La Justicia detectó que, desde la cárcel, Báez le pasó cheques a quien sería su novia

La Justicia detectó que, desde la cárcel, Báez le pasó cheques a quien sería su novia

Liliana Costa, supuesta pareja del empresario, le llevaba cheques a nombre de Austral, que Lázaro le endosaba a ella.

 

 

Preso hace ocho meses, con una esporádica comunicación telefónica con su familia, Lázaro Báez sigue manejando algunas finanzas de su holding desde el Penal de Ezeiza. Esta semana la Justicia detectó que estuvo endosando cheques que después cobraba Liliana Costa a quien se le atribuye una relación personal con el empresario K. Se sospecha que los cheques que solo en un mes superan los $ 495.000, fueron cambiados en cuevas financieras para evitar su bancarización frente al millonario embargo que le trabó el juez Sebastián Casanello.

 

La Ruta del Dinero K sigue arrojando operaciones financieras de Lázaro Báez que despiertan sospechas. La semana pasada se conoció que según el peritaje contable, el socio comercial de Cristina Kirchner declaró ante la AFIP un patrimonio de $ 66 millones a 2013, muy lejos de los $ 2.250 millones que ya le atribuye oficialmente el Tribunal de Tasación de la Nación (TTN). Esta semana se incorporaron a la causauna serie de cheques endosados recientemente, por el empresario K.

 

Se trata de cheques de pago diferido que fueron emitidos a nombre de Austral Construcciones SA (ACSA) y de Sucesión de Adelmo Biancalani. Las sumas se repiten mes a mes: $ 65.000, $ 211.507 y $ 38.720. Este dinero no figura en las cuentas personales de la familia Báez ni mucho menos en la contabilidad de la empresa principal, que cuenta con veedores judiciales. 

 

Algunos de los pagos realizados y que llegan a manos de Báez a través de Liliana Costa, son en concepto de alquileres por diferentes edificios que tiene ACSA. Uno de ellos se encuentra en la calle Roosvelt 1815 en Capital Federal y el cheque correspondiente a esta dirección fue emitido por Contenidos Millenium SA por $ 38.720.

 

Otro grupo de cheques, cada uno por $ 65.000, se realizaron a favor de Sucesión Adelmo Biancalani, empresa que compró Austral Construcciones y que está incluida en la causa que investiga la corrupción en la obra pública con la que Báez fue favorecido durante el kirchnerismo. En las habituales visitas que Costa realiza al penitenciario, le llevó estos cheques que con su número de documento y su firma que detalla bien su nombre y apellido, Báez endosó. 

 

También hay cheques a favor de Hormigonera El Nochero SA por $ 211.507 que fueron firmados por el empresario K y cobrados posteriormente, por la abogada que trabajó en la AFIP. 

 

Ayer, según confirmaron a Clarín, el juez Casanello libró órdenes de presentación a las tres firmas que emitieron los cheques para que proporcionen la documentación respaldatorias de los mismos. "Se busca la información que justifique estos cheques y también se informe a quién se los entregaron", indicaron fuentes de la causa. 

 

La ruta de estos cheques tiene una parte sobre la que busca echar luz. Costa es quien lleva la documentación a Báez - después que Casanello rechazó el pedido del empresario K para que ingrese un escribano para crear un poder general-. "No está claro a quién le entregaría el poder y qué dinero se podría mover con el mismo cuando se lo investiga por operaciones sospechosas de lavado de dinero", indicó una fuente judicial a Clarín. 

 

Las cuentas personales de Lázaro, sus hijos y de las empresas no se encuentran inhibidas, la Cámara pidió al Juez que encuentre un camino alternativo para garantizar "el normal funcionamiento" de las sociedades y que los procesados en la causa, puedan tener los ingresos necesarios para su manutención. 

 

Así, no es la primera vez que la Justicia detecta que los Báez están moviendo sumas importantes de dinero por circuitos ilegales. El dinero de los cheques que Costa se lleva del Penal de Ezeiza endosados, no está dentro de los circuitos legales y se sospecha que se cambian en cuevas financieras para evadir el embargo de $ 800 millonesque trabó el juez Casanello sobre Lázaro y Martín Báez, ambos doblemente procesados por lavado de dinero. 

No es la primera vez que esto ocurre. La Unidad de Información Financiera (UIF) detectó movimientos sospechosos de $ 148 millones meses después que se ordenó el embargo de bienes. Las operaciones se realizaron con cinco financieras. Una maniobra que parece repetirse.

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