró por completo los planes del gobierno y los enfrentó a un desafío inesperado, ¿cómo sobrelleva la situación desde lo personal?

-Sabía que iba a ser una tarea muy difícil, pero los que me conocen saben que nunca escatimamos trabajo. Soy gobernador junto a todo un muy buen equipo de ministros y los intendentes que nos acompañan. Trabajamos sin descanso. Cuando vino la pandemia generó un sufrimiento adicional porque hay una incertidumbre enorme que trajo muchísima angustia, pero tampoco me puedo victimizar. Todo bonaerense ha sufrido en lo personal, lo emocional, lo familiar. La clave acá fue la solidaridad y un Estado que cuida y protege. Por más que hiciéramos más de lo imaginable, no íbamos a poder evitar que esta pandemia tuviera la gravedad que tiene, pero sí aliviar el impacto y que los sectores productivos y la gente sepan que hay un Estado que acompaña, no quiero decir un Estado compañero (risas), pero estamos disponibles, tendemos una mano para ayudar. En lo personal pasé momentos de muchísima angustia y también de bronca.

 

 

-¿Qué le genera bronca?

-Da bronca hacer el enorme esfuerzo para conseguir la vacuna -es realmente complejo-, y como es año electoral una parte de la oposición se dedica a destruir, acusar, perseguir, inventar. No hace falta. Por eso los llamo a la reflexión, sabiendo que lo que viene va a ser difícil también.

-¿Lo dice por campaña electoral?

-Esperamos que recapaciten. Esto no es ganar un voto acá o allá, hay gente que por lo que algunos muy sueltos dicen no se vacunan y tienen un desenlace espantoso. Tiene que haber conciencia.

-Falta cada vez menos. En materia de candidaturas…

-No hay definiciones y no es tiempo de eso. Estamos enfocados en la vacunación, mientras otros solo piensan en ganar una elección como sea. No hay tiempo para andar especulando.

-Habla de su tiempo ¿Cuál fue la última serie que vio en Netflix?

-Y no… desde las siete de la tarde cierro todo y me aboco a eso (risas). La verdad es que no nos alcanza el tiempo. Compartí hace poco unos capítulos con mi hijo de una serie que se llama “Ragnarök” porque a mi hijo le interesa la mitología de los países nórdicos, pero tardamos en verla porque el día termina muy tarde y empieza bien temprano. Y después vi otra con mi mujer… hace ya un tiempo…. no me acuerdo bien cómo se llama. Esa te la debo.

-¿Esa me la debe?

-(Risas) “Te la debo” podría ser el nombre de la serie que vimos entre 2016 y 2019. Y ojalá no tenga segunda temporada.

 

Por Gonzalo Gobbi