Israel y Hamas trasladan su enfrentamiento a la mesa de diálogo en Egipto

Israel y Hamas trasladan su enfrentamiento a la mesa de diálogo en Egipto

Iniciaron complicadas conversaciones indirectas; los palestinos exigen el fin del bloqueo y los israelíes, la desmilitarización; la tregua vence mañana

 Mientras la Franja de Gaza vivía su segundo día consecutivo de tregua sin incidentes, las miradas se desviaron ayer a El Cairo, donde representantes de Israel y Hamas iniciaron undiálogo indirecto para alcanzar un alto el fuego permanente en el enclave palestino.

Si bien Israel expresó su disposición a prolongar "sin condiciones y sin límite" la tregua de 72 horas instaurada en Gaza desde el martes, Hamas afirmó anoche que no se alcanzó un nuevo acuerdo.

"No hay un acuerdo con Israel sobre una prolongación del cese el fuego" en Gaza, dijo Musa Abu Marzuk, un alto funcionario de Hamas que participa de las negociaciones en Egipto, mediador habitual de estos conflictos y uno de los dos únicos países árabes en haber firmado un acuerdo de paz con Israel.

Según trascendió, ambas partes participaron en una serie de negociaciones indirectas, en las que manifestaron sus exigencias, que fueron luego comunicadas al bando opuesto. El levantamiento del bloqueo de Gaza figuró entre las prioridades de los palestinos, mientras que Israel insistió en su seguridad.

"Lo más importante para nosotros es levantar el bloqueo y empezar la reconstrucción de Gaza. No puede haber acuerdo sin eso'', dijo el delegado palestino Bassam Salhi. Entre sus otros reclamos, figuran la construcción de un puerto y un aeropuerto, la anulación de las limitaciones a la transferencia de fondos y una ampliación de la zona de pesca, así como la liberación de prisioneros.

"Para Israel, lo más importante es la desmilitarización. Debemos evitar que Hamas se rearme, debemos desmilitarizar la Franja de Gaza", informó, por su parte, Mark Regev, vocero del premier Benjamin Netanyahu.

La delegación palestina, que es liderada por el presidente Mahmoud Abbas, que gobierna en Cisjordania, está también integrada por miembros de Hamas y del grupo extremista Jihad Islámica.

"Las dos partes repasaron lo que consideran asuntos preocupantes'', dijo el ministro de Relaciones Exteriores egipcio, Sameh Shukri, en una conferencia de prensa, en la que describió las negociaciones como "complicadas y no fáciles".

Shukri opinó, no obstante, que si bien las conversaciones aún están en un estado muy incipiente, existen "intentos bastante serios" de abordar los "puntos calientes" desde las diferentes posturas.

Respecto de un desahogo al bloqueo en Gaza, que rige desde 2007, cuando Hamas tomó el control del territorio, un comunicado de la agencia de inteligencia egipcia indicó que Egipto no aceptaría grandes cambios en el cruce de Rafah, y que la carga de levantar el cierre fronterizo recaería en Israel.

"Israel es quien selló los cruces de la parte israelí y quien no permite el cruce de materias primas e individuos'', señaló el comunicado.

El Cairo se niega a abrir totalmente su frontera mientras Hamas, y no la Autoridad Nacional Palestina (ANP), controle la parte de la terminal en Gaza.

El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, por su parte, auguró que la mesa en El Cairo sirva "no sólo para discutir una tregua duradera, sino también para cuestiones cruciales a largo plazo, sobre el modo de cómo obtener la paz" y volvió a proponer la "solución de los dos Estados".

Sobre el terreno, en tanto, en una señal de que la tregua podría consolidarse, el ejército israelí desafectó ayer a 30.000 reservistas sobre un total de 80.000 movilizados, pese a advertir que seguirá atento a lo largo de la Franja de Gaza.

Además, el Frente del Comando interno levantó las medidas de emergencia en el país, y el ejército les dijo a los habitantes de las comunidades en torno a la Franja que podían volver a sus hogares.

Desde Jerusalén, Netanyahu defendió el intenso bombardeo sobre Gaza durante cuatro semanas, al sostener que a pesar de la alta cifra de muertos -casi 1900, en su mayoría civiles- fue una respuesta "justificada'' y "proporcional'' a los ataques de Hamas. "Imagínense si su patria es atacada por más de 3000 misiles, ¿qué decidiría su gobierno para defender a su gente? Es Hamas el responsable de la destrucción y de los muertos", sentenció el premier, que volvió a acusar al movimiento islamista de disparar cohetes desde escuelas y hospitales, y de utilizar a los civiles como "escudos humanos". "La tragedia de Gaza es que está dirigida por Hamas", sostuvo.

Según datos del ejército israelí, de los 3356 cohetes lanzados desde Gaza hacia Israel, 597 fueron disparados desde estructuras civiles, de las cuales 260 eran escuelas.

 

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