El gobernador Axel Kicillof encabezó el cierre del VIII Encuentro Nacional de Salud, que se desarrolló en la Universidad Nacional de José C. Paz, donde dijo que es “imprescindible la transformación del sistema de salud” para ir hacia un esquema “igualitario y sin privilegios”.

“Este encuentro abre la etapa de la pospandemia donde habrá que pensar muchas cosas, pero en los primeros puntos de la agenda está la imprescindible transformación del sistema de salud, no puede esperar más”, tiró Kicillof.

El Gobernador definió que esa transformación del sistema de salud debe tener el foco puesto en un esquema “igualitario y sin privilegios”. Y cuestionó las políticas de salud de los gobiernos del expresidente Mauricio Macri y de la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal.

“Hubo 4 años de peste de Macri y de Vidal. Nada nos sorprendió de lo que hicieron”, sostuvo y ponderó que “la reforma del sistema de salud tan necesaria se viene organizando desde bien abajo”, en el marco de los encuentros nacionales de salud.

Remarcó que la irrupción del coronavirus “nos dio una oportunidad, que fue demostrar que el sistema (de salud) como está no sirve, tiene que ser reformado”, insistió.

En ese sentido, destacó que “en países del primer mundo, no subdesarrollados, se mostró que muchísimos contagiados no pudieron tener una atención mínima y se murieron sin llegar a ser atendidos. En la provincia de Buenos Aires nadie se quedó sin un respirador y sin una cama”, acotó el Gobernador y agregó: “Demostramos en la Argentina que la vacuna también es un derecho para todos”.

Por su parte, el exministro de Salud bonaerense y segundo candidato a diputado nacional por la Provincia, Daniel Gollan, planteó la necesidad de “discutir un sistema nacional integrado de salud”.

UN TEMA QUE NO ES NUEVO

La intención de reformar el sistema sanitario no es nueva. De hecho, la vicepresidenta Cristina Kirchner lo había instalado en la agenda en la edición pasada del Encuentro Nacional de Salud. “Debemos reconceptualizar el sistema, la pandemia mostró que algunos lugares tienen muchos recursos que a otros les faltan, tenemos un modelo concéntrico que debe ser reformulado”, había dicho por entonces.

“Tenemos que ir a un sistema nacional integrado de salud entre lo público, lo privado y las obras sociales, que optimice recursos. La pandemia nos dio la oportunidad de reformular el sistema de salud en tiempo récord, pero es necesario hacer un esfuerzo diferente”, afirmó.

UN BORRADOR

Los lineamientos generales sobre cómo sería la reforma del sistema ya estarían plasmados en un borrador. Y, en pocas palabras, apuntarían a poner en marcha un proceso que conduzca a la creación del Sistema Nacional Integrado de Salud Argentino (SNISA), un sistema mixto con centralidad en el subsector público, de carácter federal, pero fortalecido y articulado en una red nacional, con municipios crecientemente involucrados en la construcción de un primer nivel con capacidad resolutiva, provincias coordinando servicios e infraestructura de complejidad creciente y una fuerte intersectorialidad orientada a la promoción.

En ese sentido, ya en su momento surgieron desde distintos sectores temores sobre un potencial avance sobre el sector privado y se habló, por ejemplo, de la intención de estatizar clínicas, algo que desde el oficialismo fue descartado.