Juan Schiaretti y Rodríguez Larreta asfaltan el camino de una alianza rumbo a las PASO

Juan Schiaretti y Rodríguez Larreta asfaltan el camino de una alianza rumbo a las PASO

En Buenos Aires, el cordobés pidió un "frente de frentes". En Córdoba, el porteño dijo que esa idea es suya. Morales, diplomático. Juez, al borde del colapso.

PorCésar Pucheta

Luego de la oleada de interpretaciones derivada del cierre de listas en Córdoba, los gestos que sugieren un acercamiento entre Horacio Rodríguez Larreta y Juan Schiaretti tocaron su punto más alto al final de la semana cuando ambos dirigentes dejaron abierta la posibilidad de ampliar los espacios que lideran y, sin nombrarse, parecieron hablarse el uno al otro. El cordobés, desde la Ciudad de Buenos Aires y el porteño, desde Córdoba.

“Argentina sólo puede salir de estos largos años de decadencia y dejar atrás la maldita grieta si las fuerzas que queremos la producción y el trabajo y un país normal somos capaces de establecer un programa común”, dijo el gobernador, tras una reunión con la Unión Industrial Argentina el jueves. Allí, Schiaretti tomó el ejemplo santafesino, que tiene a sus socios del socialismo participando de una estrategia común que une a la oposición contra su otro amigo, Omar Perotti, y pidió hacer “un frente de frentes para ir a las elecciones”. "Un gobierno de coalición para que permita a nuestra patria encaminarse como corresponde”, añadió.

La sintonía con el jefe de Gobierno porteño, en ese sentido, es total. El famoso “consenso del 70%” al que refiere Rodríguez Larreta cada vez que puede refiere precisamente a esa idea en la que confluyen diferentes sectores en pos de la construcción de una agenda común.

 

 

De hecho, en una entrevista que brindó este viernes a La Voz, el alcalde porteño que quiere convertirse en Presidente aceptó que esa idea de Schiaretti lo seduce, aunque pone los reparos propios que requiere el clima preelectoral, sobre todo en una provincia en la que su partido integra la alianza que desea correr del poder al espacio que Schiaretti conduce. “Lo dije mucho antes de que Schiaretti diga nada, creo en la ampliación de la coalición a partir de una serie de valores, de visiones, de propuestas para la Argentina. Yo creo en eso”, aseguró Rodríguez Larreta al ser consultado por el frente de frentes de Schiaretti.

La misma consulta recibió el jueves por la noche el radical Gerardo Morales, el precandidato presidencial radical más cercano al alcalde amarillo y uno de los dirigentes nacionales con mayor diálogo con Schiaretti. En un programa de la señal A24, le consultaron por el gobernador cordobés y Morales se llevó la pelota al corner. “Hay que mantener diálogo con la parte racional del peronismo para encontrar consenso, porque este país no tiene salida en el marco del tironeo y la grieta”, aceptó el jujeño a cargo del comité nacional de la Unión Cívica Radical. No obstante, reafirmó que Juntos por el Cambio tiene que ganarle al peronismo en Córdoba.

“Ha cumplido un ciclo. Algunos opinan que no, pero yo creo que sí”, dijo Morales. La repregunta para intentar dilucidar quiénes eran esos “algunos” que él escucha y que piensan que el peronismo podría seguir gobernando la provincia de Córdoba sin que eso signifique un problema quedó flotando en el aire.

Sobre lo que sí consulto el interlocutor de ocasión fue sobre una posible estrategia para que Schiaretti no se presente como precandidato presidencial el 24 de junio. Luego de un silencio de unos tres segundos, Morales contestó: “Podría pasar, no lo sé y no quiero hacer futurología. Yo estoy a full, soy candidato por el radicalismo y estamos trabajando y remando por todo el país”.

Necesidades mutuas

Los guiños cruzados entre Schiaretti y el ala dialoguista de Juntos por el cambio se da en un contexto en el que ambos sectores necesitan ampliar sus espacios para llegar con chances a las primarias del 13 de agosto y cuando se empieza a observar con preocupación el crecimiento de los discursos más confrontativos en la puerta de la campaña.

Aunque sigue asegurando que le ganará la interna a Patricia Bullrich, el alcalde porteño sumó a su escudería a José Luis Espert para poder salir a batallar contra los discursos más radicalizados con las armas del adversario.

Aunque parece crecer y afianzarse en la provincia de Buenos Aires y empieza a tener un mayor protagonismo en la Ciudad, a donde viaja semanalmente para actividades referidas exclusivamente a su plan nacional, a Schiaretti se le empiezan a caer algunos soldados que contaba a su lado para la batalla definitiva.

Como ya contó Letra P, la situación de Sergio Uñac empieza a reducir las chances de un salto a la avenida del medio por parte del sanjuanino. Si lo hiciese, el schiarettismo debería establecer algún tipo de análisis que pondere los costos y los beneficios del arribo del gobernador que quiere ser re-reelecto y que la Corte Suprema fulminó. Tampoco está del todo bien la situación con Alberto Rodríguez Saá en San Luis y el enlace con el socialismo complica las relaciones con Perotti. Gustavo Bordet, otro de los apuntados, empieza a recuperar su feeling con la Casa Rosada.

En ese contexto, que incomoda y mucho a la pata cordobesa de JxC, el diputado nacional Carlos Gutiérrez fue al hueso y dijo que no ve “nada descabellado, a priori”, un binomio integrado por el alcalde y el gobernador. “Lo que sí decimos es que más allá de cómo se conformen esas fórmulas, lo que nosotros estamos llamando es a una construcción, con un programa de un gran acuerdo y con todos aquellos que se alejen de los extremos de la grieta. Entonces, si Rodríguez Larreta u otros dirigentes están de acuerdo con esa propuesta, nosotros no tenemos a priori ningún prejuicio de acordar, esto nos parece central”, afirmó en una entrevista con LV16, de Río Cuarto.

Los rumores, los cafés y los pasilleos han pasado a la etapa en la que los mensajes se explicitan a la luz de todo el mundo. La novela, que tiene su cierre programado para el próximo 24 de junio, promete más capítulos.

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